𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎

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Pasaron tres días desde lo sucedido con Benedict, tres días en los que lo único que pensé todo el tiempo fue en él.

No en mi casamiento. No en mi padre.

En él.

Ahora mismo me encuentro compartiendo el té con el lord Walker, ya que acaba de llegar de viaje.

Río falsamente a todo lo que dice; que no es otra cosa que hablar de las mujeres como si fueramos objetos y productos para vender y comprar.

─Entonces, señorita. ¿Ya ha estado arreglando las cosas para nuestra boda? ─pregunta y toma un sorbo de té.

─Si, mi lord, mis hermanas me han estado ayudando... ─contesto insegura.

Siento que me patean el tobillo. El causante obviamente fue mi padre.

─...y estoy muy emocionada. ─sonrío finalmente.

Él asiente arrogante y deja la taza en la mesa.

─Bueno, ya es hora de que me marche. ─menciona parandose. ─Ha sido un gusto compartir este té con usted, mi lady. En una semana seremos marido y mujer y no sabe lo feliz que la haré.

Si, seguro...

Asiento y lo acompaño hasta la puerta.

Cuando se marcha suspiro exhausta y subo a mi habitación, ignorando los llamados de mi padre.

─Hola, Margaret. ─la saludo mientras cierro la puerta.

─Hola, señorita. ¿Cómo ha estado estos días? ─pregunta mientras termina de limpiar mi tocador.

La idea de contarle sobre lo que pasó con Benedict y mis sentimientos por él pasa por mi mente, pero me arrepiento al instante.

Nadie debería saberlo, es solo algo pasajero que se me irá en unos días.

─Bien... he estado bien, creo. ─murmuro insegura mientras me acerco a mi biblioteca a escoger un libro.

─Sabe que puede contarme lo que quiera, señorita. ─dice dulcemente.

Yo asiento agradecida. ─Lo sé, Margaret. Gracias. ─le sonrío y me siento en mi cama mientras abro el libro: "Romeo y Julieta".

Margaret lo ve y sonríe nostálgica.

─Ese era el libro favorito de su madre. ¿Lo sabía?

Niego sorprendida.

─No sabía que a mi madre le gustaba leer, pensaba que todos estos libros les pertenecían a mis otros familiares.

─Oh, su madre adoraba leer. ─exclama mientras se sienta a mi lado.

Ella toca el libro en mis manos y empieza a pasar las paginas.

Hasta que se detiene en la última, la cual tenía una nota escrita.

─Su madre lo leía casi todos los días. Incluso cuando estaba embarazada de usted. ─menciona pasando su dedo por el papel algo arrugado.

Lo tomo en mis manos y comienzo a leer.

Quince de mayo de 1794.

─Esto fue días antes de que naciera. ─digo sonriendo.

Para mi querida Olivia Juliet Bennet.

Mi chiquita, todavía no has nacido y ya puedo sentir todo el amor y la felicidad que tendrás para dar.

Estoy enferma, mi vida, lamentablemente lo estoy y me quedan pocos meses de vida.

Pero antes de irme quiero dejarte esta nota, esta nota que en un futuro leerás y probablemente te sorprenderás un poco al encontrarla en un antiguo libro. Pero es mi antiguo libro. Un libro que llenó de alegría mi corazón estando en mis momentos más difíciles, y espero que lo haga contigo también.

Quiero que brilles, mi querida. Quiero que vivas y sonrías a la vida, ya que por desgracia puede acabarse más rápido de lo que uno cree.

Quiero que disfrutes el amor, la amistad, la belleza que tiene el mundo para darte.

Quiero que te enamores... que encuentres al amor de tu vida. Estoy segura que lo harás. Serás una joven tan buena y hermosa que yo desde el cielo te estaré sonriendo orgullosa.

Quiero que seas buena, generosa, alegré.
Sé buena con tus hermanastras, ellas solo querrán que estés bien. Diviértete, hija, hazte amiga de quién tú quieras y ríete con ellas.

Desearía que llegaras a conocerme. Desearía poder conversar contigo cuando necesites un consejo. Desearía poder abrazarte cuando te sientas mal. Desearía estar contigo hasta que fallezca por vejez.

Pero la vida es muy injusta, mi amor. Eso es algo que irás descubriendo mientras creces.

Las personas pueden ser muy malvadas y egoístas. Pueden herirte. Pueden burlarse. Pueden hacerte sentir como si no fueras nada.

Ahí es donde les demostrarás que estan equivocados. Tendrás que ser fuerte, Olivia, caerás pero te levantarás constantemente y seguirás sonriendo.

El mundo necesita personas amables y bondadosas. Sé una de ellas. Por mí.

Si algún día lees esto, quiero que sepas que te amo y que eres lo mejor que podría haberme pasado. Yo siempre estaré a tu lado.

Con mucho cariño.

Tu madre.
Anne Marie Bennet.

Lágrimas se deslizan por mis mejillas empapando el papel.

─Murió dos meses despues...

Margaret me acaricia la espalda mientras sollozo.

Luego de unos minutos, ya más calmada, limpio mis lágrimas y sonrío apenada.

─Mi madre era demasiado para este mundo. ─coloco el libro en mi pecho y miro hacia arriba.

─Sí, lo era. ─murmura Margaret.

─Guardaré esta nota para siempre. ─digo poniendola dentro de mi libro favorito: "Orgullo y prejuicio".

Prometiendo a mi misma escribir una nota así a mi futuro hijo o futura hija.

─Muchas gracias, Margaret. Sin ti mi vida sería mucho peor de lo que es. Eres la única que me trata bien aquí y te lo agradezco de corazón. ─me acerco a abrazarla y ella me corresponde.

Ella asiente agradecida.

─No tiene que agradecerme nada, señorita. Sabe que puede contar conmigo para lo que sea. ─contesta separándose con una sonrisa.

Asiento y Benedict vuelve a mi cabeza.

Entonces... lo suelto. Le cuento todo. Desde el principio hasta el final. Ella escucha atentamente mientras acaricia mi mano.

─Si me permite aconsejarla, señorita, usted siente algo más por ese hombre, no creo que sea algo pasajero...

─Pero... Margaret, ¿No crees que me sentí así solo porque fue la primera vez que tenía a un hombre atractivo tan cerca? No lo sé... es decir, es Benedict, es el hermano de mi mejor amiga y lo conozco hace años.... pero se ha puesto tan atractivo en estos últimos años. ─confieso soltando un suspiro.

Margaret trata de ocultar su sonrisa pero me doy cuenta y la miro con los ojos entrecerrados.

Ambas soltamos una risa.

─De acuerdo, señorita, la dejo dormir. Que descanse. ─me dice. Yo asiento y la saludo.

Me acurruco en mi cama y sonrío pensando, no en Benedict ni en mis amigas... sino en mi madre, y cuanto me gustaría decirle que la amo.

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𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗢𝗙 𝗠𝗬 𝗟𝗜𝗙𝗘┃𝗕𝗘𝗡𝗘𝗗𝗜𝗖𝗧 𝗕𝗥𝗜𝗗𝗚𝗘𝗥𝗧𝗢𝗡Where stories live. Discover now