¿Te gusta él?

531 27 0
                                    

Varios días después...

No había visto a Pablo en una semana. Así que lo fui a buscar, al campo.

Estaba en las canchas, entrenando, así que solo me bastó con entrar, ahí, para que me viera.

Pablo—¿Ya aclaraste las cosas?

Pili—Hola, por lo menos ¿no? Vamos a hablar.

Pablo—Vale, pues tú dirás.

Pili—Vamos a los vestidores. Que con el ruido qué hay aquí, dudo que escuches algo.


Llegamos a los vestidores y yo me senté en una de las bancas, mientras Pablo, estaba enfrente de mi, y con una cara de seriedad.

Pili—Pues... estuve pensado las cosas, y yo no tengo la culpa de que Pepo haya venido a España.

Pablo, solo bufo y se rio sarcásticamente.

Pablo—¿Pepo? Ya también le pusiste apodo.

Pili—Pablo, así le he dicho, desde que lo conozco. Y tú sabes que yo no lo quiero a él.

Pablo—No te creo, claro que te gusta.

Pili—Puedes dejar tus celos aun lado, que así cómo estás, esto no va a funcionar.

Pablo—A ver, es que la que ha hecho que esto no funcione eres tú.

Pili—¿Perdón?

Pablo—Que tú provocaste todo esto.

Pili—Eres un idiota. ¿Acaso yo me puse como loca cuando Ana, se te estuvo insinuando? Piensas que no he visto, todo lo que publica de ti en redes, y lo peor es que tú le respondes. Yo ya he puesto mis límites, ahora, te toca ponerlos a ti.

Pablo—No la voy a tratar mal.

Pili—Perfecto, entonces yo no trataré mal a Pedro, porque tú no pones límites.

Pablo—Vale.

Pili—Entonces te vas a quedar de egoísta, y no vamos a solucionar nada de esto. ¿Quieres que nuestra relación se vaya a la mierda?

Pablo—No.

Pili—¿Entonces? ¿Por qué actúas así? Eso no lo conocía de ti, Pablo.

Pablo—Pili, te amo, y odio, de verdad, que otro chico se acerque a ti.

Pili—¿Pero tú si puedes hablar con otras niñas? A mi no me molesta que lo hagas, de eso va tu deporte, que puedes ser talentoso, pero eres guapo, y la mayoría solo se te acerca por eso, y yo no me voy a poner celosa. Simplemente quiero que pongas límites, como yo lo hago.

Pablo—Okey, perdón, perdón por no hacerte caso, y estar de enfadoso todos estos días.

Pili—Así eras de niño, alejabas a todo el que me quería hablar, y eso que no éramos nada.

Pablo—Desde pequeño fui celoso, y tonto, porque no te dije lo que sentía. Si pudiera regresar el tiempo, antes de que te fueras te hubiera confesado lo que sentía, pero el miedo me ganó, sobre todo pensaba que me ibas a rechazar.

Pili—Pudo a ver sido raro, pero mira, que bueno que me fui, así pudiste madurar un poco.

Pablo—¿Tú nunca sentiste nada por mi?

Pili—Mmm, pues... a veces solo me sorprendía por tus acciones, o sea que me asustaba cuando me tratabas bien, o me defendías de alguien, pero así como tener en claro que me gustabas, no.

Pablo—¿Y ahora si te gusto?

Pili—Mmm, no. Me encantas, tonto, ¿cuantas veces te lo tengo que decir?

Pablo—Todas las veces que puedas.

Me acerqué a Pablo y le di un beso.

Pili—Que no se te olvide, que cuando estoy con alguien, es porque estoy. Si yo te quisiera dejar, te lo voy a decir, y espero que tú pienses lo mismo, a mi no me gustaría que me hicieran perder el tiempo.

Pablo—Y conmigo, no lo vas a perder, porque sabes que te amo.

Pablo se acercó a mis labios para unirlos en un corto beso, junto mi cuerpo hacia el suyo, y cambio de posición, ahora él estaba sentado en la banca y yo sentada arriba de él.

Pili—Ni creas, que lo vamos a hacer aquí.

Pablo—¿Por qué no? (Me dijo sin separar su boca de la mía).

Pili—¿Si nos ven? ¿Las cámaras?

Pablo—Ahora las volteó.

Pablo se subió arriba de la banca y con su mano, volteó la cámara que nos apuntaba.

Pili—Estas loco.

Pablo—Estamos locos. Anda un rapidín, para mejorar mi rendimiento.

Pili—Eres un tonto.

Pablo me volvió a besar y se sentó, poniéndome encima de él.

Creo que este rapidín, iba de besos y con ropa puesta, porque Pablo, solo bajó su short y bajo el zíper de mi pantalón, junto con mi ropa interior, y ya había entrado en mi.

Un pequeño gemido salió de mi boca, pero al instante Pablo, lo callo con un beso.

El chico me tomaba de mi cintura, que estaba descubierta, porque traía un top, y hacía que diera pequeños brincos, para acelerar los movimientos.

Pili—Más, Pablo. (Decía entrecortada).

El chico me tomo de la espalda y me junto más hacia el. Ambos nos movíamos, haciendo fricción en nuestro cuerpo, y acelerando mucho más los movimientos, hasta que acabamos. Los dos con la respiración acelerada, pero disfrutando de esto que era estar juntos.

Pili—Te quiero. (Me separe de él y le di un beso).

Pablo—Te quiero mas, Pilar.

Yo solo rodeé los ojos.

Pili—Sabes que odio que me digan así.

Pablo—¿Por qué?

Pili—No se, se escucha grosero.

Pablo—Claro que no, tu nombre es muy bonito. Y si te lo digo yo, suena mucho mejor.

Pili—Entonces te voy a empezar a decir Dumbo.

Pablo—Vale, igual ya me he acostumbrado, y si me lo dices tú, suena bien. Pero si me lo dice alguien mas...

Pili—Nadie te lo va a decir, porque es mi apodo.

Pablo—Yo también te quiero poner un apodo, te voy a decir "Pilita".

Yo solo reí.

Pili—Mira, que original, nadie me lo había dicho antes.

Pablo—Entonces ya quedó, guapa.

Pili—Okey, Dumbo.

Ambos nos reímos y nos volvimos a acercar a besarnos.

Solamente si es con él Where stories live. Discover now