capítulo seis

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En medio camino, mientras tratábamos de aliviar el ambiente, Stephanie se paró, ella seguía callada y seria, pero nos distraímos cuando ella paró en seco. Todos volteamos preocupados. Ching se acercó tratando de ver si estaba bien.

—Chicos, tal vez, deberían buscar más pistas en este pueblo. —Ella siempre era dulce, velaba por los demás. —A algunos les está afectando demasiado.

—¿Por qué, tienes algo que esconder?

Todos la miramos a ella cuando dijo eso, era la primera cosa que pronunciaba en el día. Ching dio dos pasos hacia atrás, se notaba ofendida, y también el fondo un poco ofendida.

—¡Ella era mi mejor amiga! Sería incapaz de hacerle eso. —Dijo tocando su corazón. —Solamente sería mejor si nos dividimos, y ya.

Intercambié miradas con Garu, quien asintió aprobando la idea, miré a los demás y todos lo aprobaban, menos Stephanie y Gao, se me hizo un poco extraño, pero supongo que deben estar hartos de estar aquí. Caminamos de vuelta al pueblo, y vimos que todavía seguía la decoración. Nos tomamos de la mano Garu y yo, caminando para ver si veíamos algo, pero Stephie estaba tan mal que casi se desmaya, Gao se apresuró a tomarla.

—¿Qué te pasa Stephanie, todo bien?

Ella negó, parecía que estaba enferma. Se me hacía curioso ya que ella no tenía tanta cercanía, pero ella siempre ha sido sensible con las cosas, demasiado, así que supuse que estaba siendo afectada por la energía. Le pedí a Gao que se lleve hasta nuevo aviso, este asintió y la llevó en peso a casa, nos quedamos mirando a su dirección.

—No me agrada Stephanie. —Soltó Garu, a lo que yo volteé enseguida, bastante ofendida. —Es rara, no me gusta que esté cerca tuyo, se me hace raro que esté así.

—Ella siempre ha sido sensible con las energías y ese tipo de cosas, déjala. La conozco, ella sería incapaz de hacer algo malo.

—Si tú lo dices.

Estaba a punto de besarme cuando un cuaderno fue lanzado a su rostro, volteamos y vimos a Abyo con sus manos en su cintura, sonriendo inocentemente, diciendo que había encontrado eso.

—¿Y no era más lógico darnos en las manos que lanzarlo? —Garu agarró el cuaderno, analizándolo. —Casí me rompes la nariz.

—Sí pero la bruja dijo que era más divertido así. —Se excusó, cuando vio la cara de RingRing, este alzó los brazos en forma de inocencia. —Tú me dijiste eso.

—Era sarcasmo, Dios mío.

Todos estaban hablando hasta que Garu dijo que parecía una especie de mapa. Nos llamó la atención todos, Gao empujó a Abyo para observar mejor, a lo que este rodó los ojos, Stephie se veía cada vez peor, ella preguntó delicadamente que estábamos viendo.

—Nada que te importe.

—¡No seas grosera! Ofrécele una disculpa ahora mismo Ring Ring.

—No, no...

Dada rodó los ojos, pero se notaba que le divertía la situación, a mi en ciertamanera igual, pero no quería decir nada. Tenía puntos marcados, el primero era un lago al parecer. Fuimos hacia el mencionado lugar, y los chicos se lanzaron al agua a ver si encontraban algo, nosotras buscábamos en la superficie a ver si encontrábamos algo.

Al estar caminando, mi pie pisó algo, era un bastón con una cara extraña. Llamé a las chicas diciendo que había encontrado algo.

—Siento que lo he visto en alguna parte.

—Yo también, me resulta demasiado familiar.

Dejé el bastón en manos de Ring Ring y seguí caminando unos metros lejos de ellas, cuando me alejé lo suficiente, vi máscaras de ninjas rotas, moños de Pucca y un bracalette, que también me resultaba familiar, lo analicé hasta que caí en cuenta: era la pulsera de Dada.

Un nuevo silencio [SEGUNDO LIBRO] [Garu y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora