Capítulo 10.

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Jisung sintió que aquel abrazo había durado demasiado y nada a la vez

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Jisung sintió que aquel abrazo había durado demasiado y nada a la vez. No tenía sentido alguno, lo sabía, pero las agujas del reloj parecieron detenerse mientras estuvo entre los brazos del alfa. El tiempo era relativo según Einstein, por lo que no veía tan imposible su teoría.

Se separaron a duras penas, ninguno queriendo hacerlo realmente, mucho menos cuando sus lobos se habían sentido tan completos refugiándose en el calor del otro, cosa que por supuesto no iban a externar. No había necesidad.

Los oscuros ojos de Minho no se despegaron de los propios cuando se rompió el abrazo y en realidad no se alejó demasiado, todavía tiene el suave toque de los dedos del alfa sobre sus antebrazos y la presión es tan cariñosa que podría derretirse en ese momento como si fuera un cubito de hielo bajo el sol de verano.

—¿Te sientes mejor ahora? —el aliento de Minho pega directo en su rostro, el sabor mentolado acaricia sus labios.

El cerebro de Jisung se niega a cooperar y lo deja a su suerte, viéndose obligado a asentir con la cabeza al no ver la posibilidad de palabra alguna, y quizás es lo más viable en su situación ya que si decía cualquier cosa en su estado aún adormecido por las feromonas ajenas, muy seguramente diría tonterías de las cuales se arrepentiría después.

Ese era otro tema, no podía pasar por alto el hecho que Minho había perfumado con su aroma cada rincón entre esas cuatro paredes únicamente para relajarlo. Si lo pensaba a fondo, podían ser acciones desesperadas para que él se calmara, pero mientras más la idea se reproduce en su mente como un viejo cd de música, más raro le parece.

Por lo poco que sabía verdaderamente de Minho, no es alguien que basa sus acciones en simple instinto, más bien parece ser bastante racional como para pertenecer a su casta, algo que admiraba mucho en él. Sin embargo, lo que había hecho se sintió jodidamente íntimo y poco propio de su personalidad.

La relación que ambos tenían no daba cabida para esa clase de cosas, aunque hacía feliz a su omega por más que quisiera negarlo y mentirse a sí mismo.

Por ahora lo mejor era agradecer en silencio y olvidar lo que había pasado. Se estaba comiendo la cabeza por estupideces y lo más probable es que para el alfa haberlo arrullado no había sido gran cosa. Seguro ya lo había hecho con otros omegas. Sí, probablemente.

—Me alegro mucho, quizás ya deberíamos irnos, el desfile no tardará en empezar y-

El ruido chirriante de la puerta siendo abierta con brusquedad interrumpe las palabras del azabache y un musculoso cuerpo se abre camino dando pasos largos y seguros, dejando que su cabellera casi perfecta ondeara un poco.

—¡Con que aquí estaban ustedes dos! ¡¿tienen idea de lo que me costó...?! Hmm, ¿qué se supone que hacen?

La voz del nuevo intruso les hace alejarse de golpe y poner un muro invisible que les impide recuperar la cercanía de hace algunos momentos. Bueno, no podía quedarse para siempre con el alfa en el almacén, eso era un hecho, pero no quería que pasara tan pronto.

Lazo por beneficio » minsung.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora