☂︎ La sangre de dragón pertenecía a quienes estaban dispuestos a arden con tal de lograr lo que querían y estos dos "Targaryen " tenían un propósito por el cual arder .
Tocó la puerta cuando llegó a los aposentos de su padre hasta que escuchó un llamado para que pasará.
-Alexandra hija de mi corazón - la saludó Viserys mientras la abrazaba.
-Padre - respondió ella sonriéndole mientras agarraba su mano y recibía gustosa un beso en la frente por parte de su progenitor - Alicent me dijo que viniera, ¿pasó algo?. - preguntó mientras lo ayudaba a sentarse.
- Hoy hubo una reunión con el consejo - Informó él - Tu hermana, Raenhyra propuso el casamiento del príncipe Jacaerys con tu hermana Haelena. - comunicó él, la princesa lo escuchaba atento para luego meditar aquello.
-Pero me imagino que madre no lo aceptó, no es así ? - preguntó ella para luego ver cómo su padre negó ante la pregunta.
- Dijo que no quería que su hija se casarán con uno los pocos agraciados hijos de tu hermana - contesto él - más sin embargo tu madre propuso algo, casar a Haelena con Aegon ... y a ti con Aemond, eso fortalecería a la casa Targaryen - finalizó de decir él ante aquella revelación la castaña se puso a pensar en su futuro, era la primera vez que escuchaba sobre un compromiso en el que ella estaría metida.
Si bien se sabía que la princesa quería mucho a sus hermanos pero nunca los había visto como algo más incluso después de las tradiciones de los Targaryen ella los seguía viendo como sus hermano.
-¿Cual fue tu respuesta? - preguntó ella luego de unos minutos de silencio.
- Dije que no para ambos casos - ante aquella respuesta Alexandra suspiro tranquila para luego abrazar fuertemente a su padre y comenzar a sollozar.
Tenía miedo el casarse por deber y no por amor, se veía como a las mujeres Targaryen se les casaba con alguien solo por ganar poder ella no quería eso, el simple echo de pasar el resto de su vida con alguien al cual nunca iba a poder amar era un idea que le aterraba.
-Oh mi dulce niña no llores - pidió Viserys mientras limpiaba las lágrimas de su pequeña - Todo va a estar bien, papá está acá para protegerte, escuchame mi niña te voy a hacer una promesa cuando te cases va a ser por decisión propia y si nunca deseas hacerlo te daré un anillo de acero valyriano y haremos una gran celebración celebrando aquello, te daré el mundo si es que me lo pides haré cualquier cosa para ya nunca más verte llorar. - dijo él mientras acariciaba el cabello de su pequeña hija en un intento de consuelo.
Alexandra Targaryen con solo 7 años ya habia experimentado el sentimiento de verse en un matrimonio arreglado pero felizmente había salido de eso gracias a su padre.
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Se encontraba junto con Lucerys en la habitación de su hermana, estaban viendo al pequeño Joffley.
-Espero que sea un digno jinete de dragón - comentó ella alegre pero cuando volteó a ver a lucerys vió como el niño la veía triste.-¿Lucerys?
-¿Si? - preguntó él confundido
-¿Que pasa mi dulce niño ? Estas perdido - comentó ella
-Hoy en el entrenamiento Sr Harwin e peleó con Sr Criston, eh escuchado rumores entre los empleados - comentó él, Alexandra se paró para agarrarle la mano con miedo a los rumores que lo tenían así
-¿Que clase de rumores? - se atrevió a preguntar mientras lo miraba a los ojos, por una extraña razón siempre que miraba a esos ojos de color avellana sentía una paz inigualable.
-¿Sr Harwin Strong es mi padre ?- preguntó él con lágrimas en sus ojos - ¿Soy un bastardo ?
-Oh, mi niño - dijo ella mientras lo abrazaba en un intento de reconfortarlo - escúchame, eso no es cierto y si lo fuera lo único que importa es que llevas la sangre del dragón eres un Targaryen y nadie nunca podrá cambiar eso - le dijo mientras se separaba de él para luego dejarle un beso en la frente y hacer que que el niño se acostára en sus piernas para comenzar a jugar con su cabello.
Lo único que quería la niña de cabello castaño era que aquel niño que tenía en sus piernas llorando estuviera protegido y no le iba a importar a quién tenía que enfrentarse, ese día Alexandra Targaryen descubrió que estaba sintiendo algo más por Lucerys Velaryon a tal punto de estar dispuesta a matar a quien lo hiriese
-Eres un dragón Lucerys al igual que yo y si alguien trata de contradecir tu legitimidad voy a hacer que pague con fuego y sangre.
El niño con los segundos dejo de llorar ante aquel reconforte por parte de la niña, Lucerys Velaryon lo único que sabía en esos momentos es que quería que Alexandra Targaryen se quedará por siempre junto a él.
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