Capítulo 8

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¿Eso quiere decir que no hablaremos más?
(Fue mágico el acercamiento, mientras duró)


Bueno, hay muchas maneras de interpretar esa frase, pero ahora mismo yo no podía identificar a cual él se refería.

Km: Me estás diciendo que...?

No me respondió, estuve atenta esperando el mensaje, pero no fue hasta las 11:15pm más o menos que el envió una respuesta.


Dv: Pues tu sabes que tengo novia, pero tu me gustas y me siento genial hablando contigo.


¿Me dijo que le gustaba? Si, lo hizo.

Km: ¿Y entonces?


Dv: Pues tu y yo podríamos tener algo, como una relación de complicidad sabes, divertirnos juntos.

Pues yo nunca me había enrollado con alguien que tuviera novia y no veo bien hacerlo, pero con el sentía todo tan intenso, tan diferente que a fin de cuentas terminé aceptando.

Aunque mi decisión solo iba a durar una noche. Porque cuando hablé con Amanada me hizo plantearme muchas cosas.

—Kami, ¿no te has puesto a pensar en que ella es mujer igual que tú?—Llevábamos hablando un buen rato del tema por medio de una llamada.

—Si, lo se, no se por qué le dije que si—Ya hasta me sentía mal.


—Yo se que te gusta mucho ese chico, pero creeme que si hace las cosas así es porque no vale la pena. Además tu no te mereces ser segunda de nadie.

Yo nunca me he creído la mejor ni la mas linda, pero es la verdad, ninguna mujer se merece eso.

—Mañana voy a hablar con el.

Al día siguiente no le escribí a David en todo el día y cuando él me enviaba algo solo le respondía con monosílabos. Quería esperar a la noche para poder hablar mejor con el.

Cuando ya era el momento parece que él tambien lo notó porque en seguida me preguntó:

Dv: ¿Te pasa algo?

Km: No.


Dv: Ayer no estabas así. ¿Qué pasa?


Km: Bueno, pasa que estuve pensando y ni tu novia ni yo nos merecemos lo que hablamos ayer.

Dv: ¿Ya te arrepentiste?


Km: Pero a ver, ponte a pensarlo.

Después de enviar ese mensaje David me llamó.

—Es verdad lo que dices. No tenía que haberte pedido eso.

—Yo no tenía que aceptarlo en primer lugar.

—Y entonces...

—Entonces nada David, sigue con tu novia, con tu vida y yo voy a seguir la mia.

Ya estaba segura de lo que quería, y no quería sufrir más.

—¿Eso quiere decir que no hablaremos más?

—Exactamente eso.

—Lo siento Kamila.

—Adiós David.

Ambos nos despedimos pero ninguno quería colgar la llamada, yo fui la que presionó el botón y colgó primero.

Me sentía mal, que digo mal, horrible. Me había enamorado de David, pero esto no podía ser, él tenía una vida antes de mi y una relación la cual yo no estaba dispuesta a romper.

Apagué el celular y me acosté a dormir. ¿Lo peor de todo? Que mañana tenía escuela.

★★★★★★★

—Hey Kamila, ¿donde vas a almorzar?

Ya iba saliendo cuando Mada, una compañera de clase me hizo esa pregunta.

Si hubiera sabido que desde ese día Mada se iba a convertir en alguien tan importante para mi, me le hubiera acercado mucho antes.

Fuimos a almorzar y me preguntó por qué ya no pasaba tiempo con Rosa y Elissa, al principio no sabía si decirle porque normalmente no voy por ahí contando que me pasa, pero ella me inspiraba confianza y me escuchaba con mucha atención, hasta me aconsejó varias cosas. No se por qué nunca antes había compartido tiempo con ella si ya desde antes me caía muy bien.


A la hora de entrada de la tarde a la escuela íbamos pasando por el pasillo que da a nuestro salón y un chico venía corriendo del lado opuesto, muy apurado, tanto que me empujó y Mada se giró para gritarle que era un ciego y un maleducado.

Al escucharla el chico retrocedió y vino hacia nosotras.

—Disculpa—Me dijo un poco agitado—Necesito llegar a mi salón antes de que entre el profesor de geografía, la tiene contra mi y ya voy tarde.

—Vale, no te preocupes—le respondí.

—Por cierto, ¿como te llamas?

—¿No estabas apurado?—Le preguntó Mada.

—Eh... Si, por eso, dime rápido tu nombre.

—Kamila, me llamo Kamila.

—Samuel, Un placer Kamila.

Me tomó la mano y me dio un pequeño apretón, sin decir nada más se volvió corriendo y siguió su camino.

—Que chico tan loco.

Mada tenía razón, después de eso todo se volvió más loco.

De la Luna a SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora