Louziel rodó los ojos, cruzándose de brazos y lo observó de arriba abajo, despreciandolo con su mirada, odiaba esa familiar sensación de sentirse juzgado con esa mirada de orbes, ahora, azules como el mismo océano.
— Entre los humanos, mí nombre es Louis, deberías aprender a no pronunciar nuestros nombres en este indigno lugar. — respondió de manera desinteresada. — Y ¿Creíste que no sentiría tu porquería de presencia en mí territorio?— Indigno lugar. — repitió con ironía. — no haz querido dejar este indigno lugar desde hace tiempo, hasta te adaptaste a sus... Costumbres y estilos. — señaló si vestimenta y su estilo. — ¿Por qué será eso, Louis?
— No rindo cuentas contigo, pequeño inútil. — bufó. — Nuestro Rey me ha ordenado que te ayudará a adaptarte a estar aquí, ya que por lo que veo, lo estarás por muchos milenios, hermano. — sonrió burlón y sus ojos brillaron.
— Tú, quien siempre ha estado buscando un paso en falso mío para burlarte de mí, ¿Vas a ayudarme? — el mayor encogió sus hombros y asintió. — ¿Y en qué vas a ayudarme exactamente?
— Bueno, primero te ayudaré a verte más... Humano, esos trapos delataran que eres un bicho raro. — señaló su atuendo infernal.
— ¿Y dónde se supone que podré cambiarme? Ni siquiera he podido tomar mis cosas ya que Satanás me ha dado una patada en mí culo.
Negó rodando los ojos.
— Vamos a mí auto. — indicó. — por si sabes que es, es un transporte individua-...— Sé lo que es un maldito automóvil, Louziel. — se quejó subiendo al asiento de piloto.
— Oh no, pequeña mierda, no conducirás a mí bestia ni en un millón de años. — declaró el mayor. Lo empujó hacia el asiento del copiloto y arrancó el auto, sacándole de aquella miseria de zona. — Entonces, ¿Por qué estás aquí en primer lugar?
— Debo recuperar un alma.
— ¿Un alma? ¿Cómo pudo escapar un alma? — fingió intriga.
Rodó los ojos.
— No me vengas con estupideces, ya sabes lo que sucedió. Eres el primogénito de Lucifer, no sé en dónde empieza su culo y dónde termina el tuyo.— Bien, lo sé, pero, ¿Por qué la liberaste? Mira que yo he sido rebelde hace unos miles de años, pero jamás he hecho algo así, eso ya es mucho decir.
— No te diré una mierda. De cualquier manera voy a encontrarla.
— ¿Si sabes que en la tierra pasarás milenios buscándola, cierto? Hay más de siete billones de personas.
— Estos seres repugnantes no van a ser un problema para mí.
— Zaikel, esto no es un juego, padre no está contento por como hiciste las cosas, no se trata solo de recuperar esa diminuta e insignificante alma, esto es porque haz faltado el respeto al Rey del inframundo, ¿Que fue eso de hacer esa rebelión frente a los subordinados?
— Veo que te haz vuelto todo un dramático al estar aquí. — negó.
— Estoy hablando en serio, Zaikel, fue una falta inadmisible la que haz cometido y deberías estar agradecido con él porque el castigo pudo haber sido peor. ¿No recuerdas lo que pasó en tu bucle?
Lo recuerda, claro que lo recuerda, a veces siente que está de vuelta allí en cuanto cierra sus ojos, más no se mostraría vulnerable ante su hermano.
— Te ves como un humano cualquiera, ¿Que te sucedió? — preguntó cambiando el tema de conversación.Bufó y negó.
— No creerías que iba a mostrar mí ser real entre los mundanos, los cerebros de los humanos no tienen la capacidad para entender nuestra naturaleza, Zaikel, así que tuve que adaptarme a ellos, fingir ser uno más, se me dió bastante bien. Tengo un trabajo y todo el combo.
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Hell's guy. (ZIAM) (PAUSADA)
FantasyNo te atrevas a desafiar a un príncipe, no si no estás dispuesto a pagar por ello.