17.

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Jamás imaginé que la casa de Michael fuera el doble de grande que la mía -Que, de por sí, ya es bastante grande - hasta que estuve enfrente de ella.

El vecindario era bastante impresionante, y lujoso. Mi asombro no podía pasarse por alto tan fácilmente.

— ¿Sucede algo? Vamos, entra. — Michael empujó mi espalda hacia la entrada de la gran casa. La belleza de las flores en su jardín es sobre natural, los rosales y el pasto eran lo que más llamaban la atención, son tan bellos que incluso puedes llegar a dudar de que si son naturales o de fantasía.

—Es asombroso. — Las palabras brotaron de mis labios al adentrarme en su casa.

— ¿El qué? —Preguntó a la vez que colgaba su suéter en el perchero de madera que estaba a un lado de la puerta.

—Todo, tu casa, la entrada, incluso las flores de afuera, es difícil diferenciar si estoy en un sueño o es la realidad con esas plantas. — El río y se acercó al sillón de su sala para después dejarse caer en el despreocupadamente.

—No es nada fuera de lo común.

—Te equivocas, es todo fuera de lo común.

—Cómo digas, ven y siéntate. —Obedecí y me senté al lado contrario de el en el sillón.

— ¿Mikey?

—Hola, Minnie. — En mi campo visual apareció una niña de cabello rubio, estaba un poco adormilada y en su mano estaba un pequeño oso de peluche.

— ¿Quién es ella? ¿Es tu novia? — La niña me señaló al momento de preguntar esto, haciendo que me sintiera un poco incómoda.

—No, es solo una amiga. — La niña se acercó a Michael y se sentó en sus piernas, para después abrazarlo. Acción que tome por algo bastante tierno.

—Menos mal, Mikey. Mereces a alguien mejor, ella es fea.

—Melanie eso es grosero. — Michael la miró de manera severa y ella pareció encogerse en sus brazos.

—Minnie, dime Minnie. — Ella me miró mí y me saco su lengua, algo que tome por gracioso.

—Discúlpate y ve a tu cuarto.

—Está bien. ¿Cómo se llama? — Michael susurro algo en su oreja y ella me miro, bien claro pude ver como su frente, la cual momentos atrás estaba fruncida se relajó. — ¿Juno? ¿La de tus sueños?

— ¿Qué dices, Minnie? —Michael miro confundido a la pequeña y esta asintió a la vez que aplaudía.

—Muchas veces he entrado a tu habitación, Mikey. Sueles decir cosas estúpidas como "Juno, No me dejes" "Yo te quiero, Juno" ¿Es ella?

— ¿Q-Que dices? Ve a tu cuarto Melanie, estas delirando.

No pude más que admirar las acciones de ambos con una sonrisa en mis labios, sin duda desearía tener un hermano menor.
La niña se retiró a su cuarto, despidiéndose cariñosamente de Michael y yo. Dejando a un nervioso Michael en vez del confiado de un principio.

—Niños, je.

— Siempre dicen la verdad. — Sonreí en su dirección. — ¿Me quieres Michael?

—Por supuesto, ya lo sabes... — Hizo una pausa y me sonrió. No se por qué sentí un tipo de decepción. — En fin, ¿Quieres algo de tomar? — Pregunto a la vez que se paraba del sillón en dirección a lo que parecía su cocina.

—Agua estaría bien, gracias.

De alguna manera me sentí atraída por seguirle y así lo hice. Claro, sin que él se diera cuenta.

Fat» Clifford❀Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora