Mi Refugio de amor

Teresa

-¿Quién es esta mujer, Juan Carlos? - preguntó de forma grotesca

-Hola Teresa, muy bien y tu como estás? - respondió con cierto desagrado a Teresa

Teresa es la madre de la que fue esposa de Don Verduras, su suegra. Teresa, después de la muerte de su única hija, se convirtió en una anciana de 70 años amargada, triste y resentida con la vida por haberle quitado a su hija. Por lo tanto, su amabilidad y amor por la por la vida desapareció, o eso se creía.

Era la primera vez que Juan Carlos traía una mujer diferente y la presentaba como su pareja a su familia. Preparó a sus hijos y nietos de la visita de Refugio, pero no a Teresa.

Antes de la muerte de su esposa, Teresa y Juan Carlos, mantenían una relación bonita de suegra y yerno. Pero cuando sucedió la tragedia, todo se vino para abajo. Teresa, en el fondo, culpaba a Juan Carlos de no proteger a su esposa cuando fue necesario.

Ahora, Teresa, estaba presenciando lo impensable <<¿Juan Carlos trajo una mujer a la fiesta de mi bisnieta?>> se había preguntado exasperada <<¿cómo se atreve Juan Carlos hacernos esto? >>.

Pero de toda la familia, Teresa era la única que veía con desagrado a Refugio. Por mantener viva la imagen de la que fue su hija, además de madre y esposa en la familia de Juan Carlos era capaz de todo.

-Hola señora, mucho gusto-saludó Refugio tímidamente viendo a los ojos a Teresa

-Yo no diría lo mismo, señora - contestó amargosa

Refugio se quedó callada y bajó la mirada.

Los hijos de Don Verduras veían todo con desacuerdo y disgusto <<¿cómo se atreve abuela de ser tan descortés cuando ella misma nos enseñó a ser amables con los invitados? >> se preguntaban

-Abuela, esas no son formas de tratar a los invitados si mal no recuerdo-corrigió Miguel con enojo

-Intrusos-dijo mirando de abajo para arriba a Refugio-diría yo

Refugio se sintió incómoda ante tal comentario, quería llorar, pero se aguantó las ganas como la mujer fuerte que era.

-¡Bueno, basta! - dijo con enojo Don Verduras mirando a Teresa

-Juan Carlos, ¿puedo hablar contigo un momento en la cocina?- preguntó Teresa mirando a Juan Carlos de forma seria

Juan Carlos miró a Refugio y le dijo

-Mi señora bonita, ya vengo, te dejo en buenas manos-volviendo su mirada a sus hijos

-Gracias, Juan Carlos, ve tranquilo-respondió Refugio de forma nerviosa pero mostrando una sonrisa

Refugio no quería llamarle de una forma comprometedora después de lo que pasó.

Juan Carlos puso una cara triste al escuchar que lo llamaba así, cuando se escuchaba tan precioso que ella le dijera "mi amor", <<después hablaré con ella>>se dijo a si mismo.

Ambos se fueron a la cocina.

-Tranquila Refugio, no te sientas mal, mi abuela desde que se murió mi mamá ha sido otra, la afectó mucho la pérdida de su hija, nuestra mamá-dijo María con voz triste

-La entiendo, yo también perdí a un hijo, sé lo que se siente-dijo con empatía

-Pero eso no le da derecho de comportarse de esa manera con la gente-dijo levantando los hombros-usted también perdió un hijo y sigue siendo amable-indagó Miguel

-Cierto. Sin embargo, cada ser humano tiene su forma de expresar su dolor al haber tenido una pérdida, sobre todo una madre que perdió a su hija, ese dolor nos nubla el corazón y la mente . No la juzgo, más bien la comprendo-expresó Refugio con cierto lamento y tristeza en su voz