CAPÍTULO VEINTINUEVE: REESCRITO

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Él está caminando por la Sala de Iniciados. Donde quiera que vaya, otros iniciados le dan miradas hostiles, exudando celos, amargura y resentimiento.

Yoongi sabe que debe haber una razón para eso, pero por más que lo intentó, no lo recuerda. Todo lo que sabe es que nadie quiere ser su amigo. Otros hablan de él a sus espaldas, hablan en tono burlón y amargo, y se callan cuando se acerca a ellos.

Solo quiere un amigo. Un amigo. ¿Es mucho pedir?

Solo quiere tener a alguien que lo quiera cerca, que lo cuide.

Alguien a quien le guste.

Alguien solo suyo.

Pero no hay nadie. No habrá nadie por años y años y años hasta que su hermano regrese por él.

***

Una boca choca contra la suya, una lengua se abre paso en su boca.

Con náuseas, muerde con fuerza la lengua, haciendo que Tethru grite y le quite la boca vil.

—Tú, pequeño pedazo de mierda —sisea Tethru, agarrando sucabello y tirando su cabeza a un lado. Se aferra al cuello de Yoongi, mordiendo con tanta fuerza que Yoongi grita de dolor. Tethru se ríe, empujándolo contra la pared—. Llora. Me gusta cuando los niños pequeños lloran —Muele su erección contra el estómago de Yoongi—. No puedo esperar para meterme en tu coño.

—¡Ayuda!

Tethru se ríe.

—Nadie vendrá. Nadie te escuchará. Cuando termine contigo, estarás mancillado con mi semen y nadie te querrá jamás.

El pánico, la ira y el asco llenan sus sentidos, su visión se pone roja, y antes de que Yoongi sepa lo que está haciendo, Tethru hace ruidos estrangulados.

Y luego está muerto.

Yoongi empuja el cuerpo, temblando tanto que siente ganas de salir de su piel. Se siente sucio. Él está sucio.

Un asesino. Él lo mató. Él mató a una persona.

Yoongi se hunde en el suelo cuando sus rodillas se rinden. Él abraza sus rodillas y se balancea de un lado a otro, mirando al cadáver con horror, las lágrimas nublando su visión.

Será arrestado y encerrado por esto. Él mató al Gran Maestro.

Él está sucio. Sucio, sucio, sucio.

La puerta se abre.

Y nadie entra.

No hay nadie allí.

Nadie lo ayudará.

Nadie lo sostendrá ni lo consolará.

Él está solo. Solo está él y el cuerpo.

Yoongi se despertó con un sollozo, respirando con dificultad y temblando sin control.

Solo un sueño, se dijo. Solo otra pesadilla sobre algo que había sucedido hace años.

Abrazó su almohada contra su pecho, tratando de respirar a través de su pánico y solo tuvo éxito en tragos cortos y agudos.

Todo estaba bien. Él estaba bien.

Él estaba bien.

***

Namjoon dejó de pasearse cuando Ksar entró en la habitación.

—Gracias por venir en tan poco tiempo —dijo—. Sé que estásocupado.

Ksar solo asintió, sus ojos plateados parpadearon hacia la puerta cerrada de la habitación de Yoongi.

MAESTRO Y APRENDIZ KOOKGIOnde histórias criam vida. Descubra agora