Capítulo 18

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El sol empezaba a salir, para alumbrar un nuevo día. Un día cálido y con una buena vista hacia la belleza de la naturaleza.

Y hablando de belleza, un joven alfa se encontraba en la Sala de su casa tomando cafe, más temprano de lo habitual. Mientras veía toda la ciudad desde los grandísimos ventanales que adornaban su pared.
Dejando a si vista casi toda la ciudad...

–mgh—se quejó cierto Rubio que venía saliendo desde su habitación, Que ahora era compartia con el azabache.

Gun no pudo evitar sonreír de manera orgullosa al ver al Omega. Pues traia puesta solo una camiseta que era de el, dejando ala vista sus largas piernas llenas de mordidas. Aunque también había chupetones desde su cuello hasta sus muslos.

El pobre Rubio no parecía estar de lo más feliz, ya que apenas y había podido levantarse de la cama con ese terrible dolor de caderas. Aparte no había tenido tiempo de dormir casi nada, debido ala calentura que había tenido el alfa.

–Me duelen las caderas horrible—se quejo el miope—todo por tu maldita calentura.

–No me heches toda la culpa a mi—se defendió el azabache con el ceño fruncido—tu me provocastes.

–Ay aja

–Lo digo enserio. Fuiste tú y tu estúpida sonrisa sexi

–Sabes que, ya no importa. Solo quiero que se me quité el maldito dolor de caderas, que siento que en cualquier momento me voy a romper. Aparte necesito esconder estar marcas

–Pero si te lucen muy bien—habló mirándolo de pies a cabeza

—¡Idiota !—grito para después salir corriendo de nuevo a su habitación. Aunque no pudo llegar muy lejos, ya que se tropezó con sus mismas piernas, haciendo que se cayera de Boca al suelo.

–¿Estas bien?

–Mgh

El azabache fue con el Rubio para ayudarlo a levantarse del suelo. Mientras que goo solo se dejaba porque no podía hacer nada más, ya que sus piernas no le reaccionaban en ese momento, haciéndolo vulnerable ante el alfa. Así que no le quedaba nada más que dejaste hacer.

–Idiota—le reprochó el azabache

–Dejameen paz...Naco primermundista—susurro lo último, para que el azabache no pudiera escucharlo.

–¿Que dijistes?

–Dije que tengo hambre

—mmh, bueno fingire que te creo—le contestó gun, no muy convencido.

—Sisi como sea—su voz reflejaba enojo

–¿Por qué estas enojado?

–Pues dejame pensar, ¿será porque, literalmente no puedo caminar gracias a ti, y que me duelen las caderas como si me hubieran tirado un tráiler encima?, pero bueno.

–Así que, ¿ahora es mi culpa?

–Obvio que si

–En primer lugar, tu te dejastes.

—Si, pero igual es tu culpa. Aparte como se supone que me quité estas marcas—hablaba mientras señalaba su cuello

—No ocupas quitartelas, me esforce mucho en hacertelas—dijo gun con su máximo orgullo—aparte así no se te acercara ningún idiota

Goo simplemente puso los ojos en blanco, total ya tendría que acostumbrarse a los celos del alfa. Aunque le costaria, pero si quería permanecer con el tendría que acostumbrarse.

–Odio que seas tan tóxico

–No mientas se que me amas perra

...

—Vete ala mierda gun

—Con gusto mi vida

–Agh, te odio

–Eso es una mentira goo

–¡Tu puta madre!















Perdón por no actualizar, seguro me odian
Se me fueron las ganas y ideas
Pero no quiero dejar la obra que me ha costado escribir, así que toca seguirle

¿¡Amaneci siendo Omega!? Where stories live. Discover now