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Jaehyun abrió la puerta.

No se pudo generar ninguna duda al momento en el que sus ojos se posaron sobre los del mayor, despertó en él un instinto que había estado dormido, fue de forma muy natural, como si hubiese sabido que se trataba de él, porque era Doyoung frente a él y no había duda de ello.

Doyoung había preparado una hermosa sonrisa antes de que la puerta fuera abierta, para causar una amable impresión, pero ésta cayó totalmente al momento de que la puerta se abrió y miró a los ojos del menor; ¿quién era ese chico y qué había hecho con su Jaehyunie?

Un amplio silencio se desarrolló en medio de ambos, Doyoung miraba con impresión a la persona que tenía frente a él, se tomó un momento para analizar por completo su rostro, con esa expresión de aduleza pintada; bien, podía darse a la idea de que se trataba de Jaehyun, y si así era, ¿qué había hecho para crecer tanto?

— ¿Jaehyun?... — soltó en un murmuro el mayor. Su voz grave sonó pausada debido a la impresión que aún mantenía el momento, porque simplemente no podía creer completamente cómo era que que Jaehyun había crecido más alto que él.

—Hyung... — Jaehyun se escuchó igual de pasmado, le había tomado sólo un segundo grabarse para siempre el rostro de Doyoung. Se dio cuenta de que su voz, al pronunciar "hyung", se escuchó rasposa por lo seca que sentía su boca, sentía que había perdido la capacidad de hablar, su corazón empezó a palpitar aceleradamente, como si de repente hubiese corrido un maratón en menos de un minuto, la mano que sostenía la perilla de la puerta se aferró con fuerza de ésta; de repente se había olvidado de todo sólo por tener a Doyoung frente a él.

Doyoung le sonrió, y entonces Jaehyun se dio cuenta de que había valido la pena cada segundo de espera durante todos esos años.

—Wow... — Doyoung habló, con sus comisuras levantadas en una tímida sonrisa, de repente se había puesto demasiado nervioso, no se esperaba algo así. Movió sus manos con las que sostenía la canasta y no encontró las palabras adecuadas que lo hicieran sentir totalmente seguro, no podía hacer nada más que demostrar su asombro —has crecido mucho... — Doyoung negó suavemente con su cabeza, como si estuviese convenciéndose de algo, seguía observándolo, intentando encontrar algún indicio que le avisara que con quien hablaba se trataba del mismo niño que había conocido hace ocho años —demasiado...

Jaehyun tomó aire con dificultad, jamás se había sentido tan nervioso, o por lo menos no desde hacía ocho años, cuando se le había declarado a la persona que tenía enfrente. Su estómago se revolvió de anticipación, y se vio sintiéndose inseguro como hacía mucho tiempo no lo estaba. Le dio la impresión de haber vuelto a ser el mismo niño de nueve años que le temía a hablar y a equivocarse, y daba la casualidad de que sólo ante Doyoung podía volver a ser así. Estaba seguro de que si seguía sin hablar, el silencio delataría el sonido de su agitado corazón, y entonces Doyoung lo escucharía y se vería como un tonto.

—Ah... — Jaehyun pensó en qué decir, también había dejado de hacerlo desde que lo estaba mirando, no era como si ante eso pudiese estar concentrado por mucho tiempo en algo más, no podía —sí, creo que sí... — se movió un poco en su lugar, mirando hacia sí mismo por un segundo, sí era cierto, había crecido demasiado, podía notar que Doyoung apenas sobrepasaba su hombro y eso le pareció tierno por ser su hyung.

Había crecido lo suficiente como para que Doyoung encajara contra su cuerpo en un abrazo perfecto, en el cuál él pudiese recargar su mentón en su cabeza, para rodearlo después de la cintura y acercarlo hacia él, permitiéndose sentir su aroma y escucharlo respirar, y finalmente para no soltarlo hasta que se cansara de abrazarlo.

Jaehyun observó disimuladamente su atuendo, tenía aún puesta su pijama, y además estaba un poco despeinado, básicamente estaba desarreglado y eso lo hizo sentirse un poco más inseguro, porque a su parecer, Doyoung se miraba muy buen, incluso más que eso. Sintió sus palabras poco adecuadas, él en realidad no quería ser tímido, a decir verdad, lo que quería era poder abrazarlo, porque estaba demasiado embelesado en ese momento, y era lo único que podía desear.

