Sin volver a mirarte

1- Despertando

-Yibo, puedes contarme ¿Por qué estás aquí? ¿Qué fue lo que sucedió?- la voz de un hombre joven retumbó en las paredes del cuarto vacío-.

-¿Escucha eso?- Yibo preguntó distraído-.

-¿Qué es?- el joven le siguió la conversación esperando obtener algo mejor-.

-Es el piano, deben probarlo para que no desafine está noche- respondió concentrado en la ventana, casi como si pudiera ver el piano allí mismo -.

-Claro, lo escucho- confirmo asintiendo con la cabeza. -Ahora podrías contarme tu versión de los hechos- insistió el joven en tono amable-.

-Sí, supongo que eso es lo mejor que puedo hacer justo ahora- respondió con suavidad-.

Yibo miraba a la ventana como si se tratará de una pantalla y allí viera sus memorias.
El médico se acomodo en su asiento y lo miró con atención.

-Hace un año, justo como ahora, el sonido del piano me despertó por la mañana. Era esa canción que tanto le gusta a Zhan:

"Y bailar, como bailan la luna y el sol, a escondidas en nuestro salón, cuando nadie nos ve...."

La cabeza me dolía bastante, era como tener un globo gigante sobre los hombros. No sé explicar la sensación, pero supongo que era fuerte resaca ya que no lograba recordar nada. Me levanté con dificultad y apague el aparato.

-Yibo trata de no divagar y cuéntame todo lo sucedido por favor- el joven médico le pidió con firmeza-.

Yibo asintió, se puso de pie y tomo su silla, la llevo hasta la ventana en un espacio en el que daba el sol. Allí se sentó con los ojos cerrados, dejando el sol caer sobre toda su figura.

-Sí, te contaré todo- respondió con voz temblorosa-

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Un año atrás...

-Zhan podrías pasarme algo de ropa, iré a darme un baño- grité en voz alta mientras caminaba con dificultad al baño, me costaba abrir los ojos-.

Entré y salí rápido de la ducha.
No estaba mi ropa, ni escuché a Zhan. Creí que seguía dormido así que entré a la recámara pero estaba tendida.

-Debió salir temprano- me dije en voz baja para no preocuparme-.

Traté de no darle importancia. Abrí el clóset saque algo de ropa, después de cambiarme besé la fotografía de Zhan que estaba de mi lado de la cama.

Haikuan ya me esperaba afuera de casa, tan sonriente como siempre. Ya llevábamos muchos años trabajando juntos y siempre había sido más que un amigo, un verdadero hermano.

-Hola Yibo ¿Te encuentras bien?- me observó algo preocupado, me conocía tan bien como para darse cuenta de esos detalles-.

-Estoy bien, me duele un poco la cabeza, es solo resaca, supongo que bebí demasiado anoche, no lo recuerdo- respondí sin darle mayor importancia y subí a la camioneta-.

Tomé el celular y me puse a jugar, Haikuan al verme actuar así se calmó.

-Muy bien, solo recuerda no beber tanto en estás fechas. El trabajo puede verse afectado por eso- me advirtió con delicadeza-.

-Lo sé- respondí sin discutir-.

-Bueno, vamos primero al salón de ensayos. El profesor Qiang tiene un espacio de cinco horas para ti. Después vamos al estudio de grabación ya tienen todo listo para revisar la canción. Y al final tenemos la prueba de vestuario- Haikuan repasó todos los pendientes del día-.