EL BESO DEL SANADOR

CAPÍTULO VII: CONSECUENCIAS

Harry despertó en el hospital una semana después del incidente, al principio todo estaba borroso y la luz le molestaba, después empezó a escuchar voces a su al rededor.
-¿Cómo te sientes Harry?- dijo la familiar voz de Hermione junto a su cama, él sonrió por toda respuesta; no sabía exactamente que había pasado, solo recordaba haber sacado a la gente que estaba atendiendo justo a tiempo antes de que un edificio se derrumbara, poco a poco fue recuperando la conciencia y logro sentarse en la cama, como lo había supuesto, Ron y Hermione se encontraban ahí con cara de preocupación junto a él.

-¿Qué pasó?- atinó a decir el chico aún confundido, su visión era borrosa, le hacían falta sus lentes.

-Bueno, empezó Hermione, tuviste un accidente, un edificio te cayó encima, tus compañeros y los trabajadores del ministerio creyeron que morirías pero...

-Draco te salvó, dijo Ron con asombro.

-¿Qué? Preguntó Harry desconcertado, ni siquiera recordaba que Draco estuviera ahí cuando ocurrió el accidente.

-Parece ser que Draco se enteró que estabas bajo los escombros así que abandonó su puesto aquí en el hospital para ir a buscarte, llegó a donde te encontraron y...

-¡TE BESÓ! dijo Ron aún con más asombro en su voz.

-Lo hizo para salvarte, interrumpió Hermione, se sabe que el beso de un sanador natural puede salvar a la gente de la muerte.

-Si, cuando ese sanador tiene sentimientos intensos por la persona a la que está besando, dijo Ron, escuché que el jefe de los sanadores se lo explicaba a mamá el día que te trajeron.

-¿Cuánto tiempo llevo aquí? preguntó Harry, la incertidumbre creciendo en su pecho.

-Una semana contestó Hermione, todo pasó muy rápido, los trabajadores del ministerio te trajeron y Draco llegó segundos después, no quiso separarse de ti hasta que le aseguraron que estabas fuera de peligro, después lo amonestaron por dejar su puesto, sigue suspendido y habrá una revisión de su caso con la junta médica; se supone que no debía dar problemas de ningún tipo, esa fue una de las condiciones para que le dieran permiso de entrar al país y de estudiar aquí; al abandonar su puesto puso todo eso en riesgo, si las cosas salen mal en su audiencia tal vez deba regresar a Francia con sus padres.

A Harry le daba vueltas la cabeza, no podía creer que Draco Malfoy hubiera corrido todos esos riesgos solo por él, para salvar su vida; poco a poco fue recordando los últimos meses, como Draco había cambiado, como algunas veces lo sorprendía mirándolo de reojo sólo para sonrojarse e irse rápidamente del lugar, como había aceptado salir con sus compañeros solo por que Harry se lo había pedido, todo esto empezó a despertar un sentimiento cálido y acogedor en el pecho del moreno cuando entró a su cuarto el director del hospital.

-Buenos días Harry, dijo éste con una sonrisa, veo que ya estás levantado, te revisaré en un momento explicó al mismo tiempo que tomaba la ficha médica del muchacho.

Harry quiso hablar, intentar abogar por Draco para que su castigo no fuera tan severo, estaba empezando a argumentar su caso cuando el director lo interrumpió, -se lo que vas a decirme Harry, pero no tiene caso, la acción disciplinaria contra Draco Malfoy era necesaria pero no tenía ninguna intención de correrlo del hospital, es un gran sanador y un estudiante aplicado, yo mismo abogué por el frente a los aurores que vinieron a su revisión, el punto es que tu compañero ha decidido no quedarse con nosotros.

Harry no lo podía creer, Draco estaba renunciando, necesitaba saber porqué...

Como si leyera su mente el director continuó diciendo, -creo que al salvarte la vida tu amigo también te declaró su amor frente a todos los que estaban presentes el día del incidente, las burlas no se hicieron esperar, una vez que supieron que estabas fuera de peligro Draco tuvo que soportar las miradas acusadoras de más de uno de tus compañeros, el Señor Malfoy ha excedido las horas de servicio en el hospital que se requieren para pasar el curso, gracias a eso decidió ausentarse después de saber que te recuperarías favorablemente de todas tus lesiones.

El amor es una fuerza muy poderosa Harry, dijo el medimago con una mirada dulce en el rostro, todos conocemos tu historia y sabemos que te ha salvado más de una vez de la muerte, los sentimientos que tiene el joven Malfoy hacia ti son sinceros y nobles sino el beso que te dio no hubiera surtido efecto tan favorablemente, después de lo que pasó debiste morir o quedar con lesiones de por vida y sin embargo aquí estas, sin un solo rasguño.

Sé que no me lo has pedido pero te daré un consejo, aprecio mucho al señor Malfoy y creo que es un gran sanador, si tu correspondes a sus sentimientos búscalo, sino lo mejor será que los dejes marchar para que pueda seguir su vida lejos de las miradas hostiles de todos los demás.

Dicho esto el sanador revisó los signos vitales de Harry y salió de la habitación.