Cap. 15 DOLOR Y PÉRDIDA

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Estando del otro lado, Clara se llevó una gran sorpresa. Muchos niños se encontraban jugando bajo cientos de luces de distintos colores que recorrían el techo. Las risas resonaban en aquel lugar.
Miró hacia los extremos y vió a varias madres con sus bebés en brazos, todas conversaban entre si con total normalidad.
La iluminación de aquel sitio era parecida a la de un día festivo como navidad, incluso lámparas colgaban suspendidas creando una atmósfera pacífica y reconfortable.
Clara siguió a Li hasta llegar a otro sector, donde se encontraba una chica sentada frente a un tablero repleto de interruptores, y con varias pantallas pequeñas donde se veían las trasmisiones de las cámaras de seguridad.

-¿Todos volvieron bien? -le preguntó Li a aquella chica.

-Sí, jefe. Los últimos dos acaban de llegar hace un momento por la entrada sur.

-Perfecto, gracias. Mantente atenta y avísame cualquier cambio, Roxi.

-Sí, señor. -contestó ella.

Li continuó su recorrido por aquellos túneles con Clara junto a él. Se detuvieron nuevamente frente a una puerta. Al abrirla, Li entró directo, mientras que Clara permaneció en la entrada, ojeando el interior.
Ella vió que se trataba de un dormitorio, en el centro del cuarto había una cama, con una mujer asiática postrada en ella. Y a su alrededor habían varios aparatos médicos y frascos de medicina.
Li se acercó a aquella mujer y la saludó mientras le daba un beso en la frente. Clara no podía entender la conversación entre ellos dos, ya que hablaban en otro idioma; al parecer su lengua natal.
La mujer acarició el rostro de Li, luego vió a Clara junto a la puerta, y le extendió el brazo para que se acercara.
Clara no lo pensó demaciado, y con lentitud se aproximó hacia ella.
Su semblante se veía pálido y cansado, como si estuviera luchando en cada respiro.

Una vez que Clara estuvo a su lado, la mujer tomó su mano mientras le sonreía. Luego la señora le habló a Li en su lengua natal. Él se rió y le contestó en el mismo idioma mientras negaba con la cabeza. Clara no entendía nada en absoluto, pero se compadecía del estado de la mujer, así que cuando la señora volteó a verla, Clara le sonrió tiernamente; eso alegró el cansado corazón de ella.
Li se despidió, y ambos jóvenes salieron del dormitorio. Continuando por el corredor, Clara no tardó en preguntar.

-¿Quién era ella?

-Mi madre... Se mudó a este país un año antes de que comenzara la guerra. Jamás logró aprender el idioma. Ha estado enferma desde hace meses.

-Lo lamento mucho... -dijo Clara dolida por su situación.

-No lo hagas, son cosas que pasan. -contestó él intentando ocultar su dolor.

-¿Y qué es lo que te dijo? Se notó que estaba feliz.

-Ella creyó que eras mi novia.

-¿Cómo? Pero...

-Tranquila, lo negué -respondió él, Clara respiró aliviada-. Eso no significa que me haya creído.

Luego de sonreírle pícaramente, Li llevó a Clara a la cosina de aquel lugar. Era algo pequeña pero bien implementada.

-¿Sed? -preguntó él-. Siéntate donde quieras, te serviré algo.

Clara tomó asiento junto a la mesa que estaba en el centro de la cosina.

-Antes dijiste que yo estaba aquí por ser Clara. ¿Vas a explicarme qué es lo que quieres conmigo?

-No es lo que quiero de ti, sino lo que otros darían por ti -contestó él ofreciéndole una bebida mientras tomaba asiento junto a ella.

-Así que de eso se trata. ¿Y a qué distrito piensas chantajear?

-¿No es obvio? Al de Dilan. Él te trajo... Era muy difícil para nosotros ir por ti la noche que llegaste, ya que se había involucrado el distrito Sur. Así que decidimos esperar, sabíamos que ellos negociarían contigo. Averiguamos el día y el lugar del intercambio para ir por ti. Y ahora estás aquí.

Entre DimensionesWhere stories live. Discover now