capitulo 11.

966 162 37
                                    

Hmm...

- ¡Explosión!

Hmm...

- ¡Explosión!

Hmm...

- ¡Explosion!

Hmm... Me doy cuenta del desperdicio de tiempo que Estoy haciendo.

Por un lado, Megumin ha mejorado mucho en su magia explosiva pero... De nada sirve que lo pueda usar si después caerá agotada al suelo.

Yunyun por una parte, cuenta con varios hechizos útiles y... No es tan... No es tan Megumin.

Son polos opuestos.

Aunque bueno... Aún no me quito el hecho que solo tenga trece años.

Se han agotado las misiones, ahora los aventureros han comenzado a migrar.

Apesar de ser una ciudad pacífica y el ser perfecta para aventureros, tener a un comandante del rey demonio en las cercanía cómo lo es verdia no es algo que les guste.

La recompensa por derrotar a verdia se disparo... Se disparo...

- Iremos a un calabozo.

Cuando nos dirigimos al calabozo, aprendí un par de nuevas habilidades para ello.

- ¡No veo nada, kazuma!

Si, parece que aqua puede ver perfectamente bajo la oscuridad... Pero parece que yunyun y Megumin no pueden.

- Solo toma del brazo de aqua o mío, lo mismo va para ti yunyun.

Boing

...

Cielos, son más esponjosos de lo que pensaría.

- kazuma-san ¿Le molestó?

- No.

[Detección de enemigos]

...

¡Su put@ m@dre!

Ko-no-su-ba

Bien, al parecer solo era un monstruo común de cuevas, un gremlin para ser exacto.

Si no me equivoco, este sería el quinto trauma para aqua... Esto ya empieza a dar pena.

Yunyun al oír los gritos de aqua lanzo una docena de hechizos al pobre monstruo.

El pobre quedó irreconocible.

Hmm...

Esto es monótono y aburrido, solo diré que nos encontramos un liche con una esposa muerta.

Nos dió un pequeño tesoro después de que aqua lo perdonara de sus ¿Pecados?

Bien...

Con el poco dinero que tenemos y gracias a qué yunyun amablemente contribuyó en la mansión...

- ¡Ya no aguanto yunyun! Todas las noches tengo que dormir sin cobijas mientas el frío me daña

Megumin ha utilizado a yunyun para sus propios beneficios...

- ¡Cla-claro Megumin!

si... ¡Soy kazuma!Where stories live. Discover now