VIII. 𝐍𝐀𝐂𝐄 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐀𝐌𝐈𝐒𝐓𝐀𝐃

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─Oye, mi madre me va a matar si no llego a casa ahora. Le dije que iba a salir a caminar, y solamente me permitió estar fuera de casa una hora, y la mayor parte de ese tiempo lo gasté buscándote, jaja.

─No te preocupes, niña, yo puedo llevarte volando a tu casa.

─¡¿Me llevarás?!

─Claro, es lo menos que puedo hacer por la persona que me ayudó a abrir los ojos y darme cuenta de lo que estaba haciendo─ le vuelve a dedicar una sonrisa leve.

La castaña clara le devuelve la sonrisa.

─Eres muy generoso, Zarbon-chan.

─¿Zarbon-chan? Disculpa, pero no soy -chan, solamente Zarbon.

─Lo sé, -chan es un sufijo que se le agrega a los nombres de las personas que consideras tiernas o algo por el estilo.

─Pero yo no soy tierno en lo absoluto.

─Para mí sí, jiji─ se le dibuja una sonrisa tierna en su rostro.

─Como sea, sube a mi espalda para que te lleve, ¡PERO NI SE TE OCURRA ARRUINAR MI CAPA O AGARRARTE DE MI CABELLO O NO DUDARÉ EN TIRARTE AL MAR!

─Ay, bueno, pero no me grites─ dice, con una expresión que denota molestia; gritó tan fuerte que las paredes de su oído quedaron retumbando en su interior. Aun puede escuchar sus gritos por más que ya no esté gritando.

─Dale, sube, así te evitarás los sermones de tu madre.

─Buen punto, jaja─ Abril se le acerca y se trepa al más alto, quien la ayuda a acomodarse.

─Escucha, agárrate fuerte, porque vamos a volar rápido.

─¿Qué tan rápido?

─Ya lo verás.

─Pero no estamos tan lejos. Si vuelas despacio aun llegaremos con tiempo de anticipación. Me quedan cinco minutos para que se cumpla la hora, pero de todas formas si llegamos cinco o diez minutos tarde no me va a decir nada, afortunadamente ella no es tan estricta con el tema de los horarios.

─Bueno, pero no soporto volar lento.

─Tampoco vayas a trescientos ochenta kilómetros por hora.

─Sostente fuerte y no habrá ningún problema.

─E-está bien─ lo abraza fuertemente, cerrando los ojos con fuerza, con un poco de miedo a que se llegara a caer al agua o algo así; no sabe nadar. Una parte de ella confía en que Zarbon no la va a dejar caer al agua, pero la otra se imagina una y otra vez la caída, y le genera mucha inseguridad.

─Sujétate. Ya nos vamos─ despega lentamente para darle seguridad a Abril, quien al darse cuenta de que están elevándose a esa velocidad, se tranquiliza, y se concentra en ver el mar azul.

─Wow... jamás en mi vida había visto el mar desde esta altura. Se ve hermoso. Nunca me he subido a un avión, aunque espero algún día hacerlo.

─Oye, por cierto, ¿cómo te llamas?─ le pregunta el peliverde.

─Abril. Abril Horie.

─¿Tienes dos nombres?

─Horie es un apellido. Claro, seguramente tu especie no lleva apellidos, ¿verdad?

─Sí, exactamente. Solamente tenemos un nombre, cada uno tenía un nombre diferente para distinguirse entre los cincuenta mil habitantes que tenía nuestro planeta.

─Vaya, no eran tantos. Muchísimas ciudades de la Tierra tienen hasta millones de habitantes.

─Nuestro planeta era muy pequeño tanto en tamaño como en población. Por eso fue que Freezer logró invadirlo en menos de una hora...

𝗟𝗔 𝗔𝗩𝗘𝗡𝗧𝗨𝗥𝗔 𝗗𝗘 𝗠𝗜 𝗩𝗜𝗗𝗔 ❱ Dragon Ball Z ✔Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum