Capítulo trece

5.4K 325 32
                                    

(Mientras más me la maman más me crece).

Enzo.

-¿Qué somos? -preguntó y me dejó pensando. Estuvo unos segundos más con su cabeza en mi hombro y cuando vió que no estaba preparando una respuesta se levantó y me miró.

-¿Qué somos? -repetí su pregunta y pensé, esperaba que ella me lo dijera.

-Si. No me gusta actuar como si fuéramos una pareja enfrente de Olivia, no la quiero confundir, y si vos tenés pensado que esto sea algo de boludeo me gustaría que aclaremos las cosas ahora. -escuché atento y cuando noté que su razonamiento se estaba yendo a cualquier lado la interrumpí.

-¿Eh? Nada que ver -atiné a decir solamente, ella me miró esperando alguna otra cosa y me vi obligado a decirle todo lo que sentía-. No sé Cami, vos a mí me gustas un montón y posta que disfruto todas las cosas que hacemos juntos. No quiero que pienses que soy un chabon que solo tiene la palabra sexo en la cabeza. Espero no ser el único enganchado de los dos.

Evité mirarla mientras le decía todo esto, me ponía nervioso. Capaz ella pensaba que yo era un rápido de mierda o no quería tener nada conmigo. Por mi parte sentía que nuestra relación de conocernos iba bien, a excepción de que no me aguanté más y la le pedí un beso, y bueno, todo lo demás.

-No te sientas obligada a corresponderme. -dije un poco decepcionado de su silencio.

-Vos también me gustas Enzo y por eso quería hablar con vos, pensé que era la única que estaba flasheando cosas. -su respuesta me relajó bastante y me animé a seguir soltandome con ella.

-Capaz que ahora no te pido para que seamos novios porque siento que es muy rápido todo, pero vos a mí me gustas posta y quiero que sigamos conociéndonos.

-¿Entonces? -me miró como esperando algo más, alcé mis cejas sin comprender a dónde quería llegar.

-¿Entonces qué?

-¿Somos exclusivos? -preguntó tímida mirando al suelo, fue inevitable sonreír ante su nerviosismo. Creo que nunca tuve algo tan sano como lo de hoy. Levanté su rostro desde su mentón y la obligué a mirarme.

Dios es hermosa.

-Para mí vos sos la única, confía en mí cuando te digo que me gustas. Sos hermosa y divertida, Olivia te quiere un montón y yo también, sos perfecta Cami. Gracias por haber hablado conmigo, no quiero que tengas vergüenza de contarme tus cosas ¿si?

-Que lindo que pieses todo eso de mí. -dice y me sonríe con dulzura. No me aguanto y la tomo de la barbilla para besarla lentamente.



Camila.

Luego de aquella charla con Enzo, donde aclaramos todo y quedé más que satisfecha con su respuesta, los días venían siendo maravillosos para mí. Comenzamos a soltarnos más, nos divertíamos haciendo boludeces, parecíamos los pibes del fondo en el secundario cuando nos juntábamos, éramos una especie de compas que se divertían haciendo virgadas. Jamás pensé tener aquel tipo de confianza con alguien en tan poco tiempo, él se estaba convirtiendo en mi lugar seguro. Pasaba más tiempo en su casa que en la mía, tanto que hasta tenía mudas de ropa y un cepillo de dientes personal en el baño. Todo en un mes.

Pero no todo iba a ser color de rosa, dirían por ahí.

Mi relación con Enzo iba de maravilla y con Oli también, pero me estaba ganando el odio completo de Valentina, ya que, cada vez que venía a buscar a Olivia la escuchaba preguntar por mí y discutir con Enzo en la puerta. Hace unos días tuvieron una discusión fuerte en frente de Olivia que lloraba desconsoladamente debido su mamá gritaba como una loca, todo se descontroló cuando la pequeña que estaba en brazos de su papá comenzó a llamarme a mí para que la calmara, y sin remedio lo hice, ocasionando así, que Valentina se pusiera peor y me pidiera a su hija de vuelta.

-¿Qué hace con mi hija Enzo? -enfurecida le pedía explicaciones a él, cuando me miró a mí comenzó a gritarme amenazante- Traela para acá porque te agarro y te arranco todos los pelos, puta de mierda.

-Valentina calmate porque llamo a la policía. -decía Enzo mientras con sus brazos la alejaba de la puerta.

-Soltame.

Enzo trataba de defenderme ante los ataques de Valentina, y yo trataba de consolar a la única víctima de esto. Olivia lloraba a gritos mientras yo acariciaba su cabecita y le tapaba los oídos como podía, bastante alejada de ellos para que no escuchara, pero era inevitable, la oía cada vez más cerca de nosotras.

-Dame a mi hija la concha de tu hermana. -escuchaba junto con unos pasos, intenté ignorarlo mientras seguía repartiendo caricias a Olivia que ya estaba más tranquila.

-Vení para acá Valentina, la puta que te parió. -oí a Enzo decir y después de eso pasó ella a la cocina en dónde estaba yo, atrás venía él preocupado de lo que iba a pasar.

-Damela porque te dejo pelada hija de puta. -me dice y antes de que su mano toque la de Olivia la tomo yo primero parándola. Con su otra mano libre me agarra de los pelos y comienza a forcejear conmigo.

-¡Valentina! -Enzo se acerca a nosotras e intenta separarla de mí, algo sumamente doloroso porque que todavía tenía a la pequeña en mis brazos ahora más asustada que nunca.

-Agarrá a Olivia. -le digo a él y me la quita de los brazos. Ya cuando estoy ligera lo primero que hago es ir con mis dedos a sus ojos,
dejándola sin visión y adolorida, ahora sí, saco su agarre de mi cabeza liberándome.

-La puta que te parió -lloriquea con sus ojos cerrados, la tomo del brazo y la arrastro hasta la puerta-. Soltame porque te denuncio hija de puta. ¡Soltame!

-Vos te vas a comer una denuncia mogólica, andate. -suelto con bronca y la empujo fuera de la puerta y antes de que pueda hacer algo cierro de un portazo y aseguro con llave. Enseguida los golpazos se comenzaron a escuchar.

Me volteé y estaba Enzo consolando a Olivia que todavía seguía nerviosa por la situación. La bronca que tenía encima no me la sacaba nadie. Un par de lágrimas brotaron de mis ojos por la amargura de tan mal momento, enseguida las limpié. Cerré mis ojos fastidiada y me quedé ahí un par de segundos hasta que no se escuchó ningún ruido más.

Enzo levantó la mirada y me vió a mí, algo deprimido y avergonzado se acercó. Olivia lo primero que hizo fue pedirme que la sostuviera a upa con un llanto débil.

-Vení amor, no llores más -le decía mientras seguía acariciando y limpiando sus lágrimas-. ¿Querés tomar la chocolatada? -le pregunto y ella más calmada asidnte- Vamos que te preparo.

Después de aquello todo se volvió más interesante. Él se sentía culpable por la manera en la que me atacó Valentina y por no haberme ayudado. Me insentivó a ponerle una denuncia pero me negué para no provocar más quilombo.

Ya había pasado una semana de todo esto y Enzo seguía disculpándose conmigo. Estaba realmente avergonzado y apenado por la situación.

















Piña, patada, arañaso.

¿Qué les pareció? Querían acción ahí tienen.

Se re pudrió, se re pudrió. Nos paramos re de mano. No como vos, no comos vosss...

Comenten wachas de mierda porque las dejo peladas. 🤌🏼

ਏਓ 𝑩𝑨𝑩𝒀𝑺𝑰𝑻𝑻𝑬𝑹  ✩꙱ 𝗲𝗻𝘇𝗼 𝗳𝗲𝗿𝗻𝗮𝗻𝗱𝗲𝘇.ffcWhere stories live. Discover now