#16

192 20 0
                                    

Enzo estaba enojado. Emiliano mucho más. Bueno, los dos estaban demasiado frustrados. Julian se reía de ellos porque parecían niños pequeños.

Habían jugado muchas partidas de diferentes juegos; UNO, tutti frutti, ludo, monopoly. Ni siquiera sabían cómo habían jugado dos rondas de monopoly tan rápido. Simplemente Elizabeth ganaba todo. 

Dibu: ¿Ella no dijo que no sabía jugar nada de esto?

Enzo: Bue así fue, na’ seguro mintió.-- Estaban jugando otra partida de UNO y se andaban susurrando sus cartas para poder tener más posibilidades de que Emi ganara. 

La omega estaba en otro universo hablando con Juli, el chico le caía muy bien y los dos se burlaban de los alfas. Julian le había enseñado que Enzo y el Dibu eran boludos. Idiotas, pendejos e imbéciles para ellos. Todo con cariño. Elizabeth se dió cuenta que le gustaba decir groserías y sacarles pica. 

La partida iba bien, hasta que la joven se dió cuenta de lo que hacían. Se arriesgó un poco, sacó una carta a pesar de tener el mismo número que el de abajo. Un comodín. Cambió de color y los alfas dejaron de reírse internamente. Ya no tenían comodines, Emi tenía un número pero Enzo no tenía forma de cambiar el color. Elizabeth volvió a ganar y se llevó 20 dólares, habían puesto en el centro 5 dólares por persona. Aunque Juli pagó por ella. 

Dibu: Luego hay que jugar ajedrez, apostamos 10 y vamos con todo. Yo soy un genio para ese juego.

Enzo: Un genio para perderlo ha de ser…– Y se pusieron a pelear, echando la culpa de la derrota. La omega ya ni tenía tiempo de asustarse, se reconciliaban a los 2 minutos para coordinar cómo ganar a la siguiente. Y sabía que no lo hacían muuuy seriamente.

Juli: Oigan, Scaloni dice que ya bajemos, el bus sale en 15. ¡Vamonoooooooooooos!

_____________________________________

Lionel no quería moverse, tenía mucho sueño y las feromonas de Ochoa solo lo hacían querer acurrucarse más contra su pecho. Olía demasiado bien. Se relajó aún más pensando en ese como su nido temporal; ronroneó de felicidad. Un alfa y una cachorra, y los dos estaban lo querían. 

Eso hacía muy feliz a su omega, complacerlos y cuidarlos, recibir elogios y saber que hacía bien su parte. Había veces en las que se frustraba mucho con su parte primitiva; como cuando tenía su celo y se desanimaba por andar solito. Pero en estos momentos sentía una enorme felicidad, un sentimiento totalmente radiante, una gran satisfacción. 

Y a pesar de querer seguir ahí, esa felicidad le dió energía como para pararse e intentar despertar a Ochoa. 

Leo: Guille, despierta, nuestros buses van a salir pronto.

Memo: Leoooooo, vuelve a la cama. Agh, que se joda el partido, ven acá cariño.-- Estiró sus brazos con los ojos cerrados y Lionel no se pudo enternecer ante el gesto, estaba enojado.

Leo: ¿Que se joda el partido? Recuerdo haberle dicho eso a alguien y me dijo que no, porque el partido era importante y que la gente quería vernos y no sé qué más boludeces. Cambiate de una vez.-- Le tiró su ropa y se fue a buscar su uniforme colgado en el ropero.    

Guillermo bufó con algo de gracia, recordando a su dulce omega rogando por él. Fue a buscarlo y lo abrazó por detrás, rodeando su cintura.-- No te enojes, bonito. No me gusta verte así. Mmm, realmente lo querías y créeme que yo tambien.-- Movió sus manos, acariciando sus muslos.-- ¿No puedes ser un poco más paciente, omega?-- Metió sus manos dentro del short, sostuvo el miembro de Lionel, acariciándolo y bombeandolo. 

– Alfa~… Por favor. No-no me provoques – No iban a presentarse al partido si continuaba así, lo tenía tan claro y aún así quería que siguiese.

Guille: Eres una lindura, omega. Te desesperas mucho por solo eso.-- Lo volteó y lo besó. Implantó feromonas en la piel de su omega, aunque no siempre lo demostrase el mexicano era algo posesivo. No quería a ningún idiota cerca de su omega.-- Nos vemos en el partido, suerte Leo.

Leo: Hasta luego, alfa.-- Se dieron un pico. Lionel se quedó en el cuarto y no pudo evitar verse la marca. ¿Cómo iba a ocultar eso? 

_____________________

Había optado por una bufanda cuellera, le dijo a Scaloni que se sentía un poco mal de la garganta y el otro simplemente asintió con una cara de "No te creo nada".

Todo el partido pudo sentir a Guillermo viéndolo, sentía que esa mirada era de adoración y le gustaba. 

Cuando terminó el partido se sentía muy feliz, pues se acercaba cada vez más a su sueño de ganar el mundial. Y pasó una escena de la cual sabía la prensa hablaría, él le dio un pequeño golpecito en la cadera a Memo casi acercándolo y este le dio una suave nalgada. Aprovechando la cercanía el mayor volvía a rodearlo con su aroma, era suyo después de todo. 

Estaban en su burbuja cuando se dieron cuenta que había un chico corriendo hacia ellos. Un fanático desesperado.

Fan: ¡MESSI! ¡Oh por dios, esto es increíble! ¿¡Podrías firmar mi camiseta, por favor!?

Lionel no tenía problema en hacerlo, con lo que tenía problema era que lo andaba jalando del polo. Y su alfa no parecía muy contento. 

Leo: Claro, pero tranquilizate un poco que te van a sacar.-- Sostuvo sus manos y las trato de alejar pero el otro prácticamente se tiro a abrazarlo. Se jodió todo señores. 

Ochoa estaba tratando de controlarse para no armar escándalo pero la cercanía entre su; sí su omega, suyo, y ese alfa de cuarta le estaba dando ganas de gruñir y reclamar a su destinado delante de todos.

Pero se calmó y actuó lo más tranquilo que pudo.

Guille: Oye, relájate un poco. Lo estás incomodando.

Fan: Cállate un rato, ¿No ves a quién tengo delante? ¡Lionel Messi, el omega del año!-- Y el argentino trataba de despegarlo, ahora más porque había mandado a callar a Memo, pero ahora este lo tenía enjaulado entre sus brazos. 

Leo: Por favor, te lo firmo, pero suéltame ya.-- El dan dudó, pero al final le pasó el marcador permanente y el polo. Y en cuanto terminó lo aprisionó en sus brazos nuevamente. 

¿Los de seguridad? Tratando de separar a un grupo de hinchas que se pusieron a pelear por un comentario sobre la victoria "comprada".

Guillermo no aguantó y lo apartó bruscamente, poniendo al menor atrás suyo.  

Guille: Largata ya, chingada madre. Te está pidiendo que lo sueltes hace rato.-- Y le gruñó, amenazándolo. Por las feromonas del chico sabía que era de un rango inferior y cedería. Escucharon el ruido de las cámaras cerca y sabían que los problemas no iban a terminar ahí.










Nota:

Lo siento mucho por no actualizar 😭😭😭
No me había dado cuenta de todo el tiempo que pasó desde el último cap que subí. Pero acá les traigo este y espero les guste. Realmente me anima mucho saber que apoyan y siguen la historia a pesar de que últimamente me demoro en actualizar.

Tengo un poco de ideas para el capítulo 17 así que tal vez para el lunes o martes suba algo.

Muchas gracias por todo ✨💕

El cachorro que nos unió [Messichoa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora