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~Ese mismo año, último día del mismo.

Se dice que no hay cosas que no puedas superar si te tomas el tiempo necesario pero para Minjeong era muy claro, no la había superado, no la había olvidado pero sin embargo se había acostumbrado a estar sin ella, le echaba de menos y a veces sin razón deseaba volver a sentir sus manos, mirar de cerca esos ojos oscuros de destellos dark brown que tanto había extrañado; durante este tiempo hubo momentos en que incluso la más pequeña de las cosas se la recordaba y así ocurrió esta mañana cuando su asistente le entregaba una taza del costoso café que le gustaba.

La joven quien lucía una exageradamente entallada falda verde, colocó sobre el escritorio de cristal un platito con una taza de café sobre él, ojitos castaños le agradeció y poco después, taconeando la atractiva asistente se retiró.

Minjeong bebió y cerró los ojos como si en aquella infusión pudiera saborear una vez más los labios de Jimin ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no la había podido olvidar?! Tal vez era porque constantemente la fiscal daba mucho de qué hablar, o porque aparecía seguidamente en tv declarando sobre sus casos haciendo despliegue de ese exceso de valentía y arrebato que siempre le caracterizó, de aquel "no sé qué" que a ella siempre le gustó, quizá solo estaba obsesionada por haber sido abandonada. La puerta de su oficina abriéndose de golpe le sacó del ensimismamiento...

-¿Quieres decirme por qué demonios invertiste en esto? -su socio, el hombre favorito de Soomin le tiró unas hojas a la cara que no tuvo oportunidad de esquivar.

Una de las esquinas de las A4 le había hecho un leve corte en la mejilla...

-Invertí en ello porque era una buena opción, las acciones subirán -respondió indiferente.

-¡¿Eres estúpida?! ¡Están desplomándose en la bolsa!

Con mirada gélida Minjeong se puso de pie y...

-¡Escúchame bien idiota! -subió la voz- Hice el estudio pertinente para esta inversión ¡Van a subir! Y si no te gusta cómo van las cosas y cómo tomo las decisiones -le miró desafiante- ¡Bien puedes irte a la mierda y renunciar!

En ese momento entró Soomin, cerrando también de un portazo...

-¡Minjeong! -la chica le miró con un nuevo destello cortante en los ojos.

-¡¿Tú también?! ¿De verdad creen que algo como esto destruirá a Sooman? -comentó refiriéndose al CEO- en cuanto de una declaración creíble estabilizará el mercado y empezará a subir de nuevo en la bolsa, es cuestión de horas, tenemos que comprar acciones mientras están baratas...

-Estás loca... -dijo Changmin entre dientes y abriéndose la chaqueta.

-¿Estás segura de esto? -preguntó Soomin.

-Lo estoy -respondió firme.

-Creeré en ti pero si fallamos te responsabilizarás.

Minjeong sonrió con superioridad...

-Si tengo razón, quiero a este trozo de mierda -señaló a Changmin- largándose de aquí mañana.

Changmin, el pelmazo que le había gritado antes de que llegara Soomin se quedó paralizado...

Todavía Te AmoWhere stories live. Discover now