Uno

869 134 4
                                    

El club estaba a rebosar esa noche

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El club estaba a rebosar esa noche. Un lugar especialmente para aquellos que no eran completamente humanos, pero que tampoco eran animales. Un club para cambiaformas, aquellos que son mitad de uno y mitad de otro. Dónde pueden simplemente ser ellos y no pensar en los verdaderos humanos. Los que les temen, los que les odian y les cazan.

Ohm disfrutaba de ir allí, cada viernes después del trabajo, y dejar que su aroma a alfa y la excesiva cantidad de feromonas hicieran de las suyas y le atrajeran una pareja para la noche.

Era un cambiaformas lobo alfa, dominante por naturaleza, sentado en un banco en la barra del bar —rodeado de otros igual a él— dónde los aromas se mezclan y atraen, o repelen. Ohm estaba ahí para cazar a su siguiente presa. Un Omega dispuesto, para él, que compartiera sus gustos y disfrutara del sexo de la misma forma que él.

Dejando fluir las feromonas que apartaban a los demás alfas y atraían a un sinnúmero de omegas en busca de placer y satisfacción, Ohm bebió su cerveza en tragos lentos y pausados. Observando a la multitud que se aglomeraba en la pista de baile, restregando sus cuerpos unos con otros y creando un llamado al apareamiento, al deseo, al sexo desenfrenado y sin ataduras.

A ambos lados de la barra, también había un abarrotamiento de personas en busca de bebidas y algo más. A la derecha de Ohm, un beta esbelto y de buen porte le sonreía coqueto. Era lindo, pero no era un Omega.

A Ohm le gustaba un Omega que tuviera aroma. Un suave y dulce aroma que lo excitara. La esencia azucarada que se desprendía en chorros húmedos en la lubricación natural de un Omega, era algo que Ohm disfrutaba.

Y follar un agujero resbaladizo era lo que deseaba esa noche.

A su izquierda, una Omega en minifalda llamó su atención rozando sus largas uñas sobre su brazo. La Omega era hermosa, suave y olía a caramelo. Se veía dispuesta y necesitada, pero Ohm no deseaba una ella, tampoco, así que cortésmente la despidió y se movió hacia la pista.

Quería un Omega, un culo mojado y apretado para follar y desfogarse de la tensión del día.

Un macho que pudiera soportar todo lo que Ohm tenía para dar.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
PresaWhere stories live. Discover now