──── vii. derecho y confianzas

1.5K 222 3
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Caníbal se recostó incluso algo cariñoso sobre la palma que Baelor pasaba suavemente por su mandíbula

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Caníbal se recostó incluso algo cariñoso sobre la palma que Baelor pasaba suavemente por su mandíbula. Con el paso de los años, el dragón se había vuelto mucho más obediente y tranquilo, claro que no por completo, porque Caníbal en verdad parecía burlarse de él cuando lo desobedecía de vez en cuando, tanto que el castaño llegaba a pensar que casi le sonreía cuando lo veía lleno de frustración por lo mismo.

Baelor se había quejado de eso una vez en la cena, y recuerda como su tío Viserys le había sonreído -la primera vez que lo había visto comportarse dulce con él-, contándole lo importante que era reforzar su vínculo con la bestia, porque el nunca tendría el total control del dragón, que era su responsabilidad hacer que confiara lo suficiente en él hasta que fuera el mismo dragón quién decidirá seguir instrucciones por gusto propio, porque el control sobre ellos era algo que nunca tendríamos.

Baelor nunca lo olvido, y no había parado desde ese entonces sus esfuerzos por ganar la confianza del dragón.

Mi dulce amor, ya vamos a casa. —le habló en Alto Valyrio al dragón, que parecía sentir su propia molestia mientras su garganta retumbaba reteniendo un gruñido.

Por supuesto que su padre había arruinado las cosas, y mientras Baelor empacaba sus cosas, solo pudo murmurar palabras y maldiciones sin sentido.

Baelor estaba involucrado en el problema -pese a qué un exilio para él nunca había sido mencionado-, y se había expresado en voz alta como su presencia y la de su padre no era grata no bienvenida en el castillo ni sus alrededores.

Por primera vez Baelor no quería volver a Rocadragón, no con Rhaenyra -quien no quería verlo ni en pintura en ese momento- en esa condición, y con su tía de vuelta pero atrapada.

Unos pasos se escucharon, y Baelor tuvo que poner una mano en la nariz de Caníbal buscando calmarlo cuando sintió su inquietud.

—Lo he dicho, él disfrutará mucho de un bocado de ti si sigues apareciendo así.

Taren rio, aunque Baelor pudo notar la tristeza en su acción. —¿A dónde piensas ir?

—Rocadragón me espera —dijo, lanzando una mirada hacía atrás—, aunque pensaba hacer un viaje antes—meditó, lanzando una propuesta con la esperanza de no ser negado—, ¿Por qué no vienes conmigo?

𝕯𝖗𝖆𝖌𝖔𝖓 𝖇𝖑𝖔𝖔𝖉² ─── Rhaenyra & Laenor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora