- Cap.12 -

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Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y antes de lo que esperaba, mi panza comenzaba a tener un tamaño intimidante.

Ocho meses, ocho meses de embarazo, en los cuales hubieron días en los que me arrepentía, otros en los que me sentía la mujer más afortunada del mundo y otros en los que casi mataba a Snape por culpa de las hormonas.

Hace ya un par de semanas que las clases en Hogwarts habían terminado, así que Snape estaba en casa junto a mi.

— ¿Cómo vas con eso? — pregunté entrando en el invernadero

— Esta maldita mandrágora — dijo mientras apretaba la tierra de una maceta — ¿No deberías estar en reposo? — preguntó mientras se daba media vuelta para verme

— ¿Tu no deberías usar tapones en los oídos si estás trabajando con mandrágoras? — pregunté

— No la saqué, solo estaba acomodando la tierra — aseguró

Se quitó los guantes y se acercó a mí, poniendo sus manos sobre mi prominente vientre.

— ¿No estás nerviosa por el parto? — preguntó

— Un poco, por eso intento no pensarlo tanto — conteste

— Vamos, haré la cena — informó tomando la cesta con las cosas que había cultivado

Entramos a la casa y como ya era costumbre, no me dejó ayudarlo con la comida así que solo me senté en el sofá a leer.

. . .

20 de julio de 1985

— Aquí está — dijo Snape entrando a la habitación acompañado de una mujer

Julieta estaba sobre la cama, con la respiración agitada y la frente sudorosa, soltando quejidos de dolor. A su lado, estaba su mejor amigo Remus Lupin, intentando ayudarla a controlarse.

— Muy bien Potter, ahora, para ayudarte, necesito que me hagas caso ¿Está bien? — preguntó

— Si Madam Pomfrey — contestó la mujer a minutos de ser madre

Pomfrey empezó a dar órdenes, le pidió a Lupin que siguiera ayudando a controlar su respiración, por otro lado le ordenó a Snape traer toallas y alguna manta.

El pelinegro apurado empezó a buscar entre los cajones lo que le pidieron.

Pomfrey acomodó un poco mejor a Julieta.

— Eso es, ahora puja Potter, con fuerza — ordeno Madam Pomfrey

Los gritos de la joven se sentían más fuertes de lo que eran en medio del silencioso bosque.

Luego de unos minutos de sufrimiento, los primeros llantos empezaron a escucharse.

— Muy bien, lo tengo — mencionó la mujer mayor

Tomó una de las toallas y envolvió al bebé en ella, entregándolo al respectivo padre.

— Es un niño.. — habló Snape con el pequeño en brazos

— No te muevas Potter, veo otro

— ¿¡Qué!? — preguntó exaltada la chica

𝑴𝒊 𝒑𝒓𝒊́𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 𝒎𝒆𝒔𝒕𝒊𝒛𝒐 𝑰𝑰 [[ 𝖲𝖾𝗏𝖾𝗋𝗎𝗌 𝖲𝗇𝖺𝗉𝖾 ]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora