Las Aventuras de la familia Messichoa. (En Pausa)

Una cena incómoda, que terminó mal.

Joseph veía a su hermana correr por su habitación, Michael estaba a su lado. Ambos mirando a la chica buscando un conjunto de ropa para su hermano.

- Clarisa, no iré a una gala - replicó Joseph tirándose hacia atrás callendo en la cama - no es para tanto!

-¿No es para tanto?....- la alfa detuvo sus movimientos para ver a su gemelo - tendrás una cita con un chico!!, Tu primera cita!!, Así que sí, sí es para tanto!!-

Ambos chicos se alejaron un poco de la contraria, lo último que querían era que ella los golpeará. Cuando la alfa obtuvo un conjunto de ropa apropiada para su hermano se lo tiró a la cara.

- Ve a cambiarte, rápido!- señaló el baño.

El chico se levantó con la ropa en las manos y se metió al baño.

- Y.... qué harás con...ya sabes - murmuró Michael a Clarisa.

- Le pedí a papá que prepará una cena, ya que les quería presentar a alguien - murmuró igualmente.

- Creí que no, querías que nadie se enterará de tu cortejo hacia Samuel - le miró de reojo.

- Bueno, ya paso una semana, mis padres merecen saberlo - se encogió de hombros - además de que, también invité a los padres de Samuel.

- Estás loca?, Esto saldrá mal, lo sé, saldrá muy mal.

- No te preocupes, yo sé que todo saldrá bien, te lo aseguro.

Michael negó, el sabía que todo aquello saldrá mal. Algo le dice que así, será.

La puerta del baño fué abierta, Joseph salió cambiado con el cabello húmedo. Vestía una camisa roja, pantalones negros, zapatillas altas negras, y una chaqueta roja a cuadros atada a su cintura.

- Me ayudan con el cabello?- preguntó tomando un mechón entre sus dedos.

- Yo me encargo - Michael se levantó para acercarse al omega.

Cuando estuvo listo, acompañaron al omega a la puerta.

- A dónde vas tan arreglado?- preguntó Guillermo que recién llegaba de la universidad.

- Ire a verme con alguien. Espero y no te molesté - murmuró en voz baja.

- No, pero ten cuidado, no quiero que te pase algo - se acercó al menor besando su coronilla - y ustedes dos - miró a Clarisa y Michael - Clarisa tú papá ya me dijo lo de la cena, y Michael, quédate a cenar.

- Claro, pero tendría que avisar a casa.

- Ya lo hice.

- Bueno, Joseph, apúrate o llegarás tarde!

- Cierto, nos vemos más tarde!- tomó las llaves de la casa y salió.

- Bueno, me ayudarán con la comida?- Lionel apareció detrás de ellos con un cucharón en la mano.

- Sí, ya vamos - hablaron los tres.

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Joseph llegó al centro comercial, miró a todos lados buscando a Steven, suspiro mirando su reloj 4:20. Había tardado porque el autobús no llegaba. Maldijo entre dientes.

- Pensé que no llegarías - escuchó una voz detrás de él, volteó encontrando al alfa.

- Lamento la tardanza, el autobús no llegaba - se acercó al contrario con pasos temblorosos.

- No importa, por ti podría esperar mil años - tomó la mano de Joseph, beso sus nudillos haciendo sonrojar al otro - vamos, quiero que disfrutes está salida.