-¡Entienda que está muerta! ¡Usted la mató hace días!
Una de las moscas que pululan cerca del cadáver se posa en la boca abierta de la muerta. Ese labio inferior había perdido todo su encanto, aunque el asesino opinara lo contrario. La imagen del insecto caminando con libertad sobre un terreno por el tan conocido le resultó provocativa, incluso.
-¡No! ¡No lo está! Solo está jugando conmigo. No. ¡No la maté! Solo la sugeté del cuello demasiado fuerte. Era la única forma de callarla.
Las lágrimas salieron. Las moscas se espantaron. Un romántico abrazo envolvió el cuerpo.
La policía había entrado sin aviso al departamento de los Valladares. Encontraron a la mujer muerta en la cama y a su marido y asesino tranquilamente junto a ella, en estado de shock.
Los vecinos murmuraban sin discresión al ver el traslado del cuerpo de Sonsoles y a Ray salir esposado. Estaban tan acostumbrados a sus discusiones que luego de un par de días sin escucharlos les pareció sospechoso.
De no haber sido por el hedor, a saber cuánto más los Valladares hubieran permanecido en el lecho.
Las moscas siguen pululando por la casa, entre los restos de comida y una discusión inacabada.
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Twisted romance
Short StoryColección de microcuentos retorcidamente románticos de Imber Bles. Especial 14/2/2023 Menos de 200 palabras cada historia. Publicaciones diarias hasta 14/2
