Capítulo 4: "Ojos de cuervo"

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Raven.

Incluso mi fecundación no fue «normal». Para empezar mi madre conoció a mi padre en una discoteca. Se miraron, bailaron, se besaron, bebieron juntos y se acostaron en el baño. Días después, mi madre empezó con náuseas temiendo lo peor, donde efectivamente las náuseas se debían a lo que se esperaba. Aunque ya era hora de que la vida le mostrase los inconvenientes de dejarse llevar por el calentón y acostarse con alguien, aunque no haya protección por medio. Mi madre se quedó embarazada de mí, y con la ayuda de su amiga de copas Luisa, logró lidiar con el periodo de embarazo.

Pasaron los meses y nací en pleno 13 de noviembre en un entorno donde abundaban las botellas y las latas de cerveza en escenarios oscuros y con el aire cargado. En realidad, perfectamente podría haber empezado a beber alcohol desde la niñez, ya que en primer lugar nunca se me ponía pegas ni impedimentos cuando sujetaba en mis pequeñas manos cualquier copa. Pero lo que me salvó de caer en un alcoholismo desde mi infancia, fue la televisión (algo que siempre estaba encendido en mi casa). Puede sonar muy ridículo, pero series como Aída, que dentro de toda la comedia en la que se desenvuelven trataban temas serios como el alcoholismo, fueron mis referentes. Ese tipo de series me demostraron los efectos que me podría provocar un exceso de dicha sustancia alcohólica, sobre todo a mi corta edad. Lo admito, es triste que mi referente sobre el alcohol fuera una puñetera serie de Telecinco. Pero es que literalmente todos los referentes de mi vida fueron situaciones externas a mi casa. Nunca tuve una madre que estuviera ahí para cuidarme constantemente e indicarme qué era lo que estaba bien o mal. Además de que era raro los días que se quedaba en casa conmigo, ya que normalmente o se lo pasaba saltando de trabajo en trabajo, o de fiesta con Luisa. Es por ello por lo que siempre, después de mi madre traerme de la escuela, me quedaba sola en casa.

Cuando estaba sola aprovechaba y limpiaba todo lo posible para poder enfocar mi distracción en algo en concreto. Puesto que la televisión ya me llegaba a resultar aburrida, me dediqué a poner unos canales en concreto que transmitían los programas de la radio. Fue ahí cuando nació mi pasión por la música, la cual escuchaba constantemente mientras recogía cada día después de hacer los deberes. Seguido a esto nació mi pasión por los libros, donde tras una excursión en la escuela descubrí las bibliotecas. Me dediqué a ir de vez en cuando y me pasaba horas allí leyendo libros, hasta que un día descubrí que con el carné podía llevarme los libros a mi casa. De repente, esos libros que sacaba de estanterías se convirtieron en mis nuevos referentes, haciendo que adquiriera una mente más abierta.

A esa edad no solo conocí mi pasión por la lectura y la música mientras mi madre no estaba en casa, sino que también conocí en la escuela a la que ahora era mi mejor amiga, Carmina. Esta, con sus actitudes, inconscientemente me mostró valores positivos que ni la televisión, ni los libros, y mucho menos mi madre, me habían enseñado. Por lo que debo de culparla por ser la persona que me ayudó a evolucionar en mi infancia.

A los diez años, mi madre se quedó de nuevo embarazada, por lo que tuve que convivir nueve meses con Luisa y mi madre encerrada en casa todo el día, viendo la tele o invitando a amigos para pasar la tarde (amigos y gente que no había visto en toda mi vida). Cuando volvieron del hospital no traía uno, sino dos niños, Hernán y Germán. Luisa y mi madre se pasaron todos los primeros meses cuidando de los que ahora eran mis nuevos hermanos (obviamente de diferente padre al mío). Poco a poco empecé a ayudarles, y cuando mis hermanos cumplieron un año, mi madre y Luisa retomaron las escapadas (aunque había que admitir que estas ya dejaban de ser tan largas y duraderas). Cuando volvíamos de la escuela, tuve que dedicarme a cuidar a mis hermanos, a veces con la ayuda de Carmina, la cual se pasaba por casa aprovechando que vivíamos cerca. Las dos hacíamos los deberes y luego nos hacíamos cargo de mis hermanos llevándolos de vez en cuando al parque donde aprovechamos para a veces ir a hacer la comprar.

ETERNOS (Todo tiene un comienzo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora