Capítulo 2

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Sunoo no estaba en la parada al día siguiente, iba a la escuela, pero no lo notabas

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Sunoo no estaba en la parada al día siguiente, iba a la escuela, pero no lo notabas.

Yo me decía que debía alegrarme, ¿No era eso lo que yo quería? Pero me sentí mal por el.

Iba a disculparme, pero luego pensé, lo último que necesito es que Kim Sunoo piense que lo extraño.

[...]

Me gustaba ver a mi padre pintar, o más bien me gustaba cuando él hablaba.

Aprendí mucho, cómo obtuvo su primer trabajo y que quería haber terminado su carrera universitaria, cómo conoció a mamá y su experiencia con mis hermanos.

Y un día me sorprendió.

—¿Qué ocurre entre tú y Park Sunghoon?—dijo el sin despegar la mirada de su pintura.

El viento golpeó mi rostro, sentí mi corazón latir tan fuerte, mis mejillas se tornaron en color carmesí y giré mis ojos tratando de buscar algo.

El clima era encantador, era perfecto... volviendo al tema de mi padre, apreté los dientes y negué como la cabeza.

—No pasa nada —se me escapó una pequeña sonrisa.

—Entiendo me equivoqué.

—¿Por que piensas eso?

—Es solo que tú hablas mucho de él.

—¿Enserio? —mi padre sonrió y me dió una palmadita en el hombro —No lo sé, supongo que hay algo en su mirada o talvez en su sonrisa.

—¿Y que pasa con el? Tienes que analizar el cuadro completo.

—¿De que hablas?

—Un cuadro es más que la suma de sus partes.

En realidad no entendí lo que decía, cuando una tarde subí al sicomoro.

Un día mientras rescataba una cometa, subí lo más alto y entre más subía, más me maravillaba la vista, comencé a notar lo maravilloso que era la brisa, los rayos del sol y el paso silvestre.

No podía dejar de respirar llenando mis pulmones con el aroma más dulce que había conocido.

Sentía emoción, claridad y paz, siempre que me cruzaba con Sunghoon lo invitaba a subir, pero siempre me terminaba rechazando.

Desde ese momento ese se convirtió en mi sitio, me quedaba ahí durante horas observando el mundo... a veces los atardeceres eras púrpuras y rosas, otros días eran naranjas.

Fue en uno de esos atardeceres que la idea de mi padre, de que todo era más que la suma de sus partes tomó sentido.

Se movió de mi cabeza a mi corazón...

My first love || SunsunWhere stories live. Discover now