Capítulo veinte

4K 258 30
                                    

—¿Estás ahí? —pregunta mi papá detrás de la puerta.

Del susto ambos nos quedamos callados, ni siquiera se escuchaba nuestra respiración. Enzo me miraba exigiendo que le responda y yo en mi mente buscaba alguna respuesta convincente para el cuestionario que se venía ahora.

—¿Hija? —vuelve a tocar la puerta. Trago saliva y decido responderle.

—¿Qué, Pa? —fingo mi voz de media dormida y Enzo me mira queriendo aguantarse la risa, me codea medio en joda y frunzo el ceño para que se quede quieto.

—Ah. No nada, escuché ruido y quería saber si eras vos. ¿Está todo bien? —indaga en el tema del por qué tenía la puerta cerrada.

—Sí, me duele la cabeza no más. Cerré porque mamá tiene la costumbre de levantarme cuando se van y no quería que me joda hoy. —digo queriendo finalizar la conversación, por suerte él lo entiende.

—Ah bueno. Me quedo tranquilo entonces, descansá nos vemos mañana. Acordate que está el cumpleaños de tu prima a la noche.

—Sí~ —alargo la "i"—. Nos vemos, descansá.

Escuchamos los pasos alerjarse y cuando ya no lo oímos entendimos que ya estaba en su habitación. Nos acomodamos en la cama quedando enfrentados cara a cara, él del lado de la puerta y yo de la pared. Nos miramos sonriendo por el momento infartante que acabamos de tener, pero no decimos nada, nos quedamos en silencio.

Su mano nuevamente se posicionó en mi cintura para ahora repartir algunos mimos en ella. Acortamos la distancia para sentirnos mutuamente en un beso sereno lleno de amor, me atrae a su cuerpo firmemente. Cuando el jugueteo de nuestras bocas subió a un intenso color rojo, de un simple movimiento me dejo debajo suyo.

Lo había extrañado tanto que se me había olvidado que estaba enojada con él.

Se acomodó entre mis piernas, una de sus manos la guió a mi cuello y la otra seguía tomando mi cintura con posesividad. Estaba conteniendo a liberarme para no hacer ruido, pero los suspiros y jadeos de ambos eran infaltables.

—¿Qué va a pasar si papi se entera que hay un hombre en tu pieza? —pregunta, me mira a los ojos y aprieta levemente el agarre a mi cuello.

—Nos mata a los dos.

—Sí, así que no hagas ruido si no querés que se entere. Calladita ¿okey? —asinto rápidamente a su autoritario mandato. Esto estaba por encima de lo excitante.

Me besa fogosamente y de un tirón me quita la tanga. Me acomoda a su antojo dejándome la cabeza apoyada en la almohada, mis piernas las sube a su hombro y sin esperar una palabra hunde su cabeza entre mis muslos, reparte besos a todo mi alrededor haciéndome desear más. De la impaciencia llevo mis manos a su cabeza y desesperada por más contacto lo atraigo más hacia mí. Gimo cuando me cumple. Me retuerzo del placer al sentir como juega conmigo: lame, chupa, me besa y utiliza la fuerza suficiente para que me guste tanto.

Tiro mi cabeza hacia atrás encantada, mi respiración se vuelve pesada y contener los gemidos se me hace cada vez más difícil. Tironeo de su cabello cuando la sensación de placer es cada vez más intensa, sentía mi labio inferior doler de tanto que lo apretaba mordiendo para no dejar escapar nada. Bajo la vista y el panorama de él entre mis piernas me influye más en el deseo de querer más. Mis piernas tiemblan y creo no aguantar más, mucho menos cuando clava su mirada en mí para demostrarme todo lo que sabía hacer.

Atino a cerrar las piernas cuando mi orgasmo me quiere invadir. Enzo hace "mm" en una gesto forma de decirme que no, las vibraciones de aquello se suman a la ola de placer. Agarra firme mis piernas impidiendo que pueda volver a manipularlas. No pasa un segundo más y me libero en un gemido.

Me levanto y lo empujo para quitármelo de encima, Enzo se acomoda nuevamente en la cama y sin esperar ninguna orden me monto encima suyo. Lo beso con desesperación mientras me estimulo frotandome sobre su miembro, gimiendo y jadeando sobre su boca.

—Shh te dije, ¿querés que tu papá se entere de lo que estamos haciendo? —me dice tomándome del cuello. Niego a su pregunta— Entonces callate la boca.

Me da un último beso antes de pedirme que me levante para decirme que quería que me ponga en pose de perrito, no me niego y hago lo que me pide. Levanta bien mis caderas elevando mi culo hasta su pelvis y me empuja la nuca a la cama para que mi mejilla quede apoyada, me toma de las manos llevándolas a mi espalda dejándome completamente inmovilizada. Tantea varias veces haciéndome desesperar, me meneo suplicando que lo haga de una vez. Pero no lo hace.

—Pedimelo si querés —ladeo mi cabeza mirando hacia la puerta, me emociono cuando veo por el espejo nuestra silueta y su cara se refleja a la perfección. Como no contesto vuelve a pasear calentándome más aún— ¿Y?

—Quiero. —meneo de nuevo para que me de lo que quiero.

—¿Que querés? —verlo sonreir con arrogancia por el espejo me mojaba todavía más.

—Cogeme Enzo, por favor. —pido harta de toda esta previa.

Despacito va entrando, se hunde totalmente en mí y pega nuestros cuerpos para darme un beso en el cuello, retoma su postura y poco a poco comienza a embestirme. Mis ojos se ponen en blanco cuando una de sus manos baja a tocar mi botón. Era tanto placer junto que sentía que me iba a desmayar en cualquier momento. Mis gemidos inconsciente comenzaron a elevarse, por lo tanto Enzo tuvo que taparme la boca para que no hiciera tanto ruido.

A la mañana siguiente, al rededor de las nueve y media, mis papás se fueron a trabajar. Enzo se fue a eso de las diez y cuarto y llego justito para entrenar. Con pocas horas de sueño lastimosamente porque después de lo de anoche nos fuimos a dormir a eso de las cinco y media.

Por mi parte dormí todo el día hasta las tres de la tarde. Como estoy de vacaciones no tengo nada que hacer, aprovecho a dormir nada más.



















Bueno, amores, escribo esto y a la noche después de entrenar escribo un capítulo más. Gracias por todo el amor que recibo todos los días, les juro que las amo un montón. 🌷

Una pregunta, ¿qué opinan del nuevo bebito de Enzo? ¿Bankanshat?

ਏਓ 𝑩𝑨𝑩𝒀𝑺𝑰𝑻𝑻𝑬𝑹  ✩꙱ 𝗲𝗻𝘇𝗼 𝗳𝗲𝗿𝗻𝗮𝗻𝗱𝗲𝘇.ffcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora