Qué te gusta de mí?

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Estabamos volando, Ao'nung ya se había acostumbrado. Mi madre y yo nos reiamos de las reacciones de Ao'nung al ver que haríamos carreras.

-Les gusta verme sufrir...- se quejó el Metkayina.

-Sip, nos gusta, pecesito tonto.- respondió Neteyam dándole besitos.

-Se nota por demás.- dijo dandole besos en el cuello, sabía que esa parte era la más sensible de Neteyam.

Pasaron dos días, Ao'nung venía dormido. Un rato pasó y oh eywa... Ahí estaba su amado bosque.

Se emocionó tanto, quería llorar. Hace como un mes que no veía el bosque; aunque ese fue el tiempo suficiente para enamorarse de Ao'nung.

Sentía como lágrimas caian, si pudiera abrazaría cada maldito árbol que pudiera. Iría a ver a su ahora segundo amor; el bosque.

Unos minutos de vuelo y ya estaban aterrizando a su aldea. Estaba llorando.

Cuando aterrizó todos los Omatikayas vinieron a darles la bienvenida. Aunque algunos notaron que había un Metkayina dormido.

Mo'at fue la primera que apareció, sonriendo de oreja a oreja al ver al su nieto y a su hija.

-Qué los trae por aquí? Nieto e hija.- preguntó su abuela.

-Mi hijo... Eywa lo unio con una persona de su mismo sexo.- dijo Neytiri sonriendo.

Mo'at se alegró un montón, estaba tan feliz.

-Donde está el afortunado?- preguntó llevándose las manos a la boca tapando su cara de asombro.

-Esta durmiendo, JAJA- río Neteyam apuntando a su Ikran.

Todos se rieron, y Neteyam fue a despertar a su amado.

-Nung... Despierta.. Ya llegamos.- el de tez oscura llamó a su amado.

-Cinco minutos más...- decía somnoliento el Metkayina.

Al final Na'rūi terminó tirandolo, haciendo que todos los presentes se rieran.

-Teyam! Ese es tu novio?!- dijo su mejor amiga; Tsu'Tay.

-Tsu!!- gritó este, haciendo que su novio por fin se despertará. El Omatikaya abrazó a su mejor amiga, soltando algunas lágrimas.

-Y yo qué?!- dijo su otro mejor amigo; Na, su mejor amigo corrió hacía ellos y los abrazó.

-Dejen de gritar... PERO QUE- cuando Ao'nung abrió sus ojos, notó como había MUCHISIMOS Omatikayas alrededor de ellos.

-No grites, Skxawng.- río Neteyam. -Ya llegamos, dormilón. Ellos son mis amigos Tsu'Tay y Na.- presentó su novio.

Ao'nung iba a soltar un comentario burlón hacia el nombre del otro, pero luego recordó que tenía que causar buena impresión.

-Un gusto...- dijo mirando a todos a su alrededor a todos los Omatikayas que había, se sintió intimidado.

Luego de hablar un rato con Mo'at, decidieron que se quedarían unos días

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Luego de hablar un rato con Mo'at, decidieron que se quedarían unos días.

Neteyam estaba muy felíz de enseñarle todo a su amado, obviamente acompañado de sus amigos.

Na regularmente tocaba la cola de Ao'nung.

-Es muy ancha.- decía Na con curiosidad.

-Ancha la ten...- Miró a Neteyam que lo miraba diciendo claramente 'Te voy a matar' así que se callo.

Tuvieron que ir por suelo, ya había torturado demasiado a su novio.

Se hizo de noche y sus amigos se habían ido. Solo quedaban Ao'nung y Neteyam solos.

Nung miraba con asombro todas las bellezas del bosque, incluido Neteyam.

-Que te parece, pecesito?- preguntó Neteyam tomando la mano de Ao'nung.

-Es simplemente... Hermoso. Hermoso igual que tú.- dijo sonriendo.

Neteyam río mientras se ruborizaba, estaba tan felíz de tener a su novio ahí mismo. Mostrarle el lugar donde había crecido, lo amaba.

-Neteyam...- nombró Ao'nung poniendo una mano en la mejilla del otro.

-Ao'nung...- soltó mientras colocaba su mano en la mejilla de su novio.

Los ojitos color miel se iluminaban por todas las luces que emitían las plantas, tornando sus ojos con azules, verdes y violetas.

Sus pequitas brillaban más que nunca, y Ao'nung miraba una; era la pequita que más le gustaba.

Su pecesito admiraba cada minima facción de su novio. Amaba su sonrisa, sus pequitas, las arrugas que se le producían cuando fruncia el ceño y sus ojitos.

-Nung... Qué es lo que más te gusta de mí?..- preguntó el Omatikaya, esto lo tomó por sorpresa, pero iba a decirle cada mínima cosa que le gustaba.

-Fisica o Emocional?..- preguntó este con una sonrisa.

-Las dos... Ahora física.-

-Bien... Me gusta tu cabello trenzado, las rayitas de tu frente, lo tierno que te ves frunciendo el ceño, tus ojitos y tus pestañas, tus pequitas, tus orejitas, cuando arrugas tu nariz, tus labios suaves, tu cuello, tu pecho, tu delgada cintura, tus manos suaves, tus hermosas piernas y tú... Ya sabes, no?- sonrió el Metkayina, Neteyam lo traía a sus pies.

El Omatikaya al escuchar todo eso se sonrojo bastante.

-Emocionalmente?...-

-Me encanta lo amable que eres, eres fuerte, eres valiente, eres expresivo, amo como proteges a tus hermanos... Hasta lo encuentro atractivo, me encanta tu forma de ser; siendo amable pero nunca dejarte lastimar por otros, eres comprensivo, eres tranquilo, eres paciente, eres perfecto.- habló el Metkayina.

Nunca le habían dicho algo así a Neteyam, las lágrimas recorrian las mejillas de este. Realmente lo ama.

-Oye... No llores...- dijo Ao'nung envolviendolo en sus brazos dandole un cálido abrazo.

-Gracias, mi pecesito...- agradecía Neteyam llorando.

-Estoy para eso.- Nung le secó las lágrimas con su dedo, para luego hacerle unas cosquillas. Aunque su novio no este llorando por tristeza; no le gustaba en lo absoluto verlo llorar.

Neteyam luego le mostró el árbol de las almas, diciéndole que ahí se unieron sus padres

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Neteyam luego le mostró el árbol de las almas, diciéndole que ahí se unieron sus padres.

-Tal vez podamos repetir la historia.- dijo Ao'nung mirandolo con su característica sonrisa burlona.
 

Es seguro que se repetiría.

Unión. Where stories live. Discover now