Capitulo 2

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Mis ojos, mis ojos estaban viendo algo extraño, un espacio completamente negro. No habia rastro de nada solo estaba yo, flotando sin rumbo y sin entender que hago, mi proposito ahi....

Mis ojos se abrieron, una caracteristica divina segun muchos de los mayordomos y la misma familia real, unos ojos que encantan a la persona que los vea, sinceramente me hace sentir un poco incomodo.

Me levante de mi excesivamente grande y comoda cama y suspire. *Otro sueño sin sentido* pense mientras me levantaba y hacia mi rutina matutina.

Mi nombre es Gojo Naruto, te diria que soy un chico normal pero te estaria mintiendo, por lo que me contaron fui encontrado en la puerta del palacio del Daimyo del fuego en una noche tenebrosa, desde ese momento fui adoptado por la familia real y sinceramente no me puedo quejar, aveces pienso que tipo de vida tendria si no fuera por estas amables personas.

Un ruido atrajo mi atencion.

-- Naruto-sama el desayuno esta listo, la familia real lo espera en el comedor -- me hablo una sirvienta la cual habia abierto la puerta de mi habitacion

-- Ire en un segundo, gracias por avisar -- le agradeci y me prepare para el desayuno.

Cuando llegue pude ver una gran variedad de comida puesta en una gran mesa donde habia 3 personas sentadas.

Por un lado habia un hombre adulto, de unos 40 años, con pelo negro largo que le llega hasta sus hombros, una cara aburrida que se fue momentaneamente cuando me vio entrar en la sala, vestia ropas lujosas, dignas de el, despues de todo es Madoka Ikkyū el Daimyo del pais del fuego. el se sentaba en la punta de la gran mesa.

Mi atencio se dirijio a su derecha, donde una mujer de la misma edad que Madoka se sentaba con gracia y elegancia. Marin era su nombre, la esposa del daimyo, una mujer extranjera la cual cautivo completamente al señor feudal. Tenia pelo largo que le llega hasta la espalda media, su pelo al igual q el de el era de color blanco y al igual que el, tambien poseia unos ojos extravagantes, pero estos no era el "celeste cosmico" que tanto le decian cuando lo halagaban sino que eran de un violeta amatista. Encantadora es la palabra que mas la definiria.

Me fije en la ultima persona de la mesa, justo a la izquierda del daimyo, me diriji para sentarme junto a ella. Y sinceramente era una copia al carbon de su madre, ojos violetas hermosos con cabello blanco y largo hasta un poco mas que sus hombros, pero mientras que su madre tenia un vestido comodo completamente negro, la chica tenia un traje peculiar hecho solo para ella de color blanco con detalles violetas. Esta chica era la hija del daimyo y su esposa Marin.

La Princesa Emilia. ella tenia 7 años igual que el pero algo que no pudo entender es como actuan los "niños" raro siendo que el es uno pero no se sentia asi.

Mientras que por ejemplo a Emilia le interesaba jugar y hacer cosas que ella consiraba geniales, el se concentraba aprender la mayor cantidad de cosas que pueda. Mientras Emilia no pensaba en el futuro y solo vivia su infancia, el ya sabia que haria.

POV: Narrador

-- Buenos dias Naru-chan -- dijo Marin sonriendole a Naruto

-- Buenos dias Marin-sama, madoka-sama, Emilia-Hime --

-- JA, vamos chico viviste toda tu vida aqui y nos tratas con tal nivel de cortesia y honorificos, se podria decir que eres de la familia -- contesto con una sonrisa el daimyo y naruto le devolvio una propia, solo que esta era mucho mas discreta

-- Naru siempre es asi tou-chan, el tiene que ser serio y esas cosas porque se convertira en un poderoso SHINOBIIII -- Dijo emilia con voz infantil y con una energia que sobrepasaba las de los otros 3 ocupantes de la mesa.

La Generacion DoradaKde žijí příběhy. Začni objevovat