Dia 4: Embarazo

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11 de febrero

Los cambios dan miedo, la mas pequeña de las variaciones puede resultar aterradora, por lo que un gran cambio significa un miedo aun mayor.

Kohaku no podía explicar lo aterrada que se sentía cuando descubrió que estaba embarazada y las preguntas no tardaron en llegar. Ella no tenia mucha experiencia cuidando niños,  su hermana hace poco había dado a luz a un pequeño y por el momento era su mayor referencia pero de ahí en mas, ninguno de sus amigos había tenido hijos aun, se sintió bastante asustada, ¿como le diría a Senku? Él tenia un proyecto de vida, ella también, pero esto...

Un bebe no estaba en sus planes, ni siquiera se habían casado aun, solo vivían juntos, ¡por Dios! ¿Qué debían hacer? ¿Qué debía ella hacer?

—Senku...—durante la cena de aquella noche, Kohaku se sentó en el comedor algo intranquila, sin mirar a su novio y jugando un poco con la comida.

—¿Qué ocurre, leona?—Senku levanto la mirada del celular al no recibir respuesta inmediata y noto al instante el extraño comportamiento de la chica. El como movía la pierna, como miraba todo menos a Senku, y el como jugaba con la comida; Senku dejo el celular de la mesa y dejo de comer, acerco su mano a la mas cercana de ella.

—Leona,—apretó la mano de la chica, obligandola a mirarlo. Ella lo hizo, con los ojos irritados, llenos de lagrimas y apunto de derramarlas todas. Él la miro algo confundido—¿qué ocurre?—

—Senku, yo...—pero no pudo completar la oración, sintió un repentino asco y se levanto corriendo de la mesa para ir al baño donde azoto la puerta, y con esto, Senku se preocupo verdaderamente. Fue a alcanzarla y tratar de abrir la puerta del baño pero esta tenia seguro.

—Leona, ábreme— solo podía escuchar las arcadas en el baño—, ábreme o mínimo dime que estas bien, ¿comiste algo en mal estado?—intento forzar la puerta, pero no logro nada, otra arcada. Por fin silencio y después sollozos, obviamente Senku ya estaba bastante alarmado.

—Kohaku, por favor, dime que pasa, ya me estas preocupando muchísimo, ¿estas bien?—sollozos mas fuertes.

—Senku, no quiero que me odies—. Alarmado y confundido así se sentía Senku.

—¿Como podría odiarte? Eres mi novia, estoy preocupado por ti, dime lo que pasa—

—Me vas a odiar—

—No lo haré—

—Lo harás—, Senku se froto la cara con las manos, comenzaba a exasperarse.

—Kohaku, no hay nada que puedas hacer que me haga odiarte. Tal vez destruir algo del laboratorio pero eso no paso, ¿verdad?—silencio y eso le hizo preguntarse si aquello iba de eso, sobre el laboratorio.

—No, no se trata de nada roto en el laboratorio—, Senku suspiro aliviado.

—Lo ves, entonces no pasa nada, dime que es lo que tienes—, puso la frente en la puerta—habla conmigo, leona—. Tuvo que esperar un momento, pero al final se abrió la puerta abruptamente, casi tirándolo, miro a la leona, con sus ojos algo hinchados, pero ella no le regreso la mirada.

—Koha...—

—Estoy embarazada—dijo ella rápidamente, dejando pasmado a su novio en el acto. El cerebro de Senku que podía resolver enormes ecuaciones difíciles para cualquier mortal, se detuvo un momento analizando la información. Fueron los sollozos de Kohaku lo que lo hizo regresar.

—Lo ves, me odias, no debí decírtelo, es todo mi culpa—. Frente a Senku estaba una chica triste, confundida y embarazada, por lo que su cerebro le dejo el mando completo a su corazón y este que estaba esperando capitanear, lo invito a abrazarla, cuando por fin la tuvo entre sus brazos, los sollozos aumentaron, él solo se limito a sobar su espalda y mantener su agarre al rededor de su cuerpo con firmeza, hasta que ella por fin logro calmarse.

—Es mi culpa, me odias—dijo ella en un susurro contra su pecho, Senku rio un poco, deshizo levemente el abrazo e hizo que lo mirara.

—Kohaku, recuerdame, ¿que tiene que pasar para que la reproducción humana suceda?— Ella lo miro confundida.

—¿Eh?—

—¿Cómo se da la reproducción del ser humano?— Los colores se le subieron un poco a la cara a Kohaku.

—Hay que tener sexo—Senku volvió a reír un poco ante la timidez de la chica, en ese momento no aparentaba ser la leona que era en esos momentos de intimidad con él.

—Correcto al 10 mil millones por ciento. Y para tener sexo, ¿se necesita solo una persona?—

—N-no—

—Correcto otra vez, leona; se necesitan dos personas, para tener sexo y poder reproducirse, así que no quiero volver a escuchar que es tu culpa, porque para tener un mocoso se necesitan dos personas, tu eres una y yo soy la otra, no pienses ni por un momento que te dejare sola, ¿entendiste?— Kohaku ya no lloraba, tenia la cabeza recargada en el pecho de Senku, escuchando su agitado corazón, tenia miedo. Y aun así se la arreglo para sonar tranquilo y calmarle los nervios. La hizo sentir tan segura y confortable que no dudo en responderle.

—Si, entendí, al 10 mil millones por ciento—.

Permanecieron abrazados, Senku la guió hasta el sofá, donde no se separaron, amasando entre ellos el futuro y la variación de sus planes de vida. A Senku tener un mocoso no le molestaba, había sido criado por un excelente adulto y quería ser igual de bueno o mejor en la crianza, tal vez no estaba en sus planes principales, pero como buen científico, ya había contemplado las millones de variantes de podrían llegar a suceder, ademas, no estaban solos sabia que una vez les dieran la noticia, sus familias y amigos los apoyarían.

Todo iría bien, al 10 mil millones por ciento seguro.

Fin.

Ay, no, todo mal jaja, pues verán, como les dije anteriormente trabajo en una floreria, sooo, tengo super poquito tiempo y ayer se descompuso mi celular así que menos pude subir nada, porque desde la computadora no recuerdo mi contraseña y no pude acceder, me prestaron un celular, medio pude recuperar mis cuentas y así, pero bueno, hoy toca doble actualización jaja, muchas gracias por leer, espero que les guste.

Bye 🌠

Semana SenHaku 2023Where stories live. Discover now