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Al día siguiente, Minji no lograba ver a Hyein. La buscaba por todas partes y no aparecía.
— ¡Hyein-ah! ¿Donde te metiste? —Minji caminaba por los pasillos buscándola.
Hyein, por otra parte, se encontraba en el gimnasio.
— Haerin Unnie... tú qué tienes muchos amigos-
— No tengo tantos amigos Hyein-ssi. —interrumpió Haerin.
— Cállate y escúchame. Necesito que me hagas famosa. Que toda la perra escuela me conozca. Que esté en la hocico de todos pero de buena manera, ¿sabes a lo que me refiero?
— Creo que sí... ¿cómo quieres hacer eso? ¿Cual es tu plan?
— Publícame en tu Twitter, tú qué tienes tantos seguidores.
— ¿Una foto tuya o...?
— Algo que tenga que ver conmigo. Sólo eso.
— ¿Y por qué quieres ser famosa ahora?
— Minji dijo que si me hacía famosa, le pediría ir en una cita a Pham Hanni.
— ¿Pham Hanni? ¿Quien es esa?
— Ni yo sé, pero hazme famosa. Porfis Unnie.
— Está bien.
— ¡Gracias, gracias, gracias! —Hyein abrazó a la de ojos afilados para depositar un beso en su mejilla— Eres la mejor, ya me voy, ¡adiós! —dijo la menor, caminando de espaldas mandándole besos voladores a Haerin.
— Que rarita... —dijo Haerin, riendo por la estupidez de Hyein.
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