—Pasa, hyung — Jaehyun reaccionó, tarde pero lo hizo. Se hizo a un lado y abrió la puerta completamente, permitiéndole el paso a Doyoung. Cuando pasó frante a él, con la canasta en manos le indicó que podía ponerla en la mesa cuando el mayor le había preguntado dónde ponerla. Se tomó de nuevo un segundo, sólo uno le fue suficiente, para ahora memorizarse la figura de Doyoung por completo, su cabello ahora era oscuro, y no podía estar más de acuerdo en lo atractivo que ahora lucía, es decir, antes le parecía atractivo, ahora de verdad se sentía enamorado.

Jaehyun tomó aire, de repente se sintió más tranquilo, de repente se sintió realizado, sintió que le era regresado algo que había perdido y necesitaba. Su corazón seguía traicionándolo, pero eso no le prohibió el deseo que ahora sentía de abrazar a Doyoung.

—Son galletas, yo recuerdo que les gustaban mucho — Doyoung habló, encogiéndose de hombros. Al volverse se había encontrado con la mirada de Jaehyun sobre él, le parecía que aún no creía que estaba allí frente a él, y le parecía tierno, porque a pesar de que Jaehyun había cambiado tanto a como lo conocía, algo le hacía sentir que seguía siendo el mismo niño de antes, ¿podría serlo un poco?

—Doyoung hyung... — Jaehyun lo soltó en un suspiro sonriente, mirándolo, ¿estaba mal o era que de repente todo alrededor de Doyoung brillaba? —volviste, de verdad lo hiciste... — ésta vez no pudo ocultar su sonrisa, sonrió ampliamente, lo hizo sin temor o nervios, como si nunca hubiese dado una sonrisa bonita.

—Yo te dije que lo haría, Jaehyun — Doyoung contestó, también sonriendo, no pudo evitarlo, porque la expresión de Jaehyun lo incitó, podía verse tan feliz de verlo.

Jaehyun casi cae desmayado, porque estaba sintiendo muchas cosas, estaba encontrando y reencontrando muchísimas emociones, emociones que creía eran muy difíciles de controlar, el escuchar su nombre salir de los bonitos labios de Doyoung casi lo hizo suspirar, no podía sentirse más tonto, porque ya estaba seguro de que sí estaba enamorado, ¿qué otra cosa podría ser si de repente todo se miraba más radiante y feliz y a Doyoung parecieran salirle alas de ángel por los hombros? sí podría estar drogado, pero no era el caso.

Jaehyun se limitó a caminar hacia Doyoung y envolverlo en un abrazo que Doyoung prontamente correspondió. No lo esperaba, pero tampoco estaba dispuesto a alejarlo, cuando las personas pasan mucho tiempo sin verse suelen abrazarse, y Doyoung ahora podía asegurarlo, porque Jaehyun lo estaba abrazando con fuerza. Dejó que Jaehyun recargara su frente en su hombro, y él subió subió una de sus manos hacia su espalda. Doyoung lo abrazaba como quien se reencontraba con un hermano, Jaehyun lo abrazaba como quien temiera perder a su persona amada.

Jaehyun cerró sus ojos, frunció su entrecejo y se sintió un niño de nuevo, protegido por quien quería que lo protegiera, pero después aspiró el aroma que llegaba a él, y dejó de sentirse como un niño, dejó por completo la idea de que alguna vez Doyoung lo había abrazado así, como si fuese un niño indefenso, porque ya no lo era, porque ya no quería a Doyoung como un niño lo haría, las cosas ya no eran tan sanas, tan dulces, tan tiernas cual niño pudiese hacerlas. Era un hombre ahora, y deseaba a Doyoung como tal.

—Hyung, te extrañé... — la voz baja de Jaehyun quedó perdida entre la piel suave del cuello del mayor, lo tenía sujetado de la espalda y no parecía querer soltarlo. Doyoung sonrió con ternura, porque para él, Jaehyun seguía abrazándolo como si fuese aquel niño, y en realidad no sabía lo equivocado que estaba.

Jaehyun se omitió todo lo que en verdad quería decirle al oído, tuvo que retener con gran fuerza de voluntad lo que en realidad deseaba decirle a Doyoung, esperaría un poco entonces, encontraría el momento para hacerle saber a Doyoung todo, para hacerse notar como quería ser notado por su hyung. "Doyoung hyung, mírame bien por favor, he crecido, tal y como querías, ya puedo ser tu novio, hyung..." Jaehyun sintió su corazón encogerse, porque eso era lo que más deseaba que Doyoung notara, ¿es que no lo había hecho ya? él había cumplido, creció lo suficiente para Doyoung, y Doyoung también había cumplido, había regresado, ¿ahora podían estar juntos?

Retuvo todo aquello en su mente, guardó ese poderoso sentimiento porque ahora era peligroso de mostrar, ahora sólo necesitaba tenerlo así, entre sus brazos.

CRECER ━ JAEDOWhere stories live. Discover now