Modo detective

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A la mañana siguiente, me encuentro en la cocina terminando de desayunar mientras hablo con la cocinera.

Ella es una señora mayor de unos cincuenta años, baja y rellenita, con unos ojos muy grandes de color ámbar, es una señora muy amable y con un gran sentido del humor.

— Niña debes comer en el comedor, la cocina es para los empleados — me dice María la cocinera.

— No me gusta comer en el comedor, me siento sola, además no me puedo privar de su amena compañía — sonrió con dulzura y María niega con la cabeza.

— Me recuerdas tanto a mi nieta, ella es tan linda y rebelde como tú.

— Jade, Leonel acaba de llegar y se fue directo al despacho — dice Juana una vez entra a la cocina.

— Si ya voy, estuvo delicioso el desayuno María — me levanto del banco donde me encontraba sentada y me voy al despacho.

Tocó la puerta del despacho y escuchó la voz de Eros diciendo "adelante".

Abro la puerta y veo a Eros sentado en el sillón del escritorio y a Leonel sentado en uno de los dos sillones del otro lado del mismo, tomó asiento en el sillón libre.

— Te convoque hoy a esta reunión ya que desde ayer pásate a ser socia de la cadena hotelera Smith, es de mucha importancia que tengas conocimiento de la situación actual de la cadena hotelera, yo como el abogado de la familia seré quien te explique todo lo necesario — habla Leonel con mucha seriedad.

— La cadena hotelera está en su mejor momento, tenemos sucursales en este país y en el exterior, todos van muy bien a excepción de uno, la sede principal — dice Eros mirándome directamente a los ojos, como estudiando mis gestos.

— Por una extraña razón los huéspedes no vuelven y sus reseñas no son buenas, nos hemos reunido con los gerentes de cada departamento pero no encontramos el falló aún — Prosigue Leonel.

— Alguna propuesta para solucionar esta situación, digo como socia de la cadena hotelera debes aportar también — dice Eros con un aire de arrogancia y autosuficiencia mientras forma una leve sonrisa en sus labios.

Analizó lo que me han dicho por un minuto, veo a Eros quien me mira divertido por mi silencio y decido hablar.

— Bueno… se me ocurre que.

Quizás desde adentro se pueda… Osea ustedes desde sus puestos no pueden — respiró para organizar mis ideas y prosigo — lo que quiero decir es que yo creo que la mejor manera de conocer el porqué de la situación es desde adentro, osea desde el punto de vista de los empleados — digo con algo de nervios ya que no sé cómo explicarlo bien, además es culpa de Eros su mirada me tiene muy nerviosa.

— Creo que ni tú misma entiendes lo que dices — refuta Eros con ironía mientras se recuesta del espaldar del sillón sin dejar de mirarme.

— Lo que quiero decir es que hay que ver la situación desde adentro, desde la raíz y la raíz de una compañía no son los gerentes si no todo lo contrario, son los empleados — me siento derecha y volteo a ver a Leonel ya qué esa actitud de Eros no me deja concentrarme — Propongo que me permitan ingresar a trabajar como una empleada en los distintos departamentos, quizás viendo todo desde otro ángulo podamos dar con el problema — Leonel mira a Eros y Eros lo mira a él.

— Creo que es buena idea, nadie conoce a Jade por lo tanto podrá indagar, y quizás, de con lo que anda mal — dice Leonel.

— No se padrino, a mi me parece que eso no servirá de nada.

— Eros deja que Jade lo intente, igual tú no perderás nada — trata de convencerlo Leonel y Eros suspira.

— Está bien padrino, solo porque tu lo pides, ya que a mí parecer es una idea absurda, si los gerentes no dan con el problema menos lo conseguirá un simple empleado — Eros se levanta del sillón y caminó rumbo a la puerta 

Un amor inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora