Capitulo 2

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Melody estaba teniendo una noche ajetreada, resultado de la noche de animalitos. Aunque no se salva de algún roce o halago, trata de mantener, la sonrisa en su rostro. Sentía en su piel el sudor y el calor de varias horas de trabajo. Toma un trago de agua y poniendo un poco de hielo en su boca, sigue con su trabajo.

Atiende sus mesas de manera rápida, mientras de reojo observa a su amiga Charly coquetear con unos clientes. Ella siempre es coqueta, alegre, logrando que los clientes se sientan a gusto algo que a Melody le cuesta hacer. Hasta Paolo y Carlos ambos bármanes del lugar tenían la atención de varias mujeres en el lugar.

Unas campanas empiezan a sonar en el lugar y los clientes empiezan a aplaudir, ya que saben que el espectáculo principal estaba a punto de comenzar. Siempre en las noches especiales sucedía un baile sexy, candente, lo cual servía para que un posible cliente se animara a contratar a alguno de los chicos del bar o para darle algún bono a un bailarín. Una canción muy sensual se escucha en el lugar Earned it de Weekend la canción era sugestiva, aunque la letra un poco ruda.

La cual levanto el ánimo en los asistentes, la mayoría de los meseros se plantan en la pista de baile, empezando a bailar. Algunos se acercaban a los clientes, otros desde la distancia, pero todos tenían en mente un objetivo, agradar al cliente. Excepto Melody, ella solo dejaba que la música la envolviera, que guiara sus movimientos.

Melody se movía, perfilando con sus manos sus curvas, haciendo que más de uno quisiera su compañía. Ella disfrutaba de la música, solo de eso cuando de pronto sintió las miradas.

Sabía que se trataba de ellos, hace un par de meses tenía esa sensación de que alguien la observaba, al principio no lo tomo en cuenta ya que con los trajes que usaba o la escasez de ellos, era lógico que la vieran con ojos no tan decentes, pero esas miradas en particular la hacían por primera vez ser consciente de su femineidad. Era una mirada como si quisiera ver su alma, su ser. La otra como si quisiera poseer su cuerpo.

Mientras seguía bailando Melody trata de ubicar a los dueños de esas miradas. Tarda un poco, pero localiza a uno de ellos, está a su derecha, cerca de las salas de karaoke.

Alto, buen físico, cabello negro, unos ojos verdes que desnudan y una sonrisa cautivadora; Alex se llama, varias de las chicas estaban muy interesadas en él, aunque se desilusionaban ya que nunca ha pedido estar con alguna de ellas y si alguna se lo sugería, el declinaba. Algunas dijeron que tal vez era gay ya que casi siempre iba con un chico rubio, Melody no lo sabía con certeza, aunque muy en el fondo esperaba que no.

Sigue buscando y sabe que el dueño de la otra mirada esta al fondo del lugar, entre las sombras, siempre estaba bien acompañado ya sea por chicas del bar o por amigos que venían con él. Brody lo llaman, aunque algunas chicas dicen que el ama que le digan amo. Melody no tenía ni un poco de ganas de comprobarlo.

La gente del bar aplaude emocionados, mientras los últimos acordes musicales se diluyen, algunas chicas circulan por el lugar por si alguien quiere a alguno de los bailarines en su mesa o cama. Melody toma de nuevo su bandeja y ve que tiene ya varios pedidos ya que siempre tenía gente en sus mesas, cuando siente que le tocan el hombro. Charly la mira seria y Melody sabe que es algo grave.

— Candy quiere hablar contigo ¿Necesitas ayuda?

—Si me ayudas con mis pedidos en lo que regreso, estaré muy agradecida.

—De acuerdo corazón. Solo ten cuidado ¿De acuerdo?

Melody extrañada por las palabras de su amiga, le deja su bandeja y se dirige a la oficina. Toca la puerta, entra y cierra la puerta, se acerca al escritorio donde esta Candy.

—Como siempre maravillosa Melody, si no le fuera fiel a mi amado, te lo juro que te llevo a lo oscurito.

Melody sin querer suelta una carcajada.

—Claro si no fuera por tu amorcito lo harías, pero sabes que las chicas no son lo mío.

—Bueno no dirán que no lo intente. Toma asiento quiero desplegar esta oferta para ti, tal vez esto si lo aceptes.

Candy la toma de la mano y la lleva hasta una pequeña mesa y un par de sillas que ven hacia el bar, aunque un cristal tintado les da privacidad. Su jefa le muestra no uno, si no dos cheques, Melody intrigada los toma y lee la cantidad de cada uno de ellos, tantos ceros en él la intrigan, los había visto en prácticas escolares o en las novelas cursis que la hacían ver Paolo y Marco, nunca en su vida real.

—Candy es demasiado dinero, si es por mi cumpleaños no lo creo. Esto es— agita los cheques— ¿Dime que truco hay en esto? A quien he de matar para tenerlos.

—Tengo una petición de uno de los clientes para ti.

— ¿De qué se trata?

—En unos días es su cumpleaños, pide que vayas tú y Charly. Ya sabes quiere su baile candente.

Un día con unas copitas de más y una muy generosa propina ambas habían bailado más que sugestivamente una canción de una cantante de moda, así que ahora muchos pedían ese baile, pero ella solo lo hacían en ocasiones muy especiales.

—Muy bien, aunque también pide que ambas vayan con él a su habitación y pasen la noche ahí.

—Ni hablar, el otro cliente ¿Qué pide?

—Sabes que respeto a pocas personas y tú eres una de ellas, estos años de que nos conocemos haz hecho que te tome mucho cariño. Sabes que en los negocios no soy dada a dar explicaciones y mucho menos doy cuenta de mis negocios, pero por ser tú te doy esta concesión. Este caballero quiere pasar tiempo contigo y

— ¿Y?

—Que seas su acompañante las próximas semanas también quiere tener sexo contigo— Candy hace un gesto deteniendo su respuesta— Se tu postura ante eso y sabes que la respeto, pero también piensa un poco con la cabeza fría, sé que el dinero no lo es todo, pero esto –agitando los cheques— no pasa todos los días. Además, le deje muy claro que tendrías la última palabra sobre esto. Ambos aceptaron, pero uno de ellos se molestó.

Melody se puso a pensar un momento sobre la situación, Candy tenía razón, esa cantidad de dinero era demasiado para que dijera que no. Aunque no por eso la dedición es sencilla

—Candy a todo esto ¿Quién te pido esto?

—Ya te habías tardado en preguntar, pero te tengo una mala noticia, no te puedo decir. Los tengo a ambos en una de las salas VIP.

Melody se quedó impactada.

—¿Porque lo hiciste? A mí no me gustaría que estuvieran juntos.

—Claro que lo sé –dijo encogiéndose de hombros— También se los propuse, pero se negaron, en verdad quieren estar contigo— Candy ve la hora – No quiero apresurarte, pero necesito tu respuesta.

—De acuerdo Candy— dijo enderezando los hombros— acepto ambas propuestas si Charly está de acuerdo, pero permíteme hablar antes con ambos, si aun después de escucharme siguen queriendo estar conmigo, aceptare.

—Muy bien cariño, esto -señalando el cheque- será tuyo al terminar la noche. Apresúrate a la sala, ya di las órdenes de que atiendan tus mesas durante este tiempo.

—Tan segura estas de todo— dijo Melody con burla

—Cariño, se mi negocio y de mujer a mujer, ambos están como para comérselos. —Con un guiño y un gesto muy sugerente, Candy la despide. 

Continuara...

MELODÍA DEL CORAZÓNWhere stories live. Discover now