PHOENIX | ❛Tan leal como poderosa, muy perseverante para rendirse y demasiado impredecible como para perder❜
【Donde Phoenix Black muere a manos de un muggle y los dioses le dan una segunda oportunidad de vivir en donde y como ella lo desee】
O
【Donde...
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CERRÓ LA PUERTA DE LA TIENDA DE MÚSICA, para después guardar el disco de vinilo en su mochila.
Luego de eso, comenzó a caminar por las calles de Londres hasta llegar a una pequeña casa de aspecto antiguo.
Entró a la residencia, dejando su abrigo y mochila sobre un sillón individual. Después se dirigió a la cocina, comenzando a preparar su cena.
O así fue hasta que escuchó unos ruidos en la sala.
Rápidamente apagó el horno y tomó un cuchillo, recordando que había olvidado su varita en el abrigo.
"¡¿Cómo rayos pude olvidarme de poner las protecciones?!" Pensó histérica.
Se había mudado hace una semana y aún no había puesto ningún hechizo que protegiera la casa.
Caminó lentamente tratando de hacer el menor ruido posible y se asomó por el marco.
Grave error.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Una bala atravesó su pulmón y las otras dos fueron directo a su cabeza.
El cuerpo inerte de Phoenix fue palideciendo a medida que su sangre manchaba la alfombra.
El ladrón inexperto la miró con miedo puro en sus ojos, no tenía planeado matar a nadie. Pero cuando vio su cabeza asomarse por la puerta que daba a la cocina, no pudo evitar en pánico.
Y simplemente disparó.
PHOENIX ABRIÓ LOS OJOS, tomando una gran bocanada de aire.
Se sentó en el suelo, apoyándose con sus manos. Aunque al segundo de hacerlo sintió un líquido espeso y un poco pegajoso debajo de ellas.
Miró sus palmas, asustándose al encontrar sangre en ellas. Rápidamente se levantó, mirando a su alrededor, que curiosamente se veía más apagado, frío y lúgubre de lo normal.
Sus ojos viajaron por toda la habitación hasta llegar al suelo, donde jadeó de sorpresa al ver un cuerpo bañado en sangre. Sin poder evitarlo, se paralizó.
Ese cuerpo era suyo.
Tenía un agujero en la frente, uno en el costado izquierdo de su pecho y otro más en el ojo derecho.
—No.. –Se escuchó una voz lejana– ¡Esto no puede ser! ¡¿Ahora que haré?!
La pelinegra miró hacia todos lados en busca del dueño, pero lo único que divisó fue una sombra casi imposible de ver.
Decir que estaba asustada y confundida era poco.
¿Había muerto?
—¡No puedo ir a la cárcel! –Aquella voz masculina se escuchaba tan desesperada– No quería asesinarla..
Sí, al parecer había muerto.
—Debo huir... ¡Debo huir y deshacerme del arma!
La sombra iba de un lado a otro, como si estuviera caminando en círculos.
—Walburga se retorcería en su tumba si se enterase que fue un muggle el que mató a su nieta.
La chica de ojos grises se sobresaltó, girándose rápidamente a ver a la persona a su lado.
Un hombre pelinegro de ojos verdes le sonrió con diversión.
—Marcus Rowan. –Le tendió la mano– Es un placer que finalmente me conozca en persona, señorita Black.
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¡Bienvenidxs a esta nueva historia que estoy desarrollando!
Sí, ya sé. Es un capítulo un tanto corto, pero eso se debe a que es el capítulo cero. Ya los siguientes serán un poquito más largos.
En fin, nuestro hermoso Marcus Rowan será interpretado por Tom Hiddleston- *desaparece épicamente*
