Capítulo 5

268 62 14
                                    

Hinata

—¿Cuánto llevas allí? —pregunté saliendo del trance.

—Un rato, estaba esperando a que me notaras.

Bajé la mirada y comencé a mecer los pies de nuevo. Escuché como Kazutora suspiró, se me encogió el corazón de la vergüenza.

—¿Estás evitándome?

—No.

—Te vi desde antes de que te sentaras aquí, esperaba que te acercaras y saludaras. Estoy seguro que me viste.

Asentí aún observando el suelo. Después de unos segundos que parecieron una eternidad levanté el rostro y sonreí.

—Perdona, Tora-kun. No era mi intención ignorarte, es solo que no estoy de ánimos y no quería hacerte sentir incómodo con mis pocas palabras.

Le di unas palmadas al asiento a mi lado y Kazutora se dejó caer en él.

—Está bien. No te preocupes por no tener todas las palabras del mundo, para mí basta con que me saludes incluso desde lejos.

—Gracias —sonreí y miré hacia la librería, todavía Naoto no ha salido.

—Huele a vainilla.

—He comprado unos panecillos para mí y mi mamá. —le ofrecí uno y Kazutora dudó en tomarlo, seguro pensaba que no me ajustarían.— Este sobra, no te preocupes.

—Gracias. He estado toda la mañana fuera de la casa de Baji, no he comida nada.

—¿Vives con Baji-kun?

—Es una larga historia, pero sí.

—Me sorprende no verte junto a él.

—Mi vida no siempre gira entorno a él, Hina.

—Es que es raro para mí, las únicas veces que nos hemos visto siempre estabas con él.

—Bueno debería salir más a menudo para verte, quizás cambias esa impresión mía que tienes en tu cabeza.

—No es una mala impresión, tienes que aceptarlo.

—Quiero que tengas otra impresión de mí —Kazutora suspira— Estos días he pensado mucho sobre mí, quiero hacer cambios. Quiero cambiar.

Podía entenderlo, casi estaba en la piel de Kazutora sino fuera porque no conocía del todo sus motivos. Lo que coincidía era que quería cambiar algo; de ciudad, pensamientos, el pasado, mi corazón.

—¿Seré un chismoso si pregunto cómo sigues?

Esa era la pregunta que no quería escuchar pero ver a Kazutora con genuina curiosidad y preocupación en sus ojos me impidió sentirme molesta o incómoda.

—Quería a alguien que me amara lo bastante como para nunca herirme. Pero supongo que eso es algo que no se puede evitar, no puedo controlar a mi pareja; lo que siente, lo que hace, lo que dice. Me dolió mucho que Takemichi-kun me dijera que ya no me quería, que tenía la vista puesta en otra chica.

—¿Dijo eso? —preguntó Kazutora con molestia.

—Yo sabía que mentía. Me enteré luego que mi padre le había pedido que terminara conmigo... No tengo ni idea de qué le dijo para convencerlo. Pero, cuando volvimos a hablar esa noche que llegaron junto a Baji-kun, me dijo algo que me hizo entenderlo por completo: "Voy a protegerte siempre" su manera de hacerlo era alejándome de él.

—Takemichi no quería involucrarte en lo que hacía, tiene sentido.

—Lo agradezco, él es muy bueno. Y por eso no quería volver con él, porque Takemichi está luchando por muchos y por él mismo, yo soy algo que estorba en su camino —sentí el calor de la mirada de Kazutora sobre mí, pero me negué a verlo.

—No eres un estorbo, esto lo hace por ti. Estoy seguro que eres lo más importante para él.

En realidad, pensaba que había algo más importante. Algo que siempre andaba en la mente de Takemichi.

—Lo pensé mucho, Takemichi-kun había aceptado la petición de mi padre porque estaba de acuerdo con él en no querer involucrarme. Pensé que era un desperdicio que sintiéramos lo que sentíamos y no pudiéramos ser esa persona para el otro por mucho que quisiéramos estar juntos.

Creí que me echaría a llorar pero no lo hice, sentí que me había arrancado una parte de mi dolor cuando dije todo aquello en esa parada de autobús al lado de un chico que no había dicho nada durante un buen tiempo.

Para estar segura me toque las mejillas, estaban secas y el pecho ya no me dolía como el primer día. Me sentí aliviada al darme cuenta que estaba empezando a avanzar.

—Para haber dicho que tenías pocas palabras me has dejado impresionado. Eres increíble.

—No he llorado, estoy feliz. Lo estoy haciendo bien.

Kazutora me sonrió.

—¿Te gustaría ir a dar un paseo luego?

—Sólo si es en tu motocicleta.

—Pensé que no debías involucrarte con delincuentes, Hina. —se burló, me crucé de brazos e hice un puchero.

—Amo a mi padre, pero quiero ser un poco egoísta y sentirme libre. Aquella noche que fuimos a la playa, el aire tan frío en mi rostro y pensar que mis padres no tenían ni idea de lo que estaba haciendo me hizo sentir tanta adrenalina.

Kazutora se rió de nuevo, a lo mejor le divertía verme tan emocionada con un sentimiento con el que él ya estaba acostumbrado.

Naoto llegó, hice las presentaciones y luego de aquello Kazutora dijo que saldríamos esa misma tarde. Me parecía bien así que asentí y nos despedimos.

Casi llegábamos a la casa cuando Naoto decidió romper el silencio.

—Papá se disgustará cuando vea a tu nuevo novio.

No pude evitar sonreír al imaginar a mi padre molesto porque cuando al fin había terminado con mi novio delincuente me había conseguido otro novio, delincuente también. Estaba tentada a ver su reacción.

—Estás malinterpretando las cosas. No es mi novio, es mi amigo —le di un golpecito en la frente, Naoto se quejó con la mirada— Y no se enojará si no se entera.

Me miró con incredulidad y suspiró, se llevó una mano atrás de la cabeza.

—Este es el momento en que tengo que prometer no decir nada ¿Verdad?

—Te ganarás un panecillo por ser el mejor hermano del mundo.

Resignado entró a la casa, no iba a convencerme de no sacarle más canas a papá.

Un poco egoísta | KazuHina [RE-SUBIDO]Where stories live. Discover now