Necesidad

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Sin importarle la sangre que salía de una pequeña herida de su labio inferior, siguió besando esa boca hambrienta que devoraba cada parte de su cuerpo en cuanto podía.

Los gritos, algunos lamentos, lágrimas de placer y risas cortas, se mezclaban con el sonido de sus pieles chocando una y otra vez sin descanso.

El olor a deseo seguía presente, ya no sabía cuantas veces habían terminado en la misma posición y cuantas otras fueron a parar a cualquier lugar que les proporcionara un buen soporte para saciar la necesidad que tenían el uno del otro.

La tina de agua seguía llena y el espejo estaba completamente empañado, pero las manos de Jimin accidentalmente limpiaron una parte que permitió que Jungkook pudiese ver con claridad cada uno de los gestos que hacía mientras empujaba la pelvis con fuerza contra su trasero.

Una vez más tomó su mentón con su mano libre y lo atrajo hacia él para dejarle un último beso antes de aumentar la velocidad.

Los delirios y balbuceos del rubio no se hicieron esperar, su espalda se curvó al instante y cayó apoyando sus codos en el lavabo.

—Alza la mirada.—ordenó el menor y ante su negativa, lo hizo por su cuenta presionando con fuerza sus mejillas.—¿No estás siendo demasiado lindo? No has para donde sollozar, parece que te duele, pero cuando pregunto si estás bien, solo pides que no me detenga.—le dijo mirando a su reflejo en el espejo.

Las lágrimas cayendo haciendo que sus párpados y mejillas enrojecidas mostraran su lado más vulnerable, le causaban un poco de terror.

Ver su reflejo y sus expresiones con tanta claridad le hacían preguntarse sobre el momento en el que todo que había sido, cambió, pero tampoco deseaba dar vuelta a atrás, no al sentir como aquel alfa devoraba su cuello sin dejarle tiempo para pensar con profundidad en el pasado.

—¡Cállate y continúa!—gritó mordiéndose el labio inferior y frunciendo el ceño.

Jungkook sonrió presionando la palma de su mano en la espalda baja del mayor para obtener una mejor posición en la que continuar con su labor ganándose más regaños del contrario que fueron reemplazados por gimoteos vagos.

—Muy p...profundo, si. ¡Justo ahí! ¡Más, más fuerte!

—C...carajo, deja que yo lo haga. ¡Jimin!

Aturdido por la cantidad de sensaciones que compartían al instante, el mayor abrió un más las piernas y alzó las caderas lo suficiente como para que el alfa tuviese la libertad de hacer de él un desastre.

Jungkook aprisionó sus caderas y las manipuló a su antojo sacándole gritos y balbuceos que para él no tenían sentido alguno, su mente se había nublado viendo el espectáculo fascinante, que se enfrentaba a su propia cordura en cada embestida contra ese jugoso y bien proporcionado trasero.

La piel de sus nalgas color carmín no lo detuvieron de golpearlas un poco más mientras se lanzaba de atrás hacia adelante escuchando al mayor reconociendo su propio placer.

—Estás aprisionando mi pene con tanta fuerza que cada vez se me hace más difícil salir.

—¡Kook! ¡No pares!

El mencionado logró reconocer con claridad la llegada una ola de éxtasis que le avisaba que Jimin estaba cerca de correrse.

Su aroma se sintió aún más intenso y al ver el espejo, entendió lo que sucedía.

El Luxure Ω intentaba llamar a su lobo en busca de algo que aún no le podía dar.

—Por... por favor, alfa. Lo quiero, lléname.—pidió mostrando la miraba más lasciva que había visto en él hasta ese momento.

Sus ojos brillaban con intensidad aun con la cantidad de lágrimas retenidas que picaban por seguir con su camino habitual.

Con la boca entreabierta y la mirada perdida en el espejo que le mostraba el ocre de los ojos de Jungkook, recibió su descarga dentro de él y se corrió también manchando el suelo.

Cuando el calor bajó, Jungkook tomó al rubio de la cintura para levantarlo y llevarlo a la cama, pero este se negó a recibir ayuda.

—No necesito compasión, iré solo.—soltó de manera repentina asustando al contrario.

—¿Amor? ¿Hice algo malo? ¿Sucede algo?—preguntó, pero él solo lo ignoró y no le importó caminar aún con el semen cayendo entre sus piernas.

—No es posible que tengas que preguntarme por esto. Es tan malditamente vergonzoso que mi alfa no pueda darme lo que quiero en mi celo. ¡Alfa de mierda! ¡Eres un alfa de mierda! ¡Me he dejado hacer lo que te satisface y no puedes hacer lo mismo por mí!

—Jimin...

—¿Cuántas veces te lo he pedido? ¿Cuánto llevamos aquí? ¡Tres días! ¡Y sigues negándote! Aceleras tu ritmo para acabar pronto y dejarme como un estúpido. ¿Soy yo? ¿El problema es que no me ves como alguien que pueda recibirte?

—¡Jimin! Sé a qué te refieres, pero no puedo anudarte. Aun si pareces lo más lúcido posible, se que no lo estás y hacerlo nos traería problemas.

—¿Problemas? ¿Qué clase de problemas? ¿Cachorros? Antes de marcarme debiste entender que yo soy el único al que se los podrás hacer. Se que piensas que no tengo la capacidad para ser padre y seguramente ya has planeado la manera de cogerte a un omega de vez en cuando para tener un primogénito, pero no voy a quedarme a observar como me conviertes en el tipo más cornudo del país.—Su molestia pasó a ser tristeza y su ánimo decayó de inmediato sorprendiéndose a sí mismo por su cambio repentino.

Jungkook se acercó poco a poco buscando no ser rechazado y finalmente lo abrazó transmitiéndole un poco de tranquilidad entre sus sollozos.

—No te marqué para hacerte tal cosa, no me importa si tenemos cachorros, no te estoy rechazando, pero anudarte sería bastante imprudente en nuestra situación. Se que por tu celo estás más receptivo, pero no significa que puedas soportar el dolor de ser anudado aún y con respecto al otro tema, el día en que tú me lo pidas, intentaremos tener cachorros, pero no durante tu celo, necesito que tengas la completa seguridad de que puedes hacerlo.

—Son excusas.—susurró el rubio llorando contra su pecho.

—Puedes saber si estoy mintiendo y sabes que no lo es, tú conoces mis emociones.  Te prometo que compensaré cada lágrima de tristeza.—dijo el menor acariciando su mejilla.

Se mantuvieron en silencio hasta que reconocieron el olor de una nueva ola de calor.

—Kook, ha comenzado a doler de nuevo.—susurró el mayor.

Su interior quemaba y su cuerpo le pedía fricción para calmar el ardor.

—Vamos a la cama, amor.










Lamento haberme perdido por una semana, pero entre mis clases y mi trabajo de tiempo completo, me queda poco tiempo para vivir, aún así, he escrito tres capítulos y los subiré en cuanto revise cada uno.

Gracias por esperar.

Luxure ΩWhere stories live. Discover now