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Selena
— Buen diaaaa, ¿hermosa mañana, verdad? - hablo Lauti a Dibu que lo grababa.
Rei divertida por su imitacion a Francella, parodiandolo. Hoy era 19 de diciembre, ayer habiamos salido campeones del mundo y creo que nunca nos vi a todos tan felices. Hoy no habian malas caras, silencio o seriedad. El haber ganado el mundial disparo nuestra serotonina al maximo, haciendo que no paremos de sonreir y festejar.
— Amor. - Corri mi mirada del toro al escuchar la voz de Julian.
— ¿Que paso? - pregunte curiosa.
— Dame un beso. - Hizo puchero.
Sonrei divertida e hice lo que pidio, atrape sus labios en un dulce beso. Pude sentir la sonrisita que se formaba en su boca en el medio del beso.
— ¡Ring ring ring, cordobes termino tu tiempo!. - Nos separamos sobresaltados por el grito de Maia.
— Es increible que tenga limite de tiempo para estar con mi novia. - Bufo molesto el castaño.
Mi mejor amiga sonrio socarrona y lo obligo a levantarse.
— Ya dejamos claro que si queres estar con ella, hay reglas a seguir y una de ellas es: yo soy la privilegiada en esta situación. Respeta tu lugar, subordinado. - Hizo un gesto con su mano que me causo gracia y una carcajada se salio de mi boca.
Rapidamente me tape con mi mano al sentir la mirada asesina de Juli.
— Y bueno, hermano, ya es hora de que lo aceptes. Yo ya lo hice. - Aparecio Enzo, apoyando su mano compresivamente en el hombro del cordobes.
— Esto es increible. - Empezo a murmurar entre dientes y se sento junto a su mejor amigo.
Gire mi cabeza para ver a la mia, quien ya tenia una pelicula preparada en su tablet y auriculares compartidos. La mire divertida y negue con mi cabeza, aceptando uno de los auriculares que me extendia.
Antes de empezar el viaje de regreso a Argentina, Julian y Maia querian sentarse al lado mio. Al no soportar mas su pelea por quien se sentaba conmigo, e ignorar completamente al pobre de Enzo cuando intento callarlos, terminaron haciendo un trato que la mitad del viaje iba primero Juli al lado mio y despues intercambiaba lugar con Maia.
— Ya fue, Juli, olvidate de ella y veni conmigo. - Escuche justo detras como Enzo le hablaba al castaño.
Me gire y asome mi cabeza por el hueco de los asientos, mirando al 24 de argentina con mi mejor cara de culo.
— Mira, negro, retira lo que dijiste si no queres que vaya ahi y te arrance los pelos. - Amenace.
— Volve a lo tuyo vo', tonta, dejanos tener nuestra conversación. - Golpeo el asiento, sobresaltandome.
Mordi mi labio, divertida, y me concentre en la pelicula antes de que Maia me agarre a las piñas.
