Capítulo 18

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-...no toques ahí otra vez o te dispararé-uno de los soldados me dijo apuntándome con su pistola, otro soldado le quito esta.

-Tranquilo, es la única doctora que queda...las demás son enfermeras-el susurra.

-Sujétenlo-les digo, dos de ellos lo tomaron por los hombros. Volví a meter mis dedos en el pequeño agujero en su pierna, carne carne metal, saqué la bala provocando un grito.

Deje caer alcohol, los gritos son algo normal en estos procedimientos sin anestesia por eso no me pongo nerviosa o algo así. Hice la sutura lo mejor que pude pues se mueve demasiado, cuando termine el se calmo un poco.

-Eres una perra-susurra.

Volví a chorrear el líquido de la botella de alcohol sin cuidado, él me grito una maldición y yo sonreí-de nada por no dejar que perdieras la pierna-le digo mientras sus compañeros lo cargan para llevarlo a una de las camillas.

Otro grupo de hombres dejó al hombre que cargaban sobre la camilla, su mano está destrozada, él está viendo hacia la nada. Lo entiendo, la idea de perder una extremidad es mala, algunos gritan otros lloran y muy pocos solo lloran en silencio.

-Haré esto rápido-susurro.

Pase un montón de horas atendiendo soldados despiertos, desmayados e incluso algunos llegaron muertos. Las camillas cada vez escaseaban y tuvieron que improvisar con colchonetas en el suelo, desde que llegamos no e salido de aquí, no e dormido y tampoco e comido algo, solo atender.

Me detuve cuando Clark entro con ropa diferente, trae una charola con un sándwich y una botella de agua-sabía que eras buena doctora pero esto es...otro nivel-ella dice viendo a todos.

-¿Cambiaste tu ropa?-le pregunto.

Ella me vio confundía-no, Evans...¿estás bien?-me pregunta. Ignoré esta pregunta cuando empecé a recoger las cosas que usé hace unos minutos con un soldado-es extraño que no me hayas reclamado por no ver a tus chicas-ella se sienta en una de las sillas.

-¿Por qué lo haría?-le pregunto.

-Porque ya pasó un mes-ella dijo levantando sus hombros. ¿Un mes?-oh Dios, creo que ya se que está pasando, hoy nos vamos Andy pensé que querías comer algo antes del viaje-murmura señalando el sándwich.

Me quede quieta, vi a mi alrededor, ya no está la grande fila...ni tampoco el hombre sin mano que atendí el primer día.

Lo primero que le se fue: Billie, fui por mi mochila y saqué la radio.

-Billie-digo una y otra vez su nombre. Nadie respondió.

-Tranquila, ella está bien-Clark pone su mano en mi hombro-mande a mi hermano a cuidarla...es gay-suelta una risita-vámonos-dice empezando a caminar.

En seis horas ya estaba frente a la puerta, las luces están apagadas pues son las cuatro de la madrugada. Entre con cuidado de no hacer ruido, me tranquilizo darme cuenta que tenia llave la puerta, cerré con llave y subí hasta la habitación de Billie.

Ella está dormida, la cuna de Ellie también está aquí mi bebé también está dormida. Suspire aliviada, siempre me pasa eso de perderme en el tiempo antes no pasaba nada pero ahora si, ¿qué tal y les hubiera pasado algo?

-¿No vas acostarte?-la voz de Billie se escuchó entre la oscuridad.

-Mi aroma es fatal-le digo.

-Siempre has olido fatal-ella se burla, se sentó en la cama para verme-te extrañe-susurra.

-¿En serio?-le pregunto entrando a la habitación, me senté a su lado-perdón por no responder-susurro.

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