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Kevin jamás pensó que su carrera fuera a terminar cuando apenas estaba iniciando. Si tan sólo hubiera pedido un cambio cuando sintió el dolor invadir los, si se hubiera ido al medio campo como había pensado, si hubiera hecho todo aquello que pasó por su cabeza en aquel momento.
Todos los días se atormentaba a si mismo pensando en todas las situaciones posibles y finales para aquel horrible día, pero de nada servía, el daño ya estaba hecho y no podía deshacerlo.

Acababa de lograr grandes cosas y todo se acabó en el mejor momento de su vida.
Se había convertido en campeón de la Liga BBVA MX con su club, había ganado un balón de oro como mejor lateral de la Liga MX, era parte de la selección mexicana, había conseguido ir al Mundial de Qatar y estaba en la mira de varios equipos europeos, pero tristemente su carrera no llegó más allá de Qatar.

Estaban en el que probablemente sería su último partido en el Mundial

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Estaban en el que probablemente sería su último partido en el Mundial. De aquel encuentro dependía si entraban a octavos o regresaban a México sin nada en manos. Todos sentían la presión y nervios de la afición y compañeros de equipo, dependía de ellos y su desempeño.

Lo estaban dando todo en la cancha, protegiendo la portería, atacando la contraria y cuidando del balón con la meta clara, clasificar a la siguiente fase.

Habían logrado meter 2 goles y dos anulados, pero aún así los mexicanos no perdían la esperanza y la destreza en las canchas. Kevin se encontraba en medio campo, atento por si se le pasaba el balón o si tenía que ir a defender la portería. Todo pasó demasiado rápido, un Árabe se acercaba veloz y feroz en dirección a la portería con el control del balón. Rápidamente Kevin corrió y se puso en posición para defender, el balón fue lanzado y su corazón se detuvo cuando no alcanzó a pararlo, todo parecía que iba a derrumbarse, cuando uno de sus compañeros tiró el balón fuera justo antes de que llegara a manos de Memo.
Todos se sintieron aliviados y siguieron con el partido, estaba por terminar y necesitaban más goles si querían seguir en Qatar.

Por la mente de Kevin pasó la idea de regresar al medio campo, pero fue desechada ante el inminente pensamiento de un gol anotado por los árabes. De haber sabido lo que pasaría habria hecho caso a aquella idea.

Nuevamente el mismo jugador que anteriormente se había acercado tenía en su poder el balón, todos se acercaron para intentar robarselo, pero sus intentos habían sido en vano y el balón había sido tirado, con la esperanza de meter un gol, fallando en el intento y dándole un balonazo en la cabeza al pobre e inocente Kevin, quien no tuvo tiempo a esquivar el balón o tan si quiera golpearlo, cayendo en seco al césped sintético.
Rápidamente el partido fue detenido y los compañeros del mexicano se acercaron a revisarlo y ayudarlo.
Kevin no tardó en abrir los ojos, adolorido,confundido y con un insoportable pitido en sus oídos. Debió hacer caso a esa señal.

El público estaba totalmente atento al mexicano, preocupados por el y su estado, pero rápidamente se aliviaron cuando lo vieron levantarse, en cambio sus amigos y compañeros se habían puesto histericos y preocupados diciéndole y pidiéndole que se acostara y esperara a los paramédicos, pero el joven pelinegro se negó y los ignoró, lo que menos quería era preocupar de más a todos y ser sacado de la cancha, estaban tan cerca de terminar el partido y de ganar, no podía y se negaba a estar en las bancas para cuando llegara ese momento.

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