Capítulo 1.

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Recuerdo hace un momento estar viendo como he muerto en primer plano, y ahora dentro de 3 semanas estaré viendo por primera vez el mundo de nuevo. No sé cuántas veces he nacido, he perdido la cuenta. Las generaciones han cambiado mucho hasta llegar a la actualidad, aún me acuerdo de cuando tenía que utilizar velas para ver en medio de la noche, que recuerdos. He podido ver todo este cambio ya que fui elegida por la EAYD.

Hay muy poca gente elegida por la EAYD, te aceptan cuando has tenido tan gran éxito en tu vida anterior que acaba de llegar a su fin que creen que te mereces una segunda oportunidad. Todos los años la gente que ha muerto y que fue o ha sido seleccionada vuelven a la escuela y se nombra un ganador que puede elegir quedarse en la escuela o seguir viviendo. La mayoría de la gente elige quedarse, aquí la vida la vida (si se le puede llamar así, porque ya estamos muertos) es mucho más tranquila y tienes más tiempo libre. Todos los años hay siempre debates entre quien será el ganador de ese año. Cuánta más experiencia tengas, más puntos obtienes. Yo todavía estoy esperando a ver si algún año triunfo por fin, pero normalmente hace falta tener de experiencia 8000 años para poder quedarte en la escuela y yo de momento solo llevo 200. Aun así, sigo teniendo esperanzas ya que los jueces de la EAYD me han dicho muchas veces que tengo más experiencia que muchos de los que llevan 4000 años en esta escuela. Las siglas de la escuela significan "Escuela de Ángeles y Demonios". A mí todavía no me tienen metida dentro de ninguno de estos dos grupos porque se necesitan numerosas actitudes para determinar si eres un demonio o un ángel.

Cuando mueres la primera vez te quedas con ese cuerpo para toda la eternidad, por eso muchas veces dicen que has tenido algún gemelo en vidas pasadas o cosas de ese estilo.

Cuando por algún casual mueres vuelves a la escuela y hasta que no acaba el año, se recuentan los puntos y se elige al ganador no puedes volver otra vez a la vida. Así que mientras acaba el año das clases en la escuela para ganar experiencia y saber qué hacer si te pasa cualquier cosa, en el caso de los que ya se sabe si son ángeles o demonios se les enseña que hacer acorde con lo que son. Eso sí, si te suicidas no vuelves, quedas expulsado ya que no mereces una segunda oportunidad para realizar algo que no has podido hacer en tu vida pasada.

Las relaciones en esta escuela están explícitamente prohibidas, ya que no se deben tener hijos porque la gente debe ganarse estar en la EAYD, no se lo pueden servir en bandeja de plata. Ya ha habido más de una vez expulsados de la escuela por hacer lo no debido.

Mucha gente tiene relaciones en secreto, pero la mayoría tarde o temprano son descubiertas. Yo tengo claro que no me voy a distraer en esas tonterías, debo centrarme en mi futuro en esta escuela y no pienso ser una fracasada ni fastidiarlo todo por un hombre.

Casi siempre estoy con mis dos mejores amigos: Ainoa, que su nombre significa "la de la tierra fértil", y ya ha sido nombrada un ángel, tiene 17 años.

Y luego está Aiden, el cual significa "ardiente", y como os habéis de imaginar es un demonio y tiene 19 años.

A mí todavía no me han anunciado cuál de los dos seres soy, pero según mis experiencias registradas me acerco más a demonio que a ángel.

Los demonios no siempre son malos, es más, casi nunca son malos del todo. Siempre hay algún motivo por el que cometen esa mala acción. Ellos se caracterizan más bien por ser traviesos y meterse en problemas, normalmente son más ágiles y movidos que los ángeles.

A estos últimos les da igual salir mal parados solo por ayudar a alguien. La pobre Ainoa siempre nos tiene que estar ayudando a Aiden y a mí, porque nosotros casi nunca estamos pendientes de ella. Aiden, como buen demonio siempre mirando por su propio bien y yo, sin fijarme mucho en los demás.

Mi nombre es Adira y significa "noble, poderosa" también tengo 17 años como Ainoa, bueno en verdad los tres tenemos más años de los que se supone que tenemos, pero mi cuerpo es el de cuando tenía diecisiete años. Siempre me han dicho que me espera un futuro brillante según mí nombre así que no quiero fastidiarlo y echar a perder todos mis puntos de experiencia.

 Solo quedan tres semanas para año nuevo y anunciarán al ganador, Ainoa y Aiden han estado conmigo desde que morí la última vez ayer, ellos murieron a mitad de año. Ainoa por intentar salvar a su hermano psicópata, aunque ya hubiese matado a sus dos padres. Y Aiden por querer todo para él y por ser tan avaricioso, comerse un pastel envenenado.

Ahora solo toca esperar, estamos los tres en mi habitación, ya que es en la única que podemos estar los tres. Los demonios no pueden acceder a la escuela de ángeles y viceversa, pero los dos pueden ir a la neutra, que es donde estoy yo.

Nos encanta pasar el tiempo que podemos juntos, que normalmente es poco, ya que siempre o estamos en nuestras vidas adjudicadas o nos morimos en años diferentes. Hace ocho años que no celebramos el año nuevo juntos, me entusiasma mucho volver a celebrarlo.

Sobre todo, porque Ainoa hará tus galletas preferidas.

Se podría callar un poco mi mente, otra vez con pensamientos de demonio.

Pero sabes que es verdad.

Bueno, puede. Es que son mi debilidad.

 -¡Adira! Te toca a ti ahora.

Ah, es verdad, se me había olvidado. Estamos jugando a verdad o reto los tres y me he quedado un poco...empanada, como siempre.

-Sí, sí. Solo estaba pensando en mis cosas.

-¿Verdad o reto?

Pregunta Aiden con su cara de pillo (básicamente su cara normal). Elijo reto.

-Ve al despacho de los demonios y roba tu ya sabes el qué.

Le fulmino con la mirada a Aiden y él sonríe picarescamente.

-Venga Adira, no seas una cobarde. - me anima de su distinguida manera.

Pero yo tengo razones por las que no hacerlo. Se refiere al libro que hay bajo la máxima protección que puedes imaginar, que yo sepa hasta el momento, nadie ha logrado robarlo. Aunque últimamente los últimos 100 años los demonios ya no controlan mucho el interior debido a las excesivas trampas y acertijos que hay que superar.

-Aiden, ¿no crees que te estás pasando un poco? - Ainoa intenta hacerle entrar en razón, pero él sigue tirando de la cuerda.

-¿Estás segura de que no quieres ir a por él? Estarás rechazando el reto y por lo tanto perderás, eso influirá en tu carrera académica aquí....

No le dejo, seguir y le interrumpo.

-Voy, pero tú me acompañas. 

Escuela de Ángeles y DemoniosWhere stories live. Discover now