Capitulo 1

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Es una hermosa mañana de sábado, el sol se filtra por las cortinas, dándole a la habitación una cálida luz, aunque para la ocupante de la cama no es muy agradable sobre todo cuando el despertador empieza a hacer un ruido molesto, anunciando que ya es la hora de levantarse. Una mano sale disparada de entre las sábanas para acabar con ese suplicio. Una cabellera castaña, se agita tratando de descubrir un rostro donde unos ojos muy somnolientos tratan de decidir si se abren o no.

Entreabriendo sus ojos, ella toma su celular, ve el día y hora que es. Restriega de manera nada delicada sus ojos, uno de sus orgullos ya que son herencia de su abuela. Suspira de manera audible y a desgana se levanta de la cama, normalmente es madrugadora, pero en sábado es complicado que el cuerpo no extrañe la cama. Sobre todo, si tuvo una semana muy difícil en la universidad y en su trabajo.

Se estira casi cual gato a un lado de su cama, con sus escasos 1.55 siente que podía tocar el techo de su habitación.  Se dirige al baño para hacer su rutina matutina que incluye una ducha y su acostumbrada pelea con su cabello, odia que sea largo hasta la cintura y según ella que sea muy malcriado, ya que si lo quería lacio se enchinaba o viceversa.

Después de su baño, su piel apiñonada es cubierta de una fragante crema, ella ama que su fragancia dure, al punto que tiene la colección completa de su perfume. Toma su conjunto de lencería, la cual le gusta que tenga encajes, texturas suaves, de seda, satín, en varios colores, que combinen, etc. Podía vestir ropa nada favorable, pero el saber que llevaba ropa interior de lo más sexy, la hacían sentir de maravilla.

Eligió unos delicados Boyshorts de encaje negro y un sujetador del mismo material, unos jeans color negro y una blusa de satín azul claro. Se mira en el espejo y revisa que todo este perfecto, no importa si solo va al trabajo o a la escuela, le gusta ir siempre impecable.
Con una pequeña mueca de aprobación, va a su tocador y toma un estuche donde guarda sus lentes de contacto, este mes usa un par de color verde malva. No tarda en colocárselos, gracias a la práctica, toma a continuación su maquillaje, el cual su única amiga Charly, le enseño a aplicarlo, así que tarda muy poco en cubrir su rostro de sombras, correctores, etc. lo necesario para lucir radiante.

Su cabello es lo siguiente, pero como siempre tarda más de lo que quisiera en arreglarlo. Tiene siempre esa pequeña batalla con el cepillo, aunque termina con una trenza sencilla, ya que sabe que después tendrá que cubrirlo, con una última mirada al espejo ve que aún tiene tiempo de desayunar algo.

Va hasta su pequeña cocina que contiene lo básico. Una parrilla, un mini refrigerador, un horno y un mueble con los alimentos y utensilios de cocina. Calienta un poco de agua para café, mientras prepara un pan tostado con mermelada.

Minutos después, toma asiento y toma su muy sobrio desayuno, mientras una libreta, ya muy desgastada es abierta en una página en específico, donde varias anotaciones están remarcadas, aunque una llama más la atención.


Negociar próxima renta

Suelta un suspiro ya que aun cuando gana lo suficiente para estar en otro lugar, su pequeño departamento se ha convertido en su hogar. Cuando ella llego estaba pintado de un horrible amarillo, ahora en tonos pastel era muchos más agradable y acogedor. Aparte de su recamara, baño y cocina tiene una zona de descanso, un sillón muy cómodo de color rosa y un pequeño televisor, donde puede despejar su mente luego de estar horas trabajando.  Lo malo es que su casero creía que al estar en una zona cada vez más popular, debía de cobrar como si fuera una casa de 10 pisos.

Antes de que ella pudiera seguir leyendo y pensar cómo lograr eso, suena su teléfono. Con una sonrisa contesta, ya que quien la llama es Charly.

—Buenos días, Melody. Espero ya estés levantada.

MELODÍA DEL CORAZÓNWhere stories live. Discover now