Capítulo II

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Se oyeron los fuertes golpes a la puerta de madera, se oyó un gruñido enojado, Yosano que aún estaba media dormida abrió la puerta, frotó sus ojos mirando con una pequeña sonrisa cansada al joven, de ojos cerrados el mapache que se encontraba en l...

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Se oyeron los fuertes golpes a la puerta de madera, se oyó un gruñido enojado, Yosano que aún estaba media dormida abrió la puerta, frotó sus ojos mirando con una pequeña sonrisa cansada al joven, de ojos cerrados el mapache que se encontraba en los hombros del esposo de su dueño bajo y entro a la casa como si fuera la suya

El joven dio unos pasos y se adentró a la casa, Yosano bostezo y cerro la puerta, el joven miro toda la casa tenía una pequeña bolsa y no borraba su sonrisa

- Ranpo ¿Qué haces aquí?

Pregunto la joven mirando curiosa, el de ojos cerrados se adentró en una habitación en donde se encontraban un joven albino y uno pelinegro donde se encontraban durmiendo tranquilos, dio una sonrisa

Y como si se tratara de lo más normal, se tiró encima del albino haciendo que este despertara asustado, confundido y adolorido

El de ojos cerrado se paró sin borrar su sonrisa, entreabrió los ojos y miro a su lado derecho al joven pelinegro que se estaba despertando por el grito

- Bien, ya que están despierto vamos traje algo de comer

Salió de la habitación dejando a ambos jóvenes, se miraron entre sí y con pereza se pararon de su cama

Ambos salieron y miraron como el de ojos cerrados abrió sus ojos mirando a ambos jóvenes, pero más al pelinegro, este alzo un poco sus hombros y no le tomo importancia

- Hmn, por alguna me recuerdas a alguien

Dijo el joven de ojisverdes el pelinegro se detuvo y movió un poco su cabeza

- ¡Ah! No importa odio recordar cosas

Dijo con poca importancia, pero dejando al pelinegro confundido y curioso, saco de su bolsa pequeños platos que gracias a Dios no se regó nada

- Mi esposo hizo la comida si no les gustan díganmelo y yo con gusto me lo puedo comer

Dejo los platos en la mesa, en eso el pelinegro se dio cuenta de que aún faltaba su hermana, miro a una de las habitaciones esperando que esta saliera en cualquier de ellos y la cual no demoró mucho que el sonido de la puerta abrirse llamo la atención de todos dejando ver a una joven pelinegra media dormida y bostezando

- ¿Hmn?, Es la primera vez que me levanto y tú ya estás despierto, Hermano

La menor de ambos hermanos flotó sus ojos, se estiró y miro con una sonrisa a los que se encontraban en la mesa, se sonrojó un poco al notar como ella era la última en despertarse

- ¿Hermano?

Murmuró Ranpo abriendo un poco sus ojos y mirando a ambos hermanos que ya se encontraban juntos

- vuelvo con mi pregunta ¿Qué haces aquí, Ranpo?

- ¡Oh! Usted ayer me dijeron que querían ir a un lugar

La leyenda de la maldición del puebloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora