Las consecuencias de sus acciones fueron devueltas con el golpe de palabras simples y respetuosas. Palabras que le condenaron a cuestionarse todo lo que podría ser y todo lo que un día llegó a ser.
Y pese a todo, la vida da vueltas. Tantas que a vec...
—Y así es cómo todo sucedió—murmuró Izuku mientras revolvía con lentitud su café. Apenas llegaron al establecimiento terminó dando rienda suelta a su boca y soltó todo lo que jamás había soltado.
En ese tiempo, la de ojos zarcos le escuchó atentamente, haciendo muecas de asombro cada tanto y negando en desaprobación cada otro. También sonrió conmovida, pero eso fue más cuando Izuku le contó su historia previa al último año de secundaria.
—Ya veo—dijo pensativa mientras daba otro sorbo—. ¿Y si él te lo pidiera, accederías a hablar para arreglar el pasado?
—Yo... no lo sé, Melissa-san—contestó con un torbellino de emociones.
Él no era un mentiroso, sabía que, aunque se quisiera mentir diciendo que no, le gustaría volver a hablar con Katsuki y escucharle decir que ha cambiado; también sabía que en el fondo aún quedaban vestigios de su aprecio y admiración, sin embargo, otra parte de él no quería acercarse más de lo debido. Algo de él estaba reacio a acercarse para hablar de eso.
Y es que no solo estaba el hecho de su comportamiento hacía él durante la secundaria, cosa que por supuesto que le había afectado en su día, sino que, más allá de eso, en lo profundo de su mente y corazón, estaban los restos de unos sentimientos que jamás mostró. Sentimientos que en ningún idioma serían malos, al contrario, pero que se encargó de ocultar en un baúl bajo llave que ocultó en lo profundo de su ser.
Sentimientos que por supuesto conocía y recordaba, pero que se obligaba a mantener en su sitio... al final, ¿cómo podría quererlo? Si su historia no era precisamente color de rosa y ahora ya no sabía ni cómo reaccionar en su presencia.
—Aunque tal vez no sepa que es lo que él quiere, ¿sabes?—la rubia le insto a seguir hablando con un movimiento de mano-. Hoy me miró mucho, sí, ¿pero que más da si no intentó realmente acercarse hablar?
Omitió mencionar, por supuesto, que el día anterior sí había notado esa intención pero huyó al no saber como lidiar con eso.
—Dijo un par de palabras para provocar la plática, ahora me queda claro y a ti también.
—Dime algo, Melissa-san, ¿te parece correcto que hablemos del pasado frente a otros héroes y frente a ti?—La rubia enmudeció—. ¿Lo ves? Si él quisiera hablar no intentaría que fuera frente a tanta gente... o al menos no si quiere hacerlo seriamente.
—Tienes razón—dijo Melissa, aceptando que su acompañante estaba en derecho de responder de esa manera—. Sea como sea, quizá lo mejor es que sigan como hasta ahora y lo ignores hasta que el tiempo de la investigación haya terminado, ¿qué opinas?
—Eso es justo lo que voy a hacer.
—¡Bien, entonces tema cerrado!—detetminó la mujer—. Ahora, cambiando de tema, ¿ya leíste el final del libro que te recomendé? ¡Aun no puedo creer que acabará así!
—¡Pero si era tan obvio!
Ambos amigos continuaron hablando de trivialidades luego de decidir enterrar el tema. Al final, seguramente la interacción entre el investigador y el héroe no irían más allá de miradas e indirectas.
O eso creía Izuku.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
