Me duele el pecho. Lo sentí cerca, ¿Sabes? Me incomoda mucho esa sensación en el corazón. Aún no se que la provoca...
Esta lloviendo. Me gusta la lluvia mas cuando las luces del cielo iluminan la oscuridad. Eso me recuerda cuando nos volvimos a ver. No pensé volver a tener la oportunidad de tener la presencia de el muchacho sombrío que me invitó a una secta.
Había encontrado trabajo de sepulturero, necesitaba el dinero para mis investigaciones. Cualquier trabajo era bueno si era por el bien de la ciencia. Solo tengo 29 pero ya me duele la espalda como si fuera un viejo de 70. No me desanimo. La vida se trata de prueba y error. El presente lo tendrán ellos pero yo tengo el futuro.
Me hallaba ocupado con mis asuntos, necesitaba limpiar unos floreros de plástico llenos de telarañas me dirigía al grifo mas cercano cuando algo me hizo tropezar y caer. ¿Una piedra? ¿Una raíz de uno de los arboles? No. ¡Un maldito píe! ¡Un maldito píe que sobresalía de entre un par de tumbas! Sin darle explicación paranormal quise ver de que se trataba.
- Haces mucho ruido - dijiste por lo bajo con la voz ronca de haberte recién despertado. Te reconocí de inmediato a pesar de que no pude ver tu cara por la capucha de tu gabardina. La cociste tu se notaba aleguas la costura improvisada y además las telas eran diferentes. Aún estando ahí decidiste ignorarme y te removiste en el terroso suelo -
- ¿Qué haces durmiendo entre dos tumbas...? - force una sonrisa por la extrañeza de la situación -
- ¡Qué te importa! - me gritaste mientras te incorporabas. Al igual que cobra escupías tu veneno. La ira carmesí en la profundidad de tus ventanas nocturnas. No creo en eso pero podía ver tu alma -
- Lamento interrumpir tu siesta pero el cementerio no es lugar para eso - expliqué -
- Oh - por el cambio en tu mirada entendí que me reconociste - Te...Te...Tes... - el tartamudeo se hizo presente al querer recordar quien era -
- Tesla - te sonreí más de la cuenta que hasta se te iluminó tu pálida piel -
- Si, eso. Sr. Tesla -
- Tampoco soy tan viejo, aun no tengo 30 - ignoraste mi comentario y te quedaste perdidó viendo algo que aún no supe que fue - Beel, oye... ¿Disculpa? - pase mi mano frente a tus ojos y entonces reaccionaste -
- ¿Qué haces aquí? - me preguntaste a la vez que por fin te levantabas del suelo -
- Trabajo aquí -
- ¿Desde cuando? Nunca te había visto - te delato tu comentario, ahora sabía que tu frecuentabas mucho ese lugar -
- Bueno es mi primer día - cuando me di cuenta habías tomado tu camino hacia no se donde, te vi mientras te alejabas y seguí con mis cosas -
Ese tipo de encuentros los tuvimos mas de una vez. Nunca me quisiste explicar porque siempre te encontraba durmiendo entre las mismas dos tumbas. - ¿Podrías moverte? Necesito limpiar - era una de mis frases mas recurrentes. No me hablabas mucho ¿o yo hablaba mucho?, supongo que fue porque el día que nos conocimos de manera indirecta rechace tu oferta de unirme a una secta satánica. No insististe mas. Nuestras conversaciones se volvieron mas largas el día que dejaste de llamarme por mi apellido.
- Nikola - dijiste mientras te recostabas en una de las tantas tumbas -
- ¿Si, Beel?-
- Tu eres muy inteligente - un cumplido bastante recurrente en mi vida - Deberías estar inventando cosas de genio para cumplir tu sueño y no estar aquí trabajando en un cementerio - la calidez dentro de mi hizo que se me revolviera un poco el estomago, aparentemente si me habías puesto atención de las tantas cosas que te contaba para pasar el tiempo -
- Tuve unos problemas... Ya sabes - asentiste dos veces, una por ti y una por mi. Tus labios se entre abrieron indicando de dirías algo mas pero viste a lo lejos a un par de hombres; uno alto, delgado de cabello largo y otro bajo, regordete con cabello corto -
- Nos vemos mañana - me comunicaste para retirarte en dirección a el dúo que te recibió con los brazos abiertos -
En ese instante note algo que me dejo helado. Que no sabia nada sobre ti. Ni tu verdadero nombre, ni tu edad, ni porque siempre estabas en el cementerio, ni sobre tu familia, ni tus amigos. Nada. Yo, el científico loco de mi época, a mi que me han de decir genio, era el mas ignorante en cuanto se trataba de ti.
- Nikola Tesla
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Capitulito de a chill
Hagan sus teorías conspirativas sobre el moscas xD
