Repechaje ♡ Marculi.

6 · Escondidas.

El transcurso de la fiesta había sido sumamente incómodo para ambos jóvenes que debían actuar como si nada hubiera pasado. Los dos tenían en consideración que aquello había quedado grabado, pero preferían olvidarlo para poder llevar una buena convivencia. Si por "buena convivencia" se referían evitarse durante todo el evento.

Marcos en variadas ocasiones había intentado encontrarse con la mirada de Ju para hacerle saber que necesitaban hablar, pero ella se mantenía adherida a Daniela como si temiese que se escapase, pegada a su brazo. Bailaron un poco, siempre en puntas distintas. Y al final de la noche cada uno hizo sus respectivas rutinas para irse a la cama.

Al día siguiente, sábado, no tenían grandes cosas por hacer. Se entretuvieron en la pileta la gran parte del día, al menos la mayoría. Julieta se abstuvo a salir, prefirió quedarse adentro para evitar encontrarse con aquel que mantenía sus ideas ocupadas. Ya tuvo la conversación con Dani para pedir su consejo y a último momento se sumó Romi ya que de inmediato se interesó en el tema cuando, al ingresar a buscar algo en el cuarto, las vio conversar en susurros.

Ahora con seguridad sabía que su atracción por Marcos podría ser algo más y no se atrevía a negarlo. Mucho tuvo con Daniela riéndose en su cara cada vez que lo hacía, por lo que tuvo que abstenerse y aceptarlo. El salteño le gustaba en grandes niveles desde hace tiempo. Se sentía culpable por tener aquellos sentimientos aún cuando tenía novio, pero el cariño que le otorgaba Marcos dentro de la casa en cuatro meses, fue mucho más sincero que el que recibió de Lucca en dos años. Al ser consciente de ello, se preguntaba cómo manejaría su situación con el afuera. Si se acercaba luego de aceptarlo, pensarían que se aprovecha de su sentir y conociéndolos, no tardarían en sacarla. Por otro lado, si confiaban en que aquello era verdadero, tal vez apoyen su accionar.

Más tarde, se despidieron de los que tenían que ir a la cena de nominados en la noche, más que felices por quedar los más jóvenes nada más. Sin demora, planearon un juego del escondite para entretenerse. Camila quiso contar y se paró en la puerta que daba a la salida de la casa, comenzando a enumerar en voz alta hasta el 30. El resto, salió corriendo en todas direcciones en busca de un buen lugar en el que pudieran pasar desapercibidos. Julieta pensó que tal vez el sauna sería muy obvio, por lo que corrió a la pieza con la idea de meterse debajo de una cama. Sin embargo, su idea estuvo en segundo lugar ya que Nacho le había ganado, echándola de ahí para que no lo descubran. Escuchando el grito de "cinco" de Camila, no tuvo más remedio que encerrarse en la habitación más cercana, que terminó siendo el baño. Entre risas tomó el secador de piso para trabar la puerta y que no pudieran pasar, apoyándose en esta al terminar.

- Mh, me robaste el escondite - Marcos fue quien habló en su volumen habitual, levantándose del suelo en el que estaba sentado. Aquel repentino encuentro le sacó un grito a Juli por el susto, que se tapó la boca en orden a guardar silencio. Sin notarlo, su corazón galopaba al ver al hombre que se adueñaba de sus pensamientos últimamente, sobre todo al estar encerrados en un cuarto tan reducido y "privado".

- Perdón, perdón, primo. Es que tuve que correr porque Cami ya terminó de contar. Si quiere me voy y - no pudo terminar de hablar ya que el brazo de Marcos sostuvo el suyo para que se quedara quieta.

- Si salís ahora te van a ver, esperá un rato - le tocó mantener la calma, ya que a pesar de querer apoyarla contra la puerta para devorar sus labios, no habían pasado esa barrera de confianza cuando ni siquiera habían vuelto a tocar el tema.

Juli asintió dándole la razón, decidida a calmarse con respiraciones lentas, mientras tomaba asiento con la espalda en la puerta. Marcos, a diferencia de ella, eligió sentarse en la pared perpendicular de azulejos, aún sin romper esa distancia tensa que los unía. Él, más que temeroso por ser brutalmente rechazado y ella, sin una sola idea de cómo actuar para que las cosas salgan como quería.