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Gracias a los dioses que observan a estos doce chicos.

El camino hasta llegar al lugar acordado para grabar fue más tranquilo, a comparación de lo que acababan de vivir hace una hora, dónde todos parecían desesperados por un toro que encontraron en medio del pantano.

Virgo todavía no se la cree.

Pero ahora, Escorpio era el conductor de la camioneta. Y para evitar que Sagitario se duerma de nuevo en el asiento del Copiloto, intercambió de lugar con Géminis.

— ¿Debería de seguir derecho o doblo a la izquierda?

— Uhm... Creo que a la derecha...

— No hay derecha, imbécil.

— Tienes el celular al revés, Gém —Sagitario señaló su celular para que se de cuenta de lo que hablaba.

— Ah, si, claro. A la izquierda, Escor. Unos dos kilómetros más y llegamos.

El pelinegro a su lado asintió, doblando hacia dicho lado.

— ¿Puedes ver a un Cetus enfadado por ahí?

Escorpio negó con la cabeza.

— Pero debe de estar cerca, no lo dudo.

Y que buen razonamiento es el de Escorpio, a decir verdad.

El pelinegro de ojos miel condujo un poco más, y hasta los de afuera pudieron visualizar a un pequeño grupo de personas esperándolos en medio del bosque, rodeados de árboles.

El escorpión estacionó la camioneta rápidamente en un lugar cercano, y todos bajaron del vehículo. Nadie se habría dado cuenta de la presencia de un chico rubio de ojos cafés, si no fuera porque este mismo carraspeó, mientras se acercaba al grupo.

— Intentando escapar de nuevo, eh.

Todos se sobresaltaron, y miraron en dirección a aquel chico, su coordinador.

— Cetus, ¿cómo estás...?

— ¿Cómo estoy? ¿De dónde sacaste esos modales a esta hora, Aries? Estoy esperándolos junto algunos miembros del staff hace más de dos horas.

— Lamentamos la demora, Cetus, no volverá a ocurrir.

El chico puso los ojos en blanco.

— Pero, ¿Cómo es posible que se hayan tardado tanto? Y tú, Capricornio —El rubio miró en dirección al pelimorado—, te mandé más de cinco mensajes y no me contestaste ninguno.

El líder hizo el gran esfuerzo de no hacer ningún gesto que le parezca ofensivo al coreógrafo.

— Todavía me tienen que explicar en dónde se han metido, jovencitos. Tenemos todo lo que queda del día para grabar, pero si empiezan ahora, antes podremos empezar con las tomas individuales.

Cetus miró fulminante a todo el grupo, los doce jóvenes no les quedó otra que empezar a contar toda su historia.

Obviamente con algunas modificaciones para que parezca más creíble, por supuesto.

Pero hasta ahí, si tuvieron un regaño largo, de los que tu madre te hace por haber roto su jarrón favorito, o por haber roto una ventana.

Algo así, un regaño eterno por el simple error de haberse perdido, para los chicos.

¿Se lo merecían? Claro que sí.

Pero aún así, lo veían muy insoportable.

...

— ¿Ya terminó la charla constructiva sobre cómo llegar puntuales la próxima vez?

— Para nuestra suerte, sí. Solo porque Tauro todavía tiene que grabar y se nos hará de noche, imposible para que Tau pueda grabar su escena.

Zodiac Boy Group in the KpopWhere stories live. Discover now