11. Todo es por una buena causa

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Ranma estaba desesperado. Lo primero que hizo al llegar al dojo fue volver a ser hombre para luego ir a buscar a Akane.

—Akane se que es muy extraño y que quizas quieras matarme después de esto y que —fue interrumpido.

—¡¡Ya habla de una vez Ranma!! Haz intentando decirme algo desde que volviste pero no terminas siquiera una oración coherente —dijo mientras le ponía la última curita en su abdomen.

—¡¡Es lo que intento pero no es algo fácil!! —gritó Ranma.

—¡¡Pues no pienso estar toda la mañana escuchandote!!

Ranma suspiró molesto y miró a su al rededor. Ese lugar era peligroso, de seguro aparecerían todos con una cámara detrás de la puerta.

—¿Ranma estás... bien? —. La actitud del chico ya le preocupaba, nuevamente.

—Necesito tú ayuda.

Ranma la levantó en un instante y la cargó hasta el techo. La peliazul era ligera como una pluma.

—Ra-Ranma...

—Un beso.

—¿Eh? —la peliazul quedó petrificada.

—E-es decir y-yo... yo quería saber si podía bueno... es que tú no sientes nada por mi ¿O si?

—¡No, obvio que no! No creas que siento algo por tí, de solo pensarlo me da asco —mintió.

—Es por eso que que-quería pedirte un favor.

—Me das miedo, este no eres tú.

Ambos estaban rojos como tómate. Akane no podía asimilar lo que escuchaba ¿Estaba soñando? ¿Qué clase de hechizo le habían tirado está vez? Ranma debía estar muy mal para pedirle algo así.

—Lo digo en serio, Akane.

La chica suspiró. Debía tomarse las cosas con calma y madurez. Era obvio que algo le sucedía y debía averiguarlo.

—¿Por qué, Ranma? Por qué quieres... bueno... ya sabes —preguntó aún avergonzada.

—Es por Ryoga.

—¿Ryoga?

Ranma debía eliminar la palabra Ryoga de su diccionario mental.

—E-es que... bueno... ¡Agh! ¿Por qué haces tantas preguntas? Es penoso decirte el porqué.

—¡Porque vienes de la nada y dices que quieres besarme y pretendes que me lo tome como si nada! Eres un insensible —respondió Akane.

Ranma tragó saliva. No podía contradecirla, ella tenía razón.

—Necesito saber que no estoy enfermo y que sigo siendo el mismo Ranma de siempre —habló.

—¿¡Por qué un beso arreglaría las cosas!? ¿Y qué tiene que ver Ryoga en todo esto?

—Porque un beso es la única forma de saber si puedo arreglar las cosas y Ryoga... ¡Él tiene la culpa de todos mis problemas!

—¡Pero si no te ha hecho nada!

—¡Pero de alguna forma logró volverme loco!

Ranma se quedó paralizado. Sus músculos se tensaron y Akane lo miró aún más confundida que antes. Estaba hablando de más. Definitivamente lo estaba haciendo y era un terreno peligroso.

—¿A qué te refieres con que te ha vuelto loco?

Ranma se mordió el labio lo más fuerte que pudo. Más fuerte que todas las anteriores veces.

Palabras Sueltas [Ryoga X Ranma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora