・01 ⎢ Algebra

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Creo que nunca entendí muy bien lo que se y lo que no sé.

Ni siquiera sé lo que no sé sobre mi mismo.

A pesar de ello, Takemichi creía que de algo estaba relativamente seguro, odiaba las matemáticas. O en realidad no. Uno no puede odiar algo que no conoce, aún así, no podía evitar tener sentimientos sobre aborrecerlas.

Volteo las hojas rápidamente, revisando su contenido de forma vaga y fugaz. De cada página dejada atrás trataba de anotar en su pequeño papel formulas básicas y no tan básicas que podrían servirle durante la prueba. Lo que en si era algo tonto pues, para empezar, no sabía bien como usarlas, pero recordaba de forma lejana oír decir a su maestro que solo hay que saber donde aplicarlas, el resto es sencillo.

─Escasamente miras el libro ─cuestionó Chifuyu, haciéndose sobre su asiento y pasando algunas hojas del libro ajeno─Eso deberías saberlo de memoria, mejor lee de aquí─indicó con su pulgar. ¿Formula general? increíble. Chifuyu podía ser un tonto en todo lo demás, pero le iba bien en las clases, tendrá razón. Pensó Takemichi.

Tan atrasado no podía estar, solo eran números con procesos. "Eso es sencillo, es sencillo, calma" se repetía una y otra vez en un intento por creérselo. El problema es cuando los números empezaban a sumar letras y a dividirse entre símbolos, ya no sabía si estaba llevando matemáticas o una especie de competencia de lectura de jeroglíficos en la que se había inscrito por error.

Uno más uno es dos, dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, entonces... ¿de dónde rayos salió pi al cuadrado por x sobre dos es igual al logaritmo de tres números que son sucesivos entre si?

¿¡Esto al menos sigue siendo matemáticas!?

Disimula compañero ─advirtió, codeando el hombro ajeno de su amigo─ Sabes que Kisaki hace rato te tiene puesto el ojo. Si te ve otra vez copiando, no la cuentas.

Chifuyu ayuda a parar un libro de cálculo en frente de Takemichi para hacerle la tapadera. Si, lo puso de cabeza, pero al menos servía para alejar la mirada asesina que el profesor tenía sobre ambos. Apenas era la segunda hora y su mejor amigo ya estaba entre los 18 y la muerte a punto de ser descubierto. Y para terminar de regarla estaba claro que no era un experto haciendo acordeones de papel.

Takemichi leyó en los ojos de Chifuyu un claro "Idiota, solo tenias un trabajo", ignorándolo para continuar con su salvación de dudosa procedencia.

También quiere admitir que efectivamente sigue con una fuerte resaca, ¿Por qué tenía que haber ido a una fiesta en domingo?

Ah. Hina, es verdad.

Lo peor de todo es que ahora estaba en su clase de las siete de la mañana. Encima en fecha de examen. Y para terminar de joder su día, con Kisaki, el maestro que más lo detestaba en el mundo. Como bonus, haciendo espectáculo al mostrar su cara de resaca en frente de todos. A pesar de que ambos fueron de parranda, él tiene cara con ojos de panda y Chifuyu se ve fresco como lechuga recién comprada.

Eso solo le pasa a los niños bonitos, que envidia.

─¿Cuánto queda para el primer examen? ─preguntó el ojiazul recomponiéndose sobre la mesa y palmeando sus mejillas. Lo menos que debería faltarle ahora era Fe.

─¿Cuánto tiempo queda desde ahora dices? ─Matsuno cerró su libro y suspiró al aire, sacando su móvil por debajo del asiento para revisar rápidamente la hora. Take asintió, volviendo a sus apuntes veloces. ─Pues empieza en... justo ahora.

Takemicchi se sobresalta porque inmediatamente después de esas palabras todos los presentes en la sala de conferencias cierran sus libros y empiezan a pasar las hojas de la prueba hacia atrás.

Lecciones sobre amor verdadero [Maitake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora