"Cielo" (Una Argentina en BNHA)

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|Narración Omnisciente|

Aitana bajo del auto luego de un largo viaje con Nezu y Aizawa en dirección a su nuevo "hogar". Durante el trayecto no dijo ni una palabra, hoy había hablado más de lo normal y eso implica un gran desgaste para ella ¿Por qué? Porque es una holgazana. No hay otra explicación viable para que siempre esté tan cansada con hacer la más minima cosa.

Para ser sincera no se esperaba el lugar frente a ella. Sí, sabía que un lugar pequeño no iba a ser por lo que Nezu le había dicho, pero no se esperaba lo que parece ser un edificio privado. Mirando a los lados pudo darse cuenta que era un barrio cheto y que lo más probable es que las casas que están separadas por metros de distancia pertenezcan a gente rica y obviamente milipilis que le van a joder la vida. Sí, ya a lo lejos puede ver a un chico de lentes moviendo sus brazos como si fuera un robot regañando a un niño o algo así.

Suspiro resignada a aguantar todo eso tratando de pensar en positivo, después de todo una vez una abuela le dijo "a caballo regalado no le mires los dientes", así que simplemente va a ignorar las desventajas de haber aceptado ese estúpido trato.

Con solo poner un pie dentro del edificio sintió las miradas de todos en ella. Claramente desenfocaba con el ratón y el vagabundo que seguramente ya conocen a toda la gente del lugar. Se sintio bastante incomoda al segundo, observando a todos con desconfianza y reflexionando seriamente la condición de no usar su quirk si no es 100% necesario.

-¿Es necesario que haya tanta gente aquí?- Preguntó mirando al roedor.

-¡Para nada! Solo se quedarán hasta que tu tutor llegue. - Respondió levantando una de sus patas.-Esta parte de abajo es más por si alguna vez tienes visitas y no quieres que entren a tu departamento.

La peliblanca solo asintió mirando más a detalle la planta baja. Las paredes blancas no tienen rastro de moho o suciedad, no hay ninguna parte desgastada y la pintura está intacta. Apenas entrar pudo ver dos plantas a los lados de la puerta dentro de macetas de cemento cuadradas, siendo las típicas plantas que todas las mamás y abuelas tienen dentro de la casa para que se vea más linda. A primera vista era obvió que era una casa Aesthetic, nada comparada con el edificio abandonado donde vivía en Argentina. En la parte de afuera ya había visto luces de piso que eran paralelas de las que estaban a los costados. En el centro del edificio había dos sillones grandes de color blancos con almohadones de mismo color o grises, con dos mesas pequeñas de madera pulida y centros de mesa pequeños. El piso también era de madera pulida, de un color mezclado entre grise y negro. En la pared derecha había una tele plasma gigante sobre un escritorio, a los costados muebles con libros, y otros adornos. Algunas lámparas a lo largo del lugar y algunos muebles redondos para guardar cosas.

Definitivamente para Aitana llevarla a un lugar como ese es una manera de decirle que el edificio donde solía vivir era una mierda mal cagada que apenas y seguía en pie. Debía admitir que el lugar era bastante lindo, pero definitivamente es de esos lugares que atraen ladrones.

-¿Qué son esas puertas?- Preguntó directa mientras señala dos puertas de vidrio que tienen cortinas translúcidas a los lados.

-¡Llevan al patio! Es un jardín para que puedas entrenar tu quirk y habilidades físicas. Tu tutor se va a encargar de ayudarte con eso.- Explicó animado el roedor.

-Ja... van a necesitar un patio enorme si quieren que entrene mi quirk.- Murmuró con burla, aunque Aizawa la pudo escuchar.

-No creo que tu quirk sea de largo alcance ¿O sí?- Preguntó tratando de indagar para saber más sobre el quirk de la chica.

-Meh... solo pienso decir que todo va a salir volando. - Respondió desinteresada.

Hasta ahí llego el tema ya que ahora estaban subiendo las escaleras para subir al primer piso donde se supone están los departamentos. Como dijo el roedor antes había dos puertas en lo largo de un pasillo. La peliblanca solo siguió al héroe hacia la puerta izquierda con aburrimiento